Final.

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"Capítulo largo"

Todo estuvo listo por la tarde, la casa tenía un aroma a flores, estaba nerviosa de la visita de su tío estaba arreglada de forma casual pero por primera vez sentía que se veía bonita.
Estaba tranquila sentada en el sofá comiendo algo de recalentado mientras volvía a encender su computadora desde que llegó a esa casa.
Revisó algunas cosas y sin duda ceder sus acciones no le aseguraba algo bueno pero valía la pena intentar por su padre lo había perdonado aunque no se lo dijera, ya no lo culpaba de nada. Es parte de ser un adulto.
Escuchó ruido, se levantó rápidamente y un auto elegante acababa de llegar a la propiedad, salió rápidamente para saludar.
Su tío bajó con una sonrisa extraña en el rostro, bastante falsa sin duda y se quedó observando la casa.
-Nunca dejas de sorprenderme Annaisha.

-Bienvenido, pasa... ¿no vienen los abogados?

-No, solo yo, te dije que sería privado no estes muy preocupada por ello.

Lo dejó pasar y cerró la puerta observó toda la casa en silencio.

-Bien Annaisha- Tomó asiento y cruzó los brazos.

-Bien... ¿trae los papeles?

-Claro que sí, pero antes quiero felicitarte por tu excelente estrategia de negocios.

-¿Qué?

-¿tendrás café? Estoy algo sediento.

Le dio una mirada de confusión y asintió -Iré por un poco de café.
Avanzo a la cocina para colocar el agua, buscó los sobres de café dejándolos en la encimera.
-Azúcar, falta azúcar- susurró.
Escuchó algo de ruidos pero siguió concentrada, quería dar una buena impresión a su tío, no podía arruinarlo.
Olvidó preguntar si quería crema en el café, antes de girar sintió un golpe en la cabeza, sus sentidos se volvieron un caos, sin embargo no sabia que había ocurrido pero se arrastraba como en aquella noche que desobedecio a Yuta, era un dolor extraño. Sin embargo todo se ponía oscuro y fue extraño como vio aquel lugar lleno de nubes que le contó su enamorado, sentía la brisa era tan hermoso que deseaba quedarse.
-¿Anna?- al girar encontró a una mujer elegante, aquella dama de Tokio la más hermosa mujer que sus ojos vieron incluso en sus primeros recuerdos. - Annaisha significa " de buen corazón y capaz de guiar a la gente en el buen camino" te nombré de esa manera ya que cuando naciste tuve un sueño donde un ángel me mencionó tus cualidades "Ella será una guía"

-mamá- la abrazó sintiendo sus lágrimas mojar le el rostro- ¿estoy muerta?

-No estas muerta cariño, todavía no es tiempo, sin embargo tendrás una vida llena de felicidad....

-Yo ya no quiero, no quiero vivir ¿no lo entiendes? Mi vida es una mierda, llévame contigo por favor.

-Sabes Annie, no tuve miedo a la muerte, a lo que sí le tuve y tengo miedo es al trance, el ir hacía allá, a dejarte sola, hay tantos peligros. Me fui sin despedirme de ti esa noche, es por eso que estoy aquí ahora para ti, pero no vas a morir.
La vida es un regalo que dios te dió, se basa en constantes sacrificios y dolores. Porque es la forma en la que pagas cada hora, minuto o segundo qué vives.

-Dios es malo- sollozó.

-Dios te ama Annaisha, es por eso que estas con vida incluso luego de ese día donde quisiste ir contra la voluntad divina.
Tienes mucho que hacer mi ángel, tienes que seguir.

-Madre...

-despierta...- escuchó la voz como un eco lejano, abrió los ojos lentamente todo se veía borroso y todo le dolía.
Estaba sentada así que colgó su cabeza hacia adelante cansada. Movió sus brazos pero estaba inmóvil, poco a poco se fue inquietando, estaba atada a una silla de la cocina en medio de la sala de estar.

House of the rising sun. (NCT Nakamoto Yuta) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora