Before the night ends

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La luz del sol empezó a entrar, el ambiente estaba helado y sus piernas estaban entumidas, tomó asiento recordando lo que habia pasado, se sentía bien en cierto punto pero Yuta no merecía ser la segunda opción, bien podría tener a cualquiera a sus pies, su corazón era digno de algo mejor.
Se frotó la cabeza.
Salió al pasillo, no habia ruido. Recordó la tabla suelta del cuarto de Yuta y pensó que podía revisar así como ver varias cosas que había estado dejando pasar.
Era bastante curiosa de niña, obtuvo varios regaños de su padre al descubrir cosas que escondían, la gente grande tiene secretos todo el tiempo entonces cayó en la cuenta de que su "relación" si es que podía llamarla así, era un secreto que debía mantener por ahora.
Abrió el armario y saco la ropa que no le dejaba ver, metió sus dedos para jalar el tablón.
Había un pequeño espacio oscuro quería meter la mano para rebuscar si había algo pero le daba algo de miedo hacerlo, "si quieres hacer algo y te da miedo, hazlo con miedo."
Metió la mano y logró sentir algunos papeles, los saco y eran dibujos cerca había una cosa metálica, la tomó y al sacarla era una pequeña y extraña llave.
Los dibujos estaban llenos de tierra, le soplo a las hojas empezó a verlos.
Dibujos de una familia, quiza los había hecho Hitoshi, habia cuatro personas dibujadas, el más pequeño se veía apartado.
Había uno más grande que parecía tener aspecto enojado.
Los otros se veian con lágrimas.
Cambio la hoja y se veía un intento de dibujo del pasillo ya que estaba la ventana. Y estaba alguien recostado.
El último era una hoja llena de rayones color negro.
-¿por qué? - metió la mano en busca de más pero solo sentía el polvo y las telarañas.
Acomodó todo y salió.
Estaba pensando y nunca se mencionaba al padre de Yuta, hasta la noche, cuando hablaron de la pesca.
Quizá algo había detrás de ello, pero debía preguntar antes de sacar alguna conclusión.
Volvió en sí y recordó la invitación al festival de máscaras, no tenía nada de ropa que pudiera usar, toda era como para quedarse en casa, y quizá considerando que ahora tenía que lucir un poco menos desaliñada corrió a su maleta.
Encontró en ella algo que había llevado consigo, una nota de su madre, a decir verdad la única que mantuvo a salvo todos estos años.
La desdobló y acarició la letra, bastante lindo leer qué van a dejarte, el corazón le dolió cuando la leyó a los 10 años, el dolor se mantiene allí estático esperando que algo lo mueva para destrozar todo.
¿donde estaría ella ahora? ¿tendrá otros hijos? ¿ellos son mejores?
-he rezado todos estos años para que vuelvas, intenté, todo lo que podía. Supongo vendrás a mi funeral al menos.
Salió de casa para tomar aire, sostuvo su mirada en el cielo azul de aquel día y luego se percató de que afuera había flores plantadas, dio unos pasos delante para ver mejor y había de distintos colores, era tan hermoso.
Se agachó y sin querer pensó en Yuta.
Ese detalle se sintió tan bien, había tantas flores, empezó a llorar pero no era tristeza, era emoción y sentimientos encontrados que no se podía explicar.
La felicidad se desvaneció al escuchar ruido, observó y un auto venia hacia ella. Se puso de pie para ver al frente.
-¿detective? - era un hombre que había contratado su padre tiempo atrás para seguirla en Tokio y evitar que hiciera algo malo.
Escondió su mano con pena, quizá podría mal interpretar aquello.
-Annaisha - venía hacia ella con pasos firmes, como deseaba desaparecer, iba analizando el área -Tu padre me contó que te has mudado aquí y está preocupado.

-Esta bien ¿puedo ayudarte? - lo vio sonreír de una extraña manera e hizo lo mismo nerviosa.

-Annaisha, te lo ruego.... ¿Qué tienes en la mano?

-Nada.

-Debería llevarte de vuelta a Tokio, eres mayor deberías darte cuenta que las cosas tienen que cambiar por tu propio bienestar.

-No me hables así Suh.... ¿a que va todo eso? Daisuke te ha lavado el cerebro.

-Esto no se trata de él.
Se trata de ti haciéndote daño, deje de trabajar para tu padre hace un tiempo, pero sin embargo...

-Te doy lástima.

-¿Eso? Jamás.
Ese no es lo que hago, simplemente me preocupa que estes sola.

-Entiendo.

-Voy a quedarme en el pueblo unos días...

-¿si? Me parece bien.

-Si necesitas algo llámame o ven a verme.

-Claro.
Se despidió y lo vio subir al auto. Algo quedó en ella, esa visita no era algo bueno y quizá tendría algo que ver con Daisuke.
Entró corriendo a casa, tomó sus llaves y salió corriendo, subió a su auto para ir al pueblo.
La carretera estaba vacía, Suh conducía demasiado rápido o había ido en otra dirección, cuando llego había gente por las calles, lo normal, vieron a Annaisha con atención ya que no había tantos visitantes, reviso y aparcó afuera de una tienda de ropa.
Observó desde afuera y pensó que comprar, era algo extraña en su forma de vestir, solía usar traje formal hasta que llegó a la casa, no quería verse como una señora.
En el aparador había bonitos vestidos casuales, pero como es que podría usar algo así sin apenarse. Había pasado años desde que usó algo así.
Eligió tres vestidos, aún si no era mucho debía dar buena impresión si iba llevar aquel juego de engañar a Daisuke, pero ¿lo estaba engañando? Probablemente no, ya que ellos no tenían algo parecido a una relación. Yuta podría ser algo interesante por lo visto.
La gente afuera estaba ordenando todo en la plaza para el festival, había adornos y puestos listos para más tarde.
Fue a donde la había llevado Yuta por la noche, vio la roca por un momento recordando lo de la dichosa cápsula del tiempo.
Había un enorme cartel sobre un candidato en media plaza, tenía una sonrisa enorme, al parecer se pensaba un buen líder para la comunidad del pueblo.
-Falso.

-¿te refieres al candidato?- dio la vuelta para ver al chico de la construcción de hacía unos días.

-No quise decir eso... lo lamento... yo solo pensaba en voz alta al parecer.

-No te culpo. Me alegra ver que volviste.

-Ah, si.. ¿como va el camino?

-todo despejado.

-Me alegra saberlo...

-¿Recuerdas que mencionaste a los Nakamoto?

-Claro... ¿y?

-El candidato - señaló - los conocía.

Annaisha sintió algo peculiar en aquella respuesta -Ya entiendo...

-No habla con muchas personas, pero si los buscabas es porque conoces a alguien cercano a ellos.

-en realidad... - pensó un poco - Podría ser.

-¿los has visto?

Annaisha pensó que aquella broma era extraña en cierto punto - Debo irme.

-Claro... ¿vendrás al festival de máscaras?

-Si.

Kouto sonrió - Te veo en la noche.

En casa limpió algunas cosas y comió sola, sentía extraño hacerlo había llevado a casa provisiones extra para comer.
Tomó un baño largo y al final salió para empezar a vestirse trató de verse mejor de lo normal para aquella noche, miraba el reloj impaciente, tan impaciente por ellos.
Tan impaciente por él.

House of the rising sun. (NCT Nakamoto Yuta) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora