CUMPLIÉNDO MI PROMESA

Capítulo XXII: ¿Crees en Dios?

𝔸𝕝𝕓𝕖𝕣𝕥 𝔼𝕚𝕟𝕤𝕥𝕖𝕚𝕟

𝔻𝕚𝕠𝕤 𝕟𝕠 𝕔𝕣𝕖𝕠 𝕖𝕝 𝕞𝕒𝕝. 𝔼𝕝 𝕞𝕒𝕝 𝕖𝕤 𝕖𝕝 𝕣𝕖𝕤𝕦𝕝𝕥𝕒𝕕𝕠 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕒𝕦𝕤𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒 𝕕𝕖 𝔻𝕚𝕠𝕤 𝕖𝕟 𝕖𝕝 𝕔𝕠𝕣𝕒𝕫ó𝕟 𝕕𝕖 𝕝𝕠𝕤 𝕤𝕖𝕣𝕖𝕤 𝕙𝕦𝕞𝕒𝕟𝕠𝕤 .

-Astrid -Mi abuela corrió hacia mi apenas salí de mi habitación junto con mi psicologa, tenía lágrimas es sus ojos y sus ojos estaban rojos como la sangre.
-¿Estas bien? - le pregunte -Te dije que no haría nada para lastimarme, estoy bien. -
-Pero esa carta te a lastimado -

-No, que llamó carta dio ánimos a Astrid y un nuevo propósito, ahora tiene una promesa que cumplir - dijo mi psicologa-Astrid , ¿Puede leer tu carta tu abuela? - asenti.

Estire la Carta hacia mi abuela, ella miro la Carta y la tomó, sus manos al igual que las mías al abrirla por primera vez temblarón con nervios, leía las letras de aquella carta, algunas de sus lágrimas cayeron en aquella hoja de papel, lágrimas saladas profundas. Al terminar de leer me miro.

-Voy a llevarla a un lugar donde podrá iniciar con su promesa -
-Gracias, solo cuídala porfavor - ella asintió.
-Tranquila, al igual que ha usted Astrid a llegado a ser alguien importante para mi, ya no la veo como una cliente más - me sonrió.
-Ella es una buena muchacha - dijo mi abuela limpiando se las lágrimas.
- Lo se - me tomó la mano - Listo. Vámonos -asenti.

Salimos de la casa y nos dirigimos hacia un auto estacionado, ella aplastó un botón haciendo que el auto sonara y se quitara el seguro, luego me invitó a entrar. Me senté en el copiloto junto con ella y ella encendió el auto.

Empezó a manejar el auto por las calles y miraba desde la ventana a las personas pasar, niños jugar y señores con sus esposas agarrados de la mano.

-¿Y que sientes referente a tu promesa? -
-Es increíble, a lo largo de mi vida solo me hacia auto promesas, eran muy difíciles como la promesa de proteger a mi hermanita, para que no lloraba, para que no se sintiera mal. Pero mi casa estaba llena de gritos inesperados y de peleas, era muy difícil tapar sus ojos -Sonrisa
Ei tristemente - pero ahora está promesa que solo consiste en mi felicidad es tan triste, me acostumbre a no ser feliz -

-Lo se Astrid pero ahora te acostumbradas a ser feliz - asenti. -Tienes una promesa que cumplir por tu madre-

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El auto estacionó y mire por la ventaja donde nos encontrábamos, una corriente eléctrica atravesó mi espina dorsal. Estábamos en una iglesia.

-Entremos - me dijo y salimos del auto caminando hacia la entrada, al poner mi primer paso en la iglesia una sensación de paz tan estremecedora me recorrió y las ganas de llorar no tardaron en aparecer. La mire , sus paredes, el techo, de frente queriendo ver cada detalle de aquel sitio de paz.

-Ahora te preguntare algo Astrid ¿Crees en Dios? - respondi inmediatamente.
-Si -
-Muy bien, sabes que el puede ayudarte, que el te ve y siente lo que sientes, el valor de tu silencio, el lenguaje de tus lágrimas y te acompaño todos estos días ¿Lo culpas por que no te ayudó? -
-No-
-¿Porque ? -
-Porque a pesar de ser su creación tomamos distintos caminos, como un hijo a su madre. El mundo creció tanto, hay miles de poblaciónes. El mundo está caído, arruinado del pecado, el propósito es arrepentirse antes de morir. Y sobre los problemas del mundo hay personas que dicen que son pruebas pero yo no creo eso.Él no prueba a la gente incitandolas a hacer el mal, él no hace cosas malas ni empuja a las demás para que las hagan, él equilibra su capacidad de preveer el futuro con el cumplimiento de su propósito. No obliga a nadie a obedecer sus normas . Pero entonces ¿Porqué hay tantas muertes? Cada uno es privado al ser provocado y cautivado por su propio deceo y cuando lo consiguió da luz al pecado y luego la muerte, la muerte ha veces llega hacia ti o hay veces en las que llega a la gente que te rodea , es inevitable y la mayor culpa la tiene el ser humano. - respondi mirando aquella figura de Cristo  crucificado en el centro - Dios envió a su único hijo para rescatar a la humanidad pero ni eso funcionó con la humanidad. Ya no hay nada que hacer - respondi.

Pensando en este momento desde este lugar me doy cuenta que jamás estuve sola, Dios no me dejó sola, tenía a mi abuela que nunca hasta hoy se rindió y a Eian a quien lo evite por miedo. Y tenía a mi hermana y madre conmigo, se que me están viendo desde alguna parte de allá arriba ayudándole y animandome con pequeñas señales .

Recuerdo cuando iba al cuarto de atras , el sol me iluminaba desde mi ventana, alumbrando mi trabajos en la mesa. Solía pensar que es Dios que me esta viendo para decirme que no estoy sola, esa era mi esperanza, pero cuando todo esto paso me olvide del ser más importante que siempre a estado conmigo, Dios.

Hay tantos recuerdos escondidos en las iglesias, juraría que podía ver a mi madre, hermana y a mi sentadas en aquellas bancas escuchando al padre y podía ver el brillo de aquellas lágrimas que siempre arrojaba mi madre, las rodillas ponerse rojas al estar rezando. La sonrisa radiante de mi hermanita viendo la iglesia con asombro y a mi siempre enfocadas en ellas.

A menudo vemos a gente que solo llora en las iglesias, algunas de ellas vienen por que siempre lo han echo mientras que las otras se acostumbran a venir solo cuando algo malo les pasa, solo vienen a pedir cuando lo que deberíamos de hacer es venir siempre, o cuando tengas oportunidad para contarle de tus triunfos y de tu felicidad.

Lo llaman Dios y no lo obedecen, le llaman luz y no lo ven, es el camino y no lo siguen, es vida y no la deceas, es sabio pero no lo quieres escuchar, es bondadoso pero no confían en él, es eterno pero no lo buscas. Hay tantos aspectos en la vida.

Y yo solo buscan la paz... Y tú ¿Crees en Dios? .....