"Z"entimientos~'Zayn&&tu'~

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~Capítulo 38.

Dejé de correr hace muchoEstoy agotada y el bosque no parece tener fin.
Zayn me ha dicho que debo encontrar una
carretera, pero he caminado una eternidad y no
encuentro nada.

Comienzo a creer que me he desviado en algún
punto. Tengo mucho frío. Mis dientes castañean y
me abrazo a mí misma, intentando mantener el
calor de mi cuerpo. Tengo mucho miedo. Estoy
aterrorizada. No dejo de pensar en Zayn...
Hace rato que escuché los estallidos de los
disparos. El silencio mortecino que le siguió, me
puso los nervios de punta.
Me siento completamente aterrorizada. Quiero
llorar, y al mismo tiempo quiero estar tranquila y
no perder la compostura. No puedo perder los
estribos en estos momentos.
Camino durante lo que puede ser una eternidad o
unos pequeños instantes, cuando la veo.
A pocos metros de distancia, detrás de una
arbolada, distingo la carretera. ¡La carretera!,
¡Llegué a la carretera!

Me echo a correr el resto del camino y, cuando
mis pies tocan el concreto del camino, quiero
llorar. Mi mirada viaja a todos lados y comienzo a
reír. Estoy histérica. ¡Encontré la carretera!...
Lágrimas pesadas bajan por mis mejillas, y camino
hacia la izquierda. Tengo que llegar al pueblo.
Tengo que llegar.

Estoy tan ansiosa que me echo a correr. No puedo
esperar más. Tengo que llegar al pueblo y pedir
ayuda. Tengo que hacer que ayuden a Zayn. Estoy
cansada, hambrienta y asustada. No deseo hacer
otra cosa más que ver a Zayn. Lanzo una plegaria
silenciosa mientras me detengo a tomar aire.
El sol está comenzando a salir. Ha sido la noche
más larga de toda mi vida. La noche más
angustiante de mi existencia...

Tengo las manos entumecidas por el frío y los
dedos de mis pies están acalambrándose por el
esfuerzo físico. ¿Cuándo perdí toda mi condición física?...

Las náuseas matutinas me asaltan una vez más y
me arrincono en un arbusto a vaciar mi estómago.
Me siento mareada y débil, pero me obligo a
ponerme de pie y echarme a andar.

Cuando veo las casas del pueblo quiero echarme a
llorar. En su lugar, me echo a correr una vez más.
Mis músculos gritan del dolor y creo que me he
desgarrado los músculos de mis piernas por tanto
correr, pero no me detengo. Tengo que llegar.
Estoy a punto de llegar. No puedo dejarme vencer
cuando estoy tan cerca.

Estoy eufórica que no sé qué hacer. Hay un par de
señoras barriendo las calles. Otras acompañan a
un par de niños con mochilas en las espaldas. Los
autos en movimiento me hipnotizan. ¿Cuánto
tiempo he pasado lejos de la rutina de la gente?...

-¿Estás bien? -una mano se posa en mi hombro
y me giro bruscamente.

Me siento tentada a tomar la pistola de la
cinturilla de mis vaqueros, pero cuando veo a la
vieja señora mirándome con preocupación, me
relajo. Ella me mira con el ceño fruncido y parece
tener miedo de tocarme
.
-¿Estás bien? -repite y siento toda la tensión de
las últimas horas liberándose de mi cuerpo.
Comienzo a llorar desesperadamente. Intento
hablar un par de veces, pero lo único que consigo
pronunciar es un incoherente balbuceo.

-Tranquila -me dice-. Respira conmigo.
Yo imito sus respiraciones profundas pero me es
imposible formular oraciones coherentes. Quiero
golpearme en la cabeza por no poder hablar en un
momento como éste. Zayn está en peligro y yo
estoy perdiendo el tiempo.

-Necesito llamar a la policía -sollozo
entrecortadamente.

La alarma se enciende en el rostro de la mujer. -
¿Qué sucede?, tranquila, respira.
-Me tenían encerrada -sollozo. Estoy
temblando de pies a cabeza-. E-Escapé y hay
a-alguien herido. ¡Hay alguien herido!, ¡hay alguien
herido!, ¡hay alguien...!

No puedo continuar. Los sollozos son más
poderosos. Me deshago en el suelo y me hago un
ovillo. La mujer está hablando pero no la
entiendo. Lo único que puedo pensar es en Zayn.
En el tiempo que ha pasado desde que lo dejé en
el bosque. No debí haberlo dejado.

Me encuentro caminando pero no soy capaz de
conectarme con el mundo. No puedo dejar de
llorar. No puedo dejar de sentirme horrorizada.
El comisario me pregunta mi nombre y yo lo
respondo. Me pregunta el número de teléfono de
algún pariente y yo balbuceo el de mis padres. Me
pregunta que ha pasado y le cuento todo. Le
cuento todo y al mismo tiempo siento como si no
estuviera ahí. No estoy ahí... No es real... Zayn está
conmigo...

~*~

Cuando soy consciente de mí una vez más, estoy
arriba de un auto.
La alarma se enciende dentro de mi cuerpo
inmediatamente y busco la pistola en la cinturilla
de mis vaqueros. No hay nada. Me la han quitado.
El horror me invade y comienzo a gritar.

Alguien me abraza con fuerza y me contiene pero
yo no puedo dejar de desmoronarme. No puedo
dejar de gritar por Zayn. No puedo dejar de pedir
que me dejen ir. Un dolor punzante estalla en mi
brazo y todo mi cuerpo se relaja sin que yo lo quiera.
Estoy luchando por mantenerme despierta pero no
puedo hacerlo. No puedo... No...

~*~

El sonido estridente de un claxon me hace saltar.
Mi mirada viaja en todas direcciones y soy
consciente del hombre a mi lado. ¿Dónde estoy?,
¿Qué está pasando?, ¿A dónde me llevan?...

-_____ soy el oficial Douglas. Estuviste
secuestrada durante seis meses, ahora vamos en
una patrulla en camino a Londres a ver a tu familia
-me informa el hombre mirándome amablemente.
El alivio estalla dentro de mi cuerpo, cuando de
repente, los recuerdos me golpean. -¡Tienen que
volver!, ¡tienen que salvarlo!, ¡tienen que
ayudarle!, ¡tienen que...!

-Tranquila. Han enviado un operativo a todo el
bosque para buscar a los culpables. No deben
haber ido muy lejos.

-¡No lo entiende!, ¡No lo entiende!, ¡Alguien me
ayudó!, ¡Está herido!, ¡Le dieron en la rodilla!, ¡Le
dispararon en la rodilla!, ¡Tienen que encontrarlo!
-sollozo con impotencia. Tengo ganas de golpear
algo. Tengo ganas de gritar. Tengo ganas de
bajarme del auto e ir a buscarlo por mi cuenta.

-Tranquila. Están en la búsqueda. Todo estará
bien.

No le creo. Para mí, nada en éste momento está
bien. Nada puede estarlo cuando no sé donde está
él.

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