Capítulo XI : la verdad parte 3 y ultima

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𝕋. ℍ𝕒𝕣𝕧 𝔼𝕜𝕖𝕣

𝕊𝕚 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕖𝕤 𝕔𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 𝕝𝕒𝕤 𝕗𝕣𝕦𝕥𝕒𝕤 ,𝕡𝕣𝕚𝕞𝕖𝕣𝕠 𝕥𝕖𝕟𝕕𝕣á𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕔𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 𝕝𝕒𝕤 𝕣𝕒í𝕔𝕖𝕤 . 𝕊𝕚 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕖𝕤 𝕔𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 𝕝𝕠 𝕧𝕚𝕤𝕚𝕓𝕝𝕖 ,𝕡𝕣𝕚𝕞𝕖𝕣𝕠 𝕕𝕖𝕓𝕖𝕤 𝕔𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 𝕝𝕠 𝕚𝕟𝕧𝕚𝕤𝕚𝕓𝕝𝕖 .

 𝕊𝕚 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕖𝕤 𝕔𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 𝕝𝕠 𝕧𝕚𝕤𝕚𝕓𝕝𝕖 ,𝕡𝕣𝕚𝕞𝕖𝕣𝕠 𝕕𝕖𝕓𝕖𝕤 𝕔𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 𝕝𝕠 𝕚𝕟𝕧𝕚𝕤𝕚𝕓𝕝𝕖

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Mi corazón se rompió en miles de pedazos, avería cuidado y hacerla feliz y ahora verla así

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Mi corazón se rompió en miles de pedazos, avería cuidado y hacerla feliz y ahora verla así. Me negaba a que este día pasaría pero no ¿tenia que ser tan pronto? -

La puerta se abrió, mi padre tenía a mi madre agarrada de sus cabellos y la soltó, camino hacia mi y arrancó la línea del teléfono. Me lanzo contra una pared impactando mi cabeza, mi vista se nuevo y todo me daba vueltas.

Podía ver las pequeñas y no tan claras sombras de mi madre siendo golpeada por el, y cuando estaba a punto de recuperará mi vicion ví a mi hermana con dificultad hacercarse ahacia el y darle pequeños golpes en su espalda, lo golpeaba mientras lloraba, cuando iba a ponerme de pie para alejarla, todo paso por mi vista de la manera más dolorosa.

El la agarro y la lanzo contra una esquina pero su cabeza chocó con un filo de el armario, llore y empece a gritar, el me tomó y de nuevo me lanzo, haciéndome perder la conciencia de nuevo.

Mi madre se hacerco hacia mi y dijo. -Estaré bien, la policía estará aquí pronto y tienes que estar afuera para que te ubiquen. Vete porfavor - me incorpore y mi madre también y ella se lanzó hacia el - Huye- corrí hacia la entrada.

Mi corazón latía con fuerza estaba desesperada, gire la manilla y no logre abrirla, tome la llave y la diriji hacia la a cerradura pero estaba tan nerviosa que no la introducía, después de respirar lo hice de nuevo y esta vez abrió, corrí hacia la salida y en la calle observe todo.

Hoy definitivamente no hay muestras de alegría en mi vida, hasta los niños que salen para ir al colegio se han callado, el cielo debería de aclararse pero en vez de eso se ensombrece cada vez más por la nube que anuncia la lluvia, una señora ayuda a cruzar la calle a sus hijos y como si no existiera me empuja haciéndome tambalear y perder el equilibrio y caigo de rodillas, el frío me embuelve y mis lágrimas empiezan a salir al mismo tiempo que las primeras gotas de lluvia caen del cielo, la calle se encuentra totalmente vacía en un abrir y cerrar de ojos, los autos tienen las ventana empañadas de vapor, y mis sollozos se hacen presentes y mi vista se nubla lentamente, escucho la sirena de la ambulancia.

La ambulancia se detiene en mi casa y dos paramédicos entran, mientras que dos sacan camillas y uno viene hacia mi a auxiliarme.

-¿Te en cuentas bien? - en el momento en el que iba a contestar uno de ellos grita.

-¡NO TIENEN PULSO! - mi respiración se acelera y mi vista se nubla y mi conciencia se va poco a poco.

Mi promesa estaba rota


Actualidad

El oficial deja de grabar me y yo respiro profundo, mi respiración se estaba dificultando.

-Ahora ¿Puedo irme a casa? - pregunte.
-Si, lo siento Astrid gracias por tu cooperación - mire detrás de mi, mi abuela estaba con lágrimas y mi abuelo mirando el suelo. Me levante y les hice entender que quería irme rápidamente.

Salimos subimos al auto y ya no pude soportarlo más, no podía con tenerme más, las lágrimas aparecieron conforme avanzaba el auto, lloraba en el asiento trasero y ellos solo estaban callados, los agradecí mental mente por ello.

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CUMPLIÉNDO MI PROMESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora