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Y ahí estuvieron un poco más hasta que la niña tuvo ir partir a su casa.

~ Gracias por cuidar a Nube... - dijo con una cálida sonrisa dibujada en si cara. -

~ No hay de que, Roger... ¿nos vemos mañana?

~ Si, claro. Descansa, pequeña.

~ Descansa, Roger, nos vemos mañana.

Se acercó un poco a el y depósito un beso en su mejilla, despidiéndose de él y caminando hasta su casa. A Roger le pareció algo raro ya que nunca había acostumbrado recibir besos así de parte de una mujer a menos que estuviesen coqueteando o hubiesen acabado de tener relaciones sexuales. Luego de asegurar de que la chica cruzara la calle sin peligro alguno y estuviera dentro de su casa cerro la puerta, y fue al sofá.













~¡Llegue! - aviso tras cerrar la puerta. -

Nadie contestó, así que ignoro eso y subió a su habitación. Antes de entrar a su habitación escuchó algunas voces, parecidas a la de su madre y su padre. Estaban peleando. Se le hacía m uy y raro ya que sus padres no eran quienes de pelear ya que tenían una buena y estable relación. O eso hacían ver en frente de sus hijas.

~ ¡nunca tienes tiempo para mí! ¡evitas cualquier tacto de mi parte! ¿Qué te pasa, Daniel? ¿Acaso ya no te soy suficiente? - decía Charis, mientras lloraba en voz baja. -

~ ¡Ya cállate mujer! ¡Tú muy bien sabe que ningún de los dos es feliz con éste matrimonio! ¡Y por la única razón que estamos juntos es por Alexa y Hope! - Le contesto Daniel mientras alzaba una de sus manos. -

Alexa decidió alejarse de la puerta de la habitación de sus padres e ir a encerrarse en su habitación. ¿En serio sus padres le mentían a ella y a su hermana sobre su amor? ¿En serio no eran felices?. Le rompió el corazón, no tenía idea de lo que podía pasarle. Siempre vivió con sus ambos padres, y no sabría como sería la vida sin uno de ellos junto a ella y su hermana todo el tiempo. Su visión se tornó borrosa, y sus ojos se llenaron de lágrimas. Pensando en todo lo que podía haber pasado o pasaría con sus padres.

Trato de concentrarse en otra cosa, pero no sabia en que. Daba vueltas por su habitación de un lado a otro, y se paró en la ventana que daba vista a la casa de al frente. La observaba y la apreciaba, mientras pensaba en la persona que habitaba en ella. Roger Taylor. Por un momento comenzó a imaginar una vida junto a el. Como serían sus abrazos. Como serían sus caricias. Como serían sus besos. Deseaba saber cómo se sentía todo eso. Mientras pensaba eso, un cosquilleo comenzó a correr por todo su estómago. ¿Que le sucedía? Ella pensaba que se había enfermado o algo de la comida la había caído mal. Pero tal vez no era eso exactamente. Ella estaba sintiendo un nuevo sentimiento. Uno que tal vez ya lo había sentido, pero tal vez no exactamente. Ese sentimiento era amor. Tal vez ya lo había sentido, como con sus abuelos, sus padres, sus tíos o hasta por su hermana menor. Pero nunca lo había sentido por un hombre. Un hombre que no tenía que ver absolutamente nada con ella o su familia.

¿𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐨 𝐩𝐥𝐚𝐜𝐞𝐫? - 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora