Time to pretend.

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Las luces del pueblo eran tenues, no había tantas personas en la calle, había una fuente en el centro, aparcó cerca y apagó el motor.

-no dejes que te afecten sus palabras.

-No lo menciones ya.- Annaisha se quedó en silencio viendo a la nada. -Cuando lo conocí él parecía un sueño, uno muy bueno donde yo tenía a un buen hombre al fin dios me daría un poco de felicidad o eso pensé...lo procure durante un tiempo, hasta que lo vi como era realmente.
Me sentí devastada, mi corazón realmente dolía... La muerte se siente más atractiva y te llama sutilmente, sentí que era la única salida.
Se puso una mano en el pecho y Yuta la miraba fijamente.

-Dios hace eso supongo, te hace creer que la vida es hermosa, incluso cuando ves el cielo te hace querer seguir porque ese pequeño regalo es único... Luego te lo arrebata como un dulce. Tomas un poco de aire fresco y luego pareces sentir la tierra entrando en tu nariz mientras eres enterrado, tiene un sentido del humor bastante enfermo... espero un día ir al cielo y encontrarlo riendo.

-Quizá lo que dices sea cierto... Eres demasiado joven para pensar eso ¿no?

-ser joven no significa ser feliz. Además solo soy 4 años menor que tú, no es tanto.

-tienes razón... Lo siento.

-algo tengo muy seguro y es que a pesar de todo quiero seguir aquí.

Annaisha dio una mirada rápida a Yuta pero luego fue hacia la nada. -tienes motivos para hacerlo, yo realmente no.
Estoy sola aún si mi padre dice amarme, su amor no es lo que espero.

-entiendo lo que dices, pero no sólo podrías vivir por ellos, debe haber algo más.

-No tengo a alguien..

Yuta frunció el ceño - ya verás que todo puede cambiar... Vayamos a caminar.- Abrió su puerta y bajó rápidamente, ella hizo lo mismo, el aire era tranquilo y todo silencioso. -Este lugar solía visitarlo de niño, aquí junto a esta fuente estuve una tarde había tanta gente gracias a la feria que vino de otro lugar. La felicidad era tan solo estar aquí parado tomando el sol y sintiendo la brisa del agua.- Avanzaron hasta ella y se detuvieron, ambos vieron su reflejo en el agua.

-¿por qué no vienes más seguido?

- No lo sé, quizá estoy algo encerrado.

-¿te gustaría viajar a otro lugar?

-Si, aunque sería más bien volver. Extraño Osaka. Vinimos aquí por algo mejor y para mí, no lo es, las cosas no son lo que solían ser. - metió su mano a la fuente.

-No tienes que estar aquí si no quieres Yuta.

Puso una sonrisa sin mostrar los dientes y vio el reflejo de Annaisha. - Ojalá fuera tan fácil pero no lo es.
Ambos dijeron la vuelta y comenzaron a caminar sin un rumbo específico por las pequeñas calles, Annaisha llevaba la miraba en el suelo, vio sus tenis llenarse de fino polvo del suelo, estaba nerviosa ya que la noche puede ser aterradora algunas veces, pasaron por una tienda que tenía un reloj en la puerta, era tarde.
-Debería llevarte de vuelta, tu madre podría pensar mal sobre salir tan tarde.

-No lo hará.
No podemos volver ahora, esperemos un poco más, y creo que no vas a propasarte conmigo.

-¿qué? No, no lo pensé.... Yo solo creo que es tarde.

-ahora están realizando las tareas de la casa por lo cual llegar sería molesto, no tenemos que volver aún.

-les ayudaré, no tenía idea qué ustedes limpiaban, no del todo.

-no te preocupes por ello. Lo hemos hecho desde hace mucho.

Yuta pasó su mano por su cabello y dio un suspiro- Yuta.. ¿te sientes bien?- acercó su mano al hombro de su acompañante y movió sus dedos a centímetros del mismo, dudando si esa acción era cruzar la línea después de lo que habia dicho.

Él giró encontrando aquella mano la cual sujetó. -estoy bien... Te tiemblan las manos, debes tener frío.

-¿Estás seguro de estar bien?- preguntó Annaisha algo confundida.

-Sí, ven te mostraré algo.

No le soltó la mano al caminar, fueron hasta un jardín, tenía un pequeño estanque.

-hace un tiempo.... Hitoshi y yo venimos, guardamos una cápsula del tiempo en este parque, quizá la saque en unos días.

-¿donde la enterraste?

-Justo debajo de esa roca.- señaló.

-¿la gente del pueblo no se molestó por eso?

-La gente aquí ni lo ha de recordar, las travesuras de niños no son algo tan grave que trascienda.

Annaisha empezó a reír bajo. -Supongo que tienes razón Yuta.

-Luces bien cuando sonríes.

-¿qué?

-Sólo decía, desde que llegaste tienes cara triste... Sin embargo sonreír te va mucho mejor.

Ella se puso ligeramente roja. - No digas eso.

-En serio... Es mejor verte así.

Ambos caminaron por un rato y luego volvieron al coche, encendió el motor para volver a casa.

-se me pasó la hora de dormir. Son las 12.

Yuta vio el reloj y apretó sus manos un poco. -Sí, por la mañana duerme un poco más si estás cansada.

-no lo sé, Daisuke es muy exigente.

-No tienes obligación de atenderlo. Aún no, no hay tal lazo de marido y mujer.

-tienes razón.

-La tengo ¿otra vez? - Se vieron fijamente los ojos, Yuta sonrió amplio.

Ella no perdió detalle de eso pero luego se puso incómoda cuando sus miradas no se separaban -¿pasa algo?

-Eres tímida.

-un poco.

Yuta giró su cabeza como si estuviera buscando algo. -Annaisha..

-¿si?

-Esperemos un poco más antes de volver.

-tu madre debe estar preocupada.

-No lo está, te lo aseguro.

-¿pasa algo malo?

-No. Solo que la estoy pasando bien contigo, eres muy distinta a lo que pareces, además ya te estás sintiendo mejor.
Me agradas porque no tuviste miedo por nuestra repentina llegada... muchos huyeron por tenernos miedo, ni siquiera preguntaron quienes éramos.

-pensé que ustedes no eran reales.

-lo supuse, pero también confíaste en nosotros.

-¿confías en mi?

-Lo hago, por eso estoy aquí contigo tan tarde.

-Entonces dime la verdad, ¿qué ocurre por las noches?

-¿a que te refieres?

-¿por qué prefieren la noche?

Yuta desvío la mirada un poco y sonrió. -La noche es mucho más tranquila, puedes oír más claramente, te gustará. No es raro, solo que tenemos cosas que hacer temprano.

-Debes estar realmente ocupado si llegas cuando se está ocultando el sol. Eres misterioso.

-No hay mucho de eso... -Yuta cruzó los brazos -quisiera que compartieramos la mañana también, seguro no tomas ni el desayuno.

-no, espero la cena con ustedes, es bueno que me acompañen.

-Come aún si no estamos, te hace daño no hacerlo.

Ella asintió. - De acuerdo Yuta. Volvamos a casa.

House of the rising sun. (NCT Nakamoto Yuta) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora