CAPITULO 1

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¡Feliz Cumpleaños Lokiiii!
— Baby, necesitas acostarte con alguien.
Loki Laufeyson se estremeció al escuchar el grito de Tony en mitad del pequeño Café de
Nueva York, donde se encontraban apurando los restos del almuerzo, consistente en carne asada con arroz. Desafortunadamente para él, la voz de su amigo poseía un encantador timbre agudo que podía hacerse oír incluso en mitad de un huracán.
Y que en esta ocasión, fue seguido de un repentino silencio en el atestado local.
Al echar un vistazo a las mesas cercanas, Loki percibió que los hombres dejaban de
hablar, y se giraban para observarlos con mucho interés del que a él le gustaría.
¿Tony aprenderá alguna vez a hablar en voz baja?
Por enésima vez desde que se conocieron, Loki deseaba que Tony pudiese sentirse avergonzado. Pero su vistoso, y a menudo extravagante, amigo no conocía el significado
de dicha palabra.
Se tapó la cara con las manos e hizo lo que pudo por ignorar a los curiosos mirones. Un deseo irrefrenable de deslizarse bajo la mesa, acompañado de una urgencia aún mayor de darle una buena patada a Tony, lo consumían.
— ¿Por qué no hablas un poquito más alto, Tony? —murmuró—. Supongo que la gente de China no ha podido escucharte.
— Oh, no lo sé —dijo el guapísimo camarero moreno al detenerse junto a su mesa—.
Seguramente se dirigen hacia aquí mientras hablamos.
Un calor abrasador tomó por asalto las mejillas de Loki ante la diabólica sonrisa que le dedicó el camarero, y no evito leer el nombre que estaba en su ropa Bucky.
— ¿Puedo ofrecerles algo más? —Preguntó, y después miró directamente a Loki—. O
para ser más exactos, ¿hay algo que pueda hacer por usted? ¿Qué tal una bolsa con la que taparme la cabeza y un garrote para golpear a Tony?
— Creo que ya hemos acabado —contestó Loki con las mejillas ardiendo.
Definitivamente, mataría a Tony por esto—. Sólo necesitamos la cuenta.
— Muy bien, entonces —dijo sacando la nota, y escribiendo algo en la parte superior del papel. La colocó justo delante de Loki—. Puede hacerme una llamadita si necesita cualquier cosa.
Una vez el camarero se marchó, Loki se dio cuenta de que había anotado su nombre y su teléfono en la parte superior del papel.
Tony le echó un vistazo y soltó una carcajada.
—Baby eso te está pasando muy seguido, desde que tu cabello está negro y largo, no hay nadie que se te resista.
— Espera y verás —le dijo Loki, reprimiendo una sonrisa mientras calculaba el importe de la mitad de la cuenta —. Me las pagarás.
Tony ignoró la amenaza y se dedicó a buscar el dinero en su bolso.
— Sí, sí. Eso lo dices ahora. Si yo estuviese en tu lugar, y estuviera soltero marcaría ese número. Está guapisimo el chico.
Loki paseó la mirada por el preciso lugar donde el camarero esperaba, con una cadera apoyada en la barra.
— Sí, pero don Soy un bomboncito, que está ahí enfrente, bien lo merece.
— Y yo me pregunto cuánto estaría dispuesto a pagar Steve por saber que su pareja se la ha pasado todo el almuerzo comiéndose con los ojos a un chico.
Loki resopló mientras dejaba el dinero sobre la mesa.
— No me lo estoy comiendo. Lo estoy evaluando para ti. Después de todo, era de tu vida Sexual de lo que hablábamos.
— Bueno, mi vida sexual es sensacional y no le interesa a la gente que nos rodea. —Y tras soltar el dinero en la mesa, cogió el último trozo de carne y se encaminó hacia la
puerta.
— No te enfades —le dijo Tony mientras salía tras él a la calle, atestada de turistas y de los clientes habituales de los establecimientos.
Loki se abrió camino entre la multitud y de los ambulantes, dispuestos a lo largo de la calle.
— Sabes que es cierto —le dijo Tony una vez la alcanzó—. Quiero decir, ¡Dios mío, Loki!,
Tienes 25 años y aún eres virgen.
Varios mirones se detuvieron curiosos, para observar alternativamente a Loki y Tony.
Ajeno —como era habitual en él— a la atención que despertaban, Tony continuó sin detenerse.
— No me digas que tú has olvidado que estamos en pleno siglo 21. O sea, vamos a ver,¿alguno de tus amigos a parte de mi, sabe que eres virgen?
Loki acabó de tragarse el trozo de carne y le dedicó a su amigo una desagradable y furiosa mirada. ¿Es que la intención de Tony era la de gritar a todo pulmón, en plena calle,
sus asuntos personales a todo humano que pasara por la zona?
—Baja la voz —le dijo, y añadió con sequedad—, no creo que sea de la incumbencia de algunos de mis amigos si soy o no la reencarnación de un santo. Y con respecto a lo del
siglo 21 eso no significa que me voy a acostar con cualquiera que se me presente al frente.
Tony soltó un bufido.
— Sí, entiendo, oyéndote hablar se diría que ninguna persona se te hubiera acercado pero lo sabes bien. Has estado con incontables personas y aun no has podido estar con nadie de esa manera.
Loki le lanzó una mirada divertida.
— Bueno, a ver, creo que en todas las personas que han estado conmigo no he encontrado el amor. Además estoy más concentrado en mi trabajo que en buscar pareja.
— Pues no entiendo, siempre me dices lo mismo pero ni siquiera en las fiestas de la empresa te le acercas a un hombre.
Haciendo una mueca, Loki comenzó a caminar hacia el lado opuesto de la calle, justo frente a la Oficina de Información Turística, donde se encontraba una pequeña biblioteca,
siempre le encantaba leer novelas para desestresarse.
Cuando llegó al mostrador —observo un sinfín de libros apilados a un costado y suspiró.
— Sabes que no me importaría quedar con un hombre que se mereciera que le dedique
mi atención. Pero la mayoría resulta ser una pérdida de tiempo tan evidente que prefiero ponerme a trabajar.
Tony le dedicó una expresión irritada.
— ¿Qué tenía de malo Helblindi?
— Siempre me besaba y no me dejaba respirar.
— ¿Y Sam?
— Era muy Celoso.
— ¿Hogun?
Loki miró a Tony y éste alzó las manos.
— Ok, quizás tuviera un pequeño problema con lo de las apuestas. Pero es que todos necesitamos distraernos con algo.
Loki lo miró furioso.
— Eh, ¿chicos ya volvieron? —les preguntó Steve saliendo del cuarto con unos libros en los brazos.
Dos años mayor que ellos, Steve tenían el cabello rubio acompañado de unos ojos azules y siempre llevaba ropas que lo hacían parecer mucho mayor. Era el novio de Tony,
estudiaba en la universidad y ayudaba a su abuelo a administrar su pequeño negocio.
— Sí, ya he vuelto stevi—le contestó Tony mientras se acercaba a darle un beso y ayudarlo a colocar los libros en la repisa
-¿Paso algo interesante durante mi ausencia?-pregunto Tony.
— Mi abuelo vino y pregunto por ti, quiere que vayamos a comer pasado mañana a su
casa. Y me dejo encargado limpiar los estantes antiguos.
—ohhh!! Stevi tenemos que ir de compras para esa reunión —dijo Tony dejando su bolso la silla, y saco un delgado, pero gigantesco, libro con tapas de cuero marrón que Loki no
había visto nunca.
— ¿Qué traes ahí Tony?-pregunto Loki curioso
-Es tu regalo de cumpleaños, pero no te diré más-dijo riendo
- es hoy, ¿por qué no me dejas verlo?-pregunto tratando de cogerlo.
-No, espera a más tarde-dijo y antes de que Loki replicara agrego-no te lo mostrare.
Steve movió la cabeza de un lado a otro mientras los observaba. No creía que lo que le fuera dar Antony al pequeño le agradara.
— ¿Por qué no vamos a una pastelería que han abierto hace poco?-pregunto Steve, antes que empezaran a discutir.
— ¡Oh! Un Cheesecake de fresas sería un estupendo postre.
— La comida no puede sustituir al sexo —le dijo Tony mientras colocaba las revistas y el libro sobre la mesa—. ¿No es eso lo que siempre dices…?
— De acuerdo, el punto es tuyo. Pero, Tony, en serio, ¿a qué viene este repentino interés en mi vida sexual? Mejor dicho, en mi falta de ella.
Tony cogió el libro.
— A que tengo una idea.
El escalofrío que sintió ante las palabras de Tony le llegó hasta los huesos, y eso que el calor era agobiante.
— ¿No será otra sesión de espiritismo? ¿Verdad? Ya te dije Steve que tienes que alejar esos libros raros de Tony.
—Yo no le enseñe nada, él solito lo encontró-dijo Steve y es que su novio había encontrado un reciente hobbie y era leer sobre espíritus y esas cosas.
— No, esto es mejor.
En su interior, Loki se encogió y comenzó a preguntarse qué sería de su vida en esos momentos si hubiese tenido un compañero de habitación normal el primer año en preparatoria, en lugar de Tony. De algo estaba seguro: no habría estado discutiendo de su vida sexual en medio de un restaurante.
-Bueno, los veo en la noche-dijo antes de retirarse, tenía que ir a su departamento y hacer un nuevo modelo de seguridad que iba a salir al mercado y no había avanzado mucho.
En ese momento, comenzó a pensar en lo diferente que era con Tony. El soportaba el otoño con un ligero polo verde y un pantalón negro. En contraste, Tony llevaba un skinny
jean rasgado negro con un polo negro que decía en letras blancas sexy y un saco plomo.
El pelo castaño y los típocos lentes que siempre usaba.
Aunque ya sabía que todo se debía su trabajo, debido a que Tony era dueño de una multimillonaria empresa de tecnologia y debía verse muy bien en cualquier ocasión.
Ahora lo que le preocupaba era la extraña creencia que Tony había desarrollado por el ocultismo.
Y en su insaciable apetito sexual. Que terminaba por contarle las incontables noches que se pasaba con su capi como le decía él. Y el otro que no dudaba en satisfacerle en cuanto
Tony se lo pedia.
Llego a su departamento y arreglo la sala para cuando llegaran sus amigos. Solo había invitado a tres de ellos ya que eran los más cercanos y debido a que no era my sociable.
Luego fue a su cuarto y se dio un baño antes de recibirlos.
Ding Dong
-Ahí voy-grito Loki mientras se secaba el cabello, se acomodaba un poco la ropa y abría la puerta.
-Hay Loki ¿Se puede saber porque no te secas el cabello con la secadora?-dijo Tony mientras se acercaba y le secaba el cabello con la toalla. Mientras que Steve llevaba la
torta a la mesa y el otro invitado sonreía al verlo.
-Ya se me hizo tarde Tony- dijo con un puchero.
-aishhh ¿me van a dejar que lo salude o no?-dijo el invitado apartando suavemente a
Tony.
-Feliz cumpleaños Loki-dijo Clint abrazándolo y entregándole su regalo.
-Gracias Clint-dijo mientras leía el papelito que le había dado su amigo.
-¿un mes gratis de pollo frito en KFC?-pregunto, su amigo era muy raro.
-Siiiiiiiii ¿no es maravilloso?-dijo Barton mientras que le brillaban los ojos al ver el vale- y lo mejor es que lo puedes canjear en cualquier KFC cercano a tu casa- dijo
-Hay Clint, un día te van a salir plumas de tanto pollo-dijo Tony que lo veía con cara de reprobación.
-¿Tú crees?-pregunto ilusionado, mientras Loki reía--ay!! Barton no tienes remedio-dijo la Tony-oigan vayamos a sentarnos que aun falta mi
regalo.
Tony fue a su bolso a sacar el libro y se lo dejó en sus manos —aunque el ojiverde estaba poco dispuesto a cogerlo— y comenzó a pasar hojas. Mientras que Steve le hacia una
seña a Clint para ir a la cocina a traer algo para beber.
— Encontré esto el otro día, estaba en uno de los estantes de la biblioteca del abuelito de Steve. Y estaba cubierto por una montaña de polvo; intentaba encontrar un libro sobre como leer las cartas cuando de repente vi éste, ¡Voilà! —dijo señalando triunfalmente a la página.
Loki miró el dibujo y se quedó con la boca abierta.
Jamás había visto algo parecido.
El hombre del dibujo era fascinante, y la pintura estaba realizada con asombroso detalle.
Si no fuese por las marcas dejadas en la página al haber sido impreso, se diría que se trataba de una fotografía actual de alguna antigua estatua antigua.
No, se corrigió a sí mismo: de un dios nordico. Estaba claro que ningún mortal podía jamás tener esa pinta tan fantástica.
Gloriosamente desnudo, el tipo exudaba poder, autoridad y una aplastante y salvaje sexualidad. Aunque su pose pareciera ser casual, daba la sensación de estar contemplando un depredador listo para ponerse en acción en cualquier momento.
Las venas se le marcaban en aquel cuerpo perfecto que prometía poseer una fuerza inigualable, diseñada específicamente para proporcionar placer.
Con la boca seca, Loki observó los músculos, que tenían las proporciones adecuadas para su altura y su peso. Contempló la hendedura que separaba los duros pectorales y bajó hasta el estómago —esculpido con forma de tableta de chocolate—, que suplicaba
ser acariciado por su mano.
Y entonces llegó al ombligo.
Y después a…
Bueno, no se les había ocurrido tapar aquello con una hoja de parra. ¿Y por qué deberían haberlo hecho? ¿Quién, en su sano juicio, iba a querer ocultar unos atributos masculinos
tan estupendos?
Se humedeció los labios y volvió a la cara.
Mientras contemplaba los afilados y apuestos contornos del rostro, y los labios —con una diabólica sonrisa apenas esbozada—, le asaltó la imagen de una ligera brisa agitando
esos dorados mechones, aclarados por el sol, que se ensortijaban alrededor del cuello, especialmente diseñado para cubrirlo de húmedos besos. Y de aquellos penetrantes ojos de color azul como el mas hermoso oceano.
Casi podía escuchar el profundo timbre de la voz del tipo, y sentir cómo aquellos musculosos brazos la envolvían y la atraían hacia un pecho duro como una roca, mientras su cálido aliento le rozaba la oreja.
un deleite exquisito, mientras buscaban sus más recónditos lugares.
Un escalofrío le recorrió la espalda y el cuerpo comenzó a palpitarle en una zona donde hace bastante tiempo ni se tocaba. Sentía un dolor fiero y exigente que jamás había
experimentado.
Parpadeó y volvió a mirar a Tony, para ver si también él se había visto afectado del mismo modo. Pero si así era, no daba señales de ello.
Debía estar alucinando. ¡Exacto! Las especias de la carne que había comido en la tarde le habían llegado al cerebro y lo habían convertido en papilla.
— ¿Qué opinas de él? —le preguntó Tony, mirándola por fin a los ojos.
Loki se encogió de hombros, en un esfuerzo por olvidar la hoguera que abrasaba su cuerpo. Pero sus ojos volvieron a demorarse en las perfectas formas del hombre.
¡Jamás había visto algo así en toda su vida!
— Ahora si —dijo Loki dándose por vencido—. Dime qué tienen que ver ese libro y ese dibujo con mi vida sexual.
El rostro de Tony adoptó una expresión bastante seria.
— El tipo que te he enseñado… Thor… es un esclavo sexual nordico que está obligado a cumplir los deseos de aquél que lo invoque, y a adorarlo.
Loki se rió con ganas. Sabía que estaba siendo muy maleducado, pero no pudo evitarlo. ¿Cómo demonios iba creer su amigo, en algo tan ridículo, aun con todas sus
excentricidades?
— No te rías. Lo digo en serio.
— Ya lo sé, eso es lo que me hace gracia —se aclaró la garganta —. Está bien, ¿qué tengo que hacer?, ¿quitarme la ropa y bailar desnudo en un club nocturno a medianoche?
—un leve intento de sonrisa curvó sus labios, sin importarle que los ojos de Tony se oscurecieran a modo de aviso—. Tienes razón, me encargaré de perder mi virginidad con una buena sesión de sexo, pero no creo que sea con un espléndido esclavo sexual
nordico.
El libro se cayó de la mesa.
Tony dio un grito, se levantó de un salto del sofá.
Loki jadeó.
— Lo empujaste con el codo, ¿verdad?
Tony negó con la cabeza muy despacio; tenía los ojos abiertos como platos.
— Confiésalo, Stark.
— No fui yo —dijo con una expresión mortalmente seria—Sabes perfectamente que no juego con esas cosas.
— Chicos traje las cervezas-dijo Steve-¿Qué pasa? ¿Por qué tienen esas caras de susto?-dijo
—Nada amor, ya le enseñe el libro a Loki y dice que le gusto-dijo forzándose a sonreír
— ¿Enserio?-dijo Steve incrédulo-pensé que a ti no te gustaban esas cosas Loki, justo le dije a Clint para apostar a que no te gustaría y perdí.
—jajajajajajajaja ahora se quedara sin sueldo para comprarme pollo por 2 meses-dijo
riendo
—No es cierto, ustedes saben que no creo en esas cosas.
—Ya sabía yo que era una mentira-dijo Steve sonriendo-ahora amigo tendrás que cumplir la apuesta- bebe.
—No me gusta Steve-dijo Clint con cara de asco, no le agradaba para nada el sabor que tenia la cerveza, además que era mal bebedor.
—Por eso es una apuesta amigo, no necesariamente te tiene que gustar-dijo mientras le daba un vaso lleno de cerveza y les servía a los demás.
Entre risas y bromas se paso la noche y Steve y Tony-llevando a un inconsciente Clint- se despidieron de Loki bien entrada la noche.
Aunque Loki estaba un poco mareado recordó el libro y se acerco para cogerlo de la mesa y volvió a abrirlo, observando de nuevo el maravilloso dibujo; aquellos ojos que lo cautivaban habían sido dibujados con tinta negra.
Sintió que el libro desprendía una súbita oleada de calor bajo su mano, y supo instintivamente que era la forma que Thor le indicaba que estaba presente.
Definitivamente la cerveza le había dañado el cerebro, pero ahora que revisaba bien el libro era el más extraño que había visto en su vida.
Las páginas parecían haber formado parte, originariamente, de un rollo de pergamino, que más tarde había sido transformado en un libro.
El amarillento papel se arrugó bajos sus dedos al pasar la primera página; en ella había un elaborado símbolo hecho a mano, formado por la intersección de tres triángulos y la
atrayente imagen de tres mujeres unidas por varias espadas.
Loki frunció el ceño esforzándose por recordar si aquello podía ser una especie de antiguo símbolo nordici que hubiera visto en sus clases de la escuela.
Aún más intrigado que antes, pasó unas cuantas páginas y descubrió que estaba completamente en blanco, excepto aquellas tres hojas…
Qué extraño…
Debía de haber sido algún tipo de cuaderno de bocetos de un pintor, o de un escultor, decidió. Eso sería lo único que explicase que las páginas estuviesen en blanco. Algo tuvo
que suceder antes de que el artista tuviera oportunidad de añadir algo más al libro.
Pero eso no acababa de explicar por qué las páginas parecían mucho más antiguas que la encuadernación…
Retrocedió hasta llegar al dibujo del hombre, y observó con atención la inscripción que había sobre él, pero no pudo sacar nada en claro.
— Definitivamente, creo que es nordico —dijo sin aliento cuando volvió a mirar al hombre.
Era sorprendente. Absolutamente perfecto e incitante.
Increíblemente fascinante.
Cautivado por completo, se preguntó cuánto tiempo se tardaría en hacer un dibujo tan perfecto. Alguien debía haber pasado años dedicado a la tarea; porque aquel tipo parecía
estar preparado para saltar del libro y meterse en su casa.
Y recordó lo que le dijo Tony al oido antes de irse- Tienes que decir tres veces su nombre para que el hechizo se cumpla-.Y tiene que ser hoy por la luna llena.
Sin lugar a dudas este regalo le ganaba al de su amigi por lo raro que era, pero él siempre había sido uno persona muy curiosa así que no perdía nada intentando, al fin y al cabo mañana podía burlarse de Tony por creer tanta tontería.
Así que si darle mucha demora comenzó-Thor Odinson, Thor Odinson, Thor Odinson -dijo
mientras que miraba a su alrededor.
Espero un momento y con un suspiro de cansancio Loki arrojo el libro al sofá.
— No te vayas a ningún lado, esclavo sexual.
Loki se rió de su propia estupidez. Y comenzó a llevar algunos vasos a la cocina para lavarlos más tarde.
Cuando de pronto escucho un ruido muy fuerte. Durante un segundo, pensó que se trataba de un trueno.
Hasta que se dio cuenta de que había sido dentro del departamento, específicamente en su sala.
— ¿Qué dem…?
Soltó el vaso y fue hacia la sala. Al principio no vio nada porque estaba oscuro. Pero según se acercaba percibió una presencia extraña. Algo que le puso la piel de gallina.
Entró en la estancia con mucho cuidado y vio una figura alta, de pie delante del sofá. Era un hombre. Un hombre muy apuesto. ¡Un hombre desnudo!

UN AMANTE PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora