Epílogo

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Jugaba con sus pies debajo de la mesa, puesto que tenía algo de miedo, en primera este país era meramente extraño para el, segundo este restaurante era demasiado bonito para el, diría que costoso, y tercero conocer a sus padres, no es que fuera un cobarde, pero y si a ellos no les parecía agradable que el, un don nadie dueño de un bar en medio de un pueblo se llevará a su pequeña hija del país. Su corazón se alegró cuando miro entrar por la puerta a Daisy con un vestido negro hasta las rodillas tan ajustado a su bonito cuerpo, pero luego cuando miro entrar a su padrastro, su madre y detrás su hermana menor, que curiosamente era más alta que ella. El se sentía raro, era como que una bonita familia perfecta de Londres contrastando con su camisa a cuadros azul y sus pantalones de mezclilla..

Daisy lo beso en los labios y el solo se aferró a ella.

-Mi amor, el es mi padre Sam, mi madre Louise, y mi hermana menor Kika-Rose. Dijo muy animada frente a sus padres. -Y el es Clyde Logan, mi novio.

-Un gusto. Se apresuró a saludar.

-Es un placer Clyde. Dijo su madre. -Dazz no a parado de hablar de tí desde que llegó a Londres. Su madre parecía feliz.

-Porfin conozco al hombre que a traído como loca a mi hermana durante tanto tiempo. Bromeó Kika. Mirando con cuidado a su futuro cuñado, el tipo si que era sexy.

-Bueno, pues es un gusto, porfin conocerte, mi hija no a parado de hablar sobre tí, cosas buenas. Su padre parecía mirarlo con detenimiento, pero no de una manera mala.

Se sentaron y comieron algo ligero, Clyde les habló de sus intenciones, su padre no crió a un hombre sin responsabilidades, por muy lejos que estubiera de su pueblo el aún tenía que ser respetuoso. Habló sobre querer casarse con ella y que vivirían en Virginia Occidental, si ella lo quería.

Kika parecía ya saber a donde llegaría esta comida. Pero sus padres parecían algo curiosos a ésto. Nunca pensaron que Daisy se quisiera ir a vivir a Estados Unidos.

-Me alegra tanto que quieras hechar raíces mi niña. Tomó su mano su madre. -se que un día tendrías que irte, pero me parece tan pronto.

-Así es. Habló su padre. -no es contra tí Clyde, eres un buen hombre, has venido hasta acá para hablar formalmente con nosotros, solo que. ¿Y tu trabajo aquí?. Mirando a su hija.

-Hable con mi agente y llegaremos a un acuerdo. Parecía tranquila.

-Mi intención no es alejar a su hija. Habló algo temeroso Clyde. -La amo y la haré feliz, sea donde ella quiera estar. Tomando fuertemente su mano.

-Los amo. Mirando con alegría a su padres. -Pero ya elegí. Ahora mirando a Clyde. -Solo con el seré realmente feliz.

-Bueno. Habló su padre. -en vista de que nuestra bella Dazz esta muy decidida y enamorada, no nos queda otra más que aceptar.

-Bienvenido a la familia cuñado. Se levantó Kika para darle un abrazo a Clyde. -mi hermana a hecho cada cosa por tí.

-Aunque aún falta hablarlo con Chris. Sonrió su madre.

Aún faltaba que el padre de Daisy, Chris Ridley supiera de la noticia.

¿Aún más presión? Pensó Clyde. Lo que sea por su pequeña.

*

Seis meses después.

-Oh Dios estoy muy nerviosa. Se quejó Daisy con el vestido hasta las talones.

-No te pongas como loca. La calmó Mellie.

-No arruines el maldito maquillaje Isobel. La amenazó su hermana.

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