01.

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Un día colorido para las personas felices, gris para las personas ajenas a ese sentimiento.

Neutral para aquel azabache

Steven tenía su vista en algún punto fijo de aquella habitación sin límite, el color rosa predominaba en el lugar, acompañado de las nubes.

Un ambiente un tanto melancólico para el muchacho.

La habitación de su madre era el lugar en el que ahora pasaba la mayor parte de su tiempo.

No había señal en el lugar, así que se mantenía alejado de la población tanto humana como gema.

El tiempo en ese lugar era raro, o quizá era el, evadiendo la realidad fuera de esa habitación. Era verdad que la era III ahora era perfecta para las gemas, pero en Steven habitaba esa incesante sensación de culpa, culpa que a veces lo quería hacer vomitar.

Solo tenía a una persona de completa confianza para eso, sin embargo Connie ya no se encontraba la mayor parte del tiempo disponible, y los escasos minutos fuera de su horario ella tenía que descansar.

O eso pensaba Steven, y el no quería interferir en eso.

Recordaba la primera vez que la conoció, logrando que una pequeña sonrisa se asomara en la comisura de sus labios y una calidez se instalara en su pecho.

Alguien en sus cinco sentidos no le hubiera vuelto a hablar, pero ella, ella siguió regresando a ese lugar. Ambos se complementaban en distintos aspectos.

Ella era el espada, él era el escudo, ambos coexistiendo para protegerse mutuamente, y Stevonnie era una perfecta prueba de ello.

Pero lo más probable es que la morena abandonase aquella ciudad por sus estudios, un mejor futuro, una buena vida.

Steven sintió sus ojos húmedos, entendiendo que las lágrimas empezaban a instalarse en sus ojos.

—Quizá si Stevonnie fuera a la universidad...

No, no le iba a detener el gran futuro a su amiga con sus pensamientos. Quería que ella progresara.

Steven no se iba a volver dependiente a la compañía y cariño de la morena.

Sin embargo, sentía que él se dividía en dos. Una parte, la más razonal le decía que Connie estaría bien lejos de Ciudad Playa, experimentando una nueva etapa de su vida.

La otra parte, la más débil y sentimental, le decía que hablar esto con Connie no estaría mal, quizá y se quede.

Quizá y Stevonnie iría a la universidad.

Negó, levantándose de su lugar, sintiendo la pesadez de su cuerpo al abandonar el lugar que sentía cómodo.

Salió de la habitación, haciendo que esta se cerrara tras él con el símbolo de una estrella y la pequeña gema rosa brillando.

Inspeccionó la cabaña, estaba tal cual como la había dejado en la mañana, el sentimiento de soledad y abandono predominaba en ese lugar y bueno, él estaba acostumbrado.

Las Gems se llevaban la mayor parte de su tiempo en el Pequeño Planeta Madre, ayudando o enseñando.

A veces salían en busca de una gema corrupta, y al final del día Steven se encargaba de eso.

Ayudar a las nuevas gemas a instalarse en aquel lugar era algo que se había vuelto rutinario, y de vez en cuando lo sentía abrumador.

Eran muchas las veces que se topaba con gemas similares a Jaspe, pero a diferencia de esta, las nuevas gemas aceptaban aprender y buscar su lugar en el Pequeño Planeta Madre.

My Happiness [Steven Universe] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora