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Los últimos días para la familia Webber había sido completamente diferente. Llena de peleas por parte de la pareja. Las dos niñas estaban muy preocupadas por lo que sucedía. Su familia cada vez se iba deteriorando más y más con el pasar de los días. Alexa estaba completamente estresada, preocupada y sumamente triste. Sentía que su casa, que su familia de había convertido en una pesadilla. Pero aunque se sintiera así, trataba de mostrar que estaba bien y confiada, solo para que su hermana menor estuviera bien y confiara que las cosas estuvieran bien. Así que trato de seguir su vida como si nada estuviese pasando.

Un día común y corriente Alexa y Hope volvía de la escuela e iban directamente a su casa. Al llegar a la casa notaron que habían unas maletas y unas muy pocas cajas con pertenencias de su madre. Inmediatamente Alexa se preocupó mucho y subió a la planta de arriba de la casa. Al terminar de subir las escaleras acompañada de su hermana, escucho un leve llanto que provenía de la habitación de sus padres. Sin pensarlo fue corriendo a ver que sucedía. Al llegar se encontró a su madre llorando mientras guardaba algunas de sus pertenencias en una maleta más. La mujer se dio de cuenta sobre la presencia de sus dos hijas.

~ ¿Mamá, que sucede? - le pregunto su hija mayor acercándose lentamente a ella. - Hope, ve a tú habitación, mamá y yo tenemos que hablar.

Su hermana menor sin decir nada, la obedeció. Y su madre fue hasta ella y la abrazó mientras lloraba en su hombro.

~ Hija, tú padre me engañó con otra mujer.

~ ¿Que mi padre hizo que? - pregunto helada, no podía creer lo que su madre le decía.  -

~ Si, una mujer del trabajo. Por eso nos mudamos a esta casa. Solo porque el quería estar más cerca de su amante. Cuando decía que se quedaría más tiempo en la oficina, realmente se iba a ver con esa mujer. 

~ ¿Y todas estas maletas de quien son? - le pregunto su hija, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. -

~ Me tengo que ir de la casa. El me dijo que me tenía que ir. Y también quiere el divorcio, y hasta eso ustedes dos se deben quedar con el hasta que el tramite sea completado y el juez dicte quien tendrá la custodia de quien.

~ No mamá, no me puede dejar, no puedo vivir sin ti madre. - Alexa abrazo a su madre desesperadamente mientras lloraba desconsoladamente. -

~ Yo tampoco quiero dejarlas mis niñas, pero tengo que hacerlo. Por el bien de ustedes dos. Pero te juro que pelearemos hasta lo último por tenerlas a las dos a mi lado, para siempre. - la mujer secó las lágrimas de sus hija con sus pulgares y la abrazó lo más fuerte que pudo. -








Despedirse de su madre fue una de las cosas más difíciles que le pudo haber pasado. No quiera dejarla. No quiera estar sin ella. No quería estar ahí. Ya no veía a su padre como el hombre amorosos, y de familia que solía ser o imitaba serlo. Y claramente ya no lo era. Ahora era un hombre completamente diferente.

Cada semana tenía que ir al tribunal para los trámites del divorcio. El juez le otorgó la custodia de su hermana Hope a su madre, así que ella se tenía que quedar en la misma casa con su padre y la mujer blanca y con cabello de color rojizo, demaciado presumida y orgullosa quien sería su nueva madrastra, su nombre era Aurore. Quien sería causante de la infelicidad de Alexa de ahora en adelante.

¿𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐨 𝐩𝐥𝐚𝐜𝐞𝐫? - 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora