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~ ¿y qué vas a hacer hoy? - pregunto su mejor amiga, Freya. -

~ No tengo nada que hacer, hasta ahora.  - contesto la otra chica suspirando pesadamente.  -

Ambas chicas iban de camino a sus respectivas casas luego de la escuela. Freya se ofreció acompañar a su amiga a su casa ya que quedaba de pasaba a la suya, además de que estaba preocupada por su amiga.

Alexa desde pocos días antes había comenzado a actuar diferente, y eso le preocupaba mucho a su amiga.

Por otro lado estaba Alexa, caminando en silencio y pensativa. Tratando de procesar todo lo que había sucedido en su vida en un abrir y cerrar de ojos. Su madre y su hermana, ya no vivan junto a ella, ahora vivían en otro país. En Estados Unidos. Su padre había traído una nueva mujer a la casa, a la cual le tenía que llamar madrastra por más que no le gustara llamarla así. Y por último, y tal vez lo más que la a afectado, su padre, su padre se volvió una persona completamente diferente. Ya no era cariñoso, ahora le gritaba sin sentido alguno, en veces la llegaba a golpear. Y ella no podía hacer nada, ya que su madre estaba bastante lejos de ella y no la quería preocupar más de lo que ya estaba, y además de que su padre la había amenazado si le llegaba a contar a alguien sobre con que pasaba en su casa.

~ Alexa.... ¡Alexa! - su amiga ma sacudió para sacarla de sus profundos pensamientos. - Ya llegamos a tú casa...

~ Oh sí, lo siento...

~ ¿Estas bien?, te veo muy preocupada. 

~ Si, si, estoy bien, solo nerviosa por los próximos exámenes nada más... - le sonríe falsamente para tratar de calmar a su amiga. -

~ Hola, hola, niñas... - saludo el chico rubio mientras cruzaba la calle. -

~ ¡Roger! - Alexa comentó, y corrió hacia el inconscientemente para abrazarlo, cosa que le sorprendió a él chico pero aún así correspondió. -

~Eh, ¿hola? - comento, Freya llamando atención de los dos presentes. -

Rápidamente Alexa se separó de Roger algo sonrojada, y se fue al lado de su mejor amiga.

~ Eh, Freya, este es Roger, mi vecino, Roger, Freya mi mejor amiga. - presento la de el cabello negro. -

~ Hola, mucho gusto... - saludo Roger. -

~ Hola - sonrió la chica castaña. -

~ Bueno, Ale, solo venía a preguntarte, ¿si querías ir esta noche a mi casa? Los chicos van a estar y te prometí que te los iba a presentar...

~ Eh, si, si estaré ahí, no te preocupes.  - dijo la chica algo nerviosa. -

~ Bueno, nos vemos en un rato, hermosa. - dijo, dio media vuelta y cruzó la calle para ir a su casa. -

~ ¿Vecino? ¿presentarte a los chicos? ¿Hermosa? ¡me vas a explicar todo, Alexa! - le dijo su mejor amiga mientras movía su mano. -

~ Si, te llamaré más tarde. Adiós.  - le dijo a si amiga y entro a su casa. -

Cuando entro a la casa observo que no había nadie, y supuso que su padre aún estaba en el trabajo, y su madrastra gastando toda la tarjeta de crédito en el centro comercial. Así que subió a su habitación para hacer su tarea y poder ir a casa de Roger más tarde.













Termino de acomodar su vestido y poner sus botas altas, y bajo lentamente las escaleras para acercarse a la puerta.

~ ¿A dónde, demonios crees que vas? - le pregunto su padre con su fuerte voz. -

~ Eh, papá, voy a casa de Roger.... - dijo en voz casi inaudible, por su miedo. -

~ ¿Cuantas veces te tengo que decir que es padre, no papá? ¿Además para que vas a ir a casa de ese hombre que ni siquiera conoces?

~ Padre, voy a cuidar su perro, porque el no va a estar, como siempre... - dijo acercándose a la esquina de la pared llena de terror. -

~ ¿Haz visto tu vestido acaso? Esta muy corto - el hombre se acercó a ella lentamente. - Oh, mi Alexa, haz crecido tanto, ya eres toda una mujer... - el hombre comenzó a acariciar lentamente la mejilla de la chica, mientras esta lloraba en silencio. -

~ Papá déjame ir - suplicó la chica entre lágrimas.  -

En ese momento el hombre alzó su mano y golpeó la pálida cara de la adolescente, haciendo que esta cayera al suelo, y comenzara a sangrar un poco.

~ No vas a salir, ¿entendiste, muñeca? - le pregunto su padre mientras levantaba el rostro de su hija para verla a la cara. - ¡dime si entendiste!

~ Si, padre - dijo mientras lloraba desconsoladamente por el dolor en su rostro. -

~ Muy bien esa es mi niña. Ahora ve a dormir, que mañana tienes colegio.  - le sonrío y se esfumó del lugar. -

La chica se levantó lentamente del suelo y subió las escaleras para encerrarse en su habitación mientras lloraba. Cerro con seguro la puerta y se paró en frente de su espejo, observando perfectamente su rostro, lleno de sangre mientras lloraba.

Fue a su escritorio y tomó una hoja de papel y escribió en ella;

" Hola, Roger, hoy no podré ir a tú casa ya que tuve que salir de emergencia con mi padre por unos asuntos familiares, espero que lo puedas entender y perdóname por hacerlos esperar. Espero ponerlos ver muy pronto.

- Ale"
S

ecó sus lágrimas y se escapó por la ventana de su habitación con suma cautela y fue a dejar la nota a la puerta se su vecino. Luego volvió a su habitación, de la misma forma en la que había salido.


Estando ahí, se acostó en si cama. Hasta que sus lágrimas aburrieron y la hicieron caer en un profundo sueño.

¿𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐨 𝐩𝐥𝐚𝐜𝐞𝐫? - 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora