ᴅᴇꜱᴘᴇᴅɪᴅᴀ ᴇᴛᴇʀɴᴀ (ʟᴀɴ ꜱɪᴢʜᴜɪ ʏ ᴊɪɴ ʟɪɴɢ)

Capítulo 5

"Destino"

Jin Ling

Esperamos dos días más hasta que mi celo cedió, mi tío WangJi vino a buscarnos.

—Er-Gege — el dramático reencuentro se dio — este esposo tuyo se siente vació sin la compañía de su esposo conejo.

Se arrojo a sus brazos y mi tío le correspondió con la misma intensidad amorosa.

—Yo también me sentí mal sin Wei Ying.

Me sentía hasta mal de ser una causa de su "separación".

—¿Cómo te encuentras Jin Ling? — y me sorprendió por completo, tanto que me saco una sonrisa.

—Ya me encuentro mejor.

—Obvio que si Lan Zhan, este omega lo cuido bien — se señalo — por cierto — perdió su sonrisa — debemos partir a Gusu.

—Me contó mi hermano — contesto y me miró nuevamente — está bien.

—Lo sé, por cierto, y ¿Dónde está A-Yuan?

—Clases.

Oh era verdad, yo igual tenía que reponer mis faltas.

Ya de regreso a casa, me puse a hacer maletas, no sabía si debía empacar toda mi ropa o solo algo más ligero. No sabía si regresaría a Gusu, y en verdad ese pensamiento me causo arcadas.

Le preguntaría al tío, pero primero necesitaba un vaso de agua.

Fue cuando lo percibí, era un aroma agradable y atrayente, era un aroma a pino, demasiado fresco, demasiado mío.

—A-Ling — era la voz de A-Yuan.

—Hola — ¿Por qué me sentía tan tímido? Mi corazón estaba acelerándose, y nació una necesidad incontrolable de abrazar a A-Yuan — ¿Acabas de... mm llegar?

—Si, yo — miró a otro lado — acabo de llegar.

—Ya veo — era demasiado incomodó para mí, creó que para ambos.

Entonces capte algo, él fue el primero en percibir mi celo, y eso era difícil porque apenas iba a desprender mi olor, mi tío Wei Ying me dijo que mi aroma lo capto cuando llegamos a la cabaña.

—Eres mi destinado — era obvio — tú eres mi destinado.

—Si — soltó aire — Ya te disté cuenta.

—¿Lo sabias?

—Yo percibí tu esencia desde que llegaste a Gusu.

—¿Por qué no me lo dijiste? — creó que sonaba algo molesto.

—Quería que tú solo te dieses cuenta, no quiero presionarte a nada — me hablo con sinceridad.

Bueno eso me tranquilizaba, eso también explicaba la atracción que sentía desde que nos vimos.

—No sé que sentir — dije con sinceridad — no quiero que estemos juntos solo porque nuestros cuerpos lo dicen, es como amar por obligación.

Y esa era la verdad, no quería que fuese de ese modo, me gustaba, pero no podía decir que era amor y mucho menos después de lo vivido con mis padres, que en verdad ellos estaban juntos por obligación.

—No tiene que ser de ese modo — se acercó a mi — tienes apenas 16 años y yo 19, no estamos listos para algo serio, quiero creer que no te desagrada el hecho de que soy tú destinado.

—Claro que no — igual me fui acercando — solo es que no quiero más sobre mis hombros, es suficientes con lo que tengo que hacer ahora.

—Entonces ¿Por qué no intentamos que funcione?