"Tenemos que atrevernos a ser nosotros mismos, a pesar de lo atemorizante o extraño que eso pueda llegar a ser."
—May Sarton
12:53 am
Abril 14, 2015
(Kate llegó a la última entrada del diario de John)Noviembre 09,2013
No puedo creer que ya haya pasado un año. Los primeros meses del tratamiento con hormonas fueron constantes esperanzas y chequeos de nuevos cambios. Cada minuto miraba al espejo para ver qué había cambiado en mí. Después de eso, me sentí muchísimo más cómodo con mi cuerpo y empecé a aceptarlo dejando de mirar qué le había pasado a cada uno de mis cabellos. Después de unos 5 meses, ya pude salir a la calle y ser visto como un hombre. Nunca me confundieron con una chica (excepto aquella vez en ese bar). Después de 10 meses, mi vello corporal se multiplicó por 4 y ya no parecía una chica. Tampoco parecía un chico. Las hormonas funcionaban, ya parecía y me sentía un adulto jóven.
Emocionalmente, no puedo estar mejor. Soy más seguro de mí mismo y valiente. Ya no me la paso mirando mi cuerpo y criticando cada centímetro. Siento que soy capaz de interactuar con el mundo en un nuevo nivel. Si pudiera devolver el tiempo y corregir mis errores, hubiera elegido hacer este cambio hace mucho más tiempo. Hubiera comenzado con esto antes de la pubertad y me hubiera ahorrado esas pastillas para detener los odiosos síntomas de pubertad femenina. Sobre todo, eso de estar sangrando por el orto cada mes. En otras palabras, empezar con el proceso transgénero me ha traído una nueva perspectiva de mi vida. Una completa y feliz.
Y aunque me hubiera gustado empezar con esto hace mucho antes, no me arrepiento de nada. Fue lo que me trajo aquí. A estar bien conmigo mismo. A ser feliz. Fue lo que me trajo a Kate.
(Kate sonrió con un toque de nostalgia, depositó el diario suavemente en su mesa de noche y se preparó para ir a dormir. El baile de graduación era mañana por la noche y necesitaba descansar para estar lista)
PD: Un capítulo más, el epílogo y... Y luego llanto, bye.