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Buenas noches, al parecer, seguimos existiendo. ¿Qué hacemos aquí en este mundo?

Lo que me gustó del laboratorio era que nuestra permanencia allí consistía en "comprender la realidad". Esa fue una de las pocas frases que Vector A me dijo cuando le pregunté cuál era mi propósito allí. Al conocer a Billy, esa consigna empezó a tener sentido. Billy tiene una visión muy particular de la realidad, todo un mundo para explorar. Además no me podía quejar. Nos daban techo y buena comida. Ducha con agua caliente. Televisión por cable. Las habitaciones eran grandes y, con cierta frecuencia, Vector A nos llevaba a nuevas habitaciones a conocer otros "ratones". Así conocí a Uma, la escritora. Su habitación tenía un estante lleno de cuadernos. Ella había escrito en todos. Cuentos, novelas, ensayos sobre la existencia. Uma escribía como respiraba. Y eso me parecía fascinante. Pero lo más importante era que el Núcleo le iba a dar 12 historias. Y su misión empezaría el 25 de enero de 2020.