Capítulo trece.
Valentín;
Cerré los ojos. Al menos quería descansar un ratito, no dormir. No. No podía hacerlo con Lucía en mi cabeza, pendiente de ella. De que no intentara nada contra mi o algo más después de lo que le había contado. De todas formas no lo creo, aunque estoy preparado para lo que venga.
Sequé mi pelo. Recién salía de bañarme, aún estaba con la toalla más grande enredada en mi cuerpo. Me asomé por el borde de la puerta. Mis labios inferiores fueron levemente mordidos por mis dientes al mirarlo descansando en el sillón. Entonces, me di fuerzas a mi misma y me dispuse a salir de la habitación, moviendo mi cadera. Prendí las luces, enseguida Valentín se inclinó para ver lo que pasaba.
- Perdona, ¿te desperté? - Me preguntó ella con un rostro angelical, me le quedé mirando antes de responder. Mis ojos se pasaron indiscretamente por todo su cuerpo, enredado por una toalla que yo había usado varias veces... ese pensamiento me hizo tensarme por dentro. Aún más, con sólo saber que conservaría el olor de Lucía en ella.
- No, no estaba dormido. - Me respondió él. De inmediato se sentó en el sillón. Me sobé los ojos, mierda... no era un sueño de esos que me hacían despertarme excitado. Era Lucía, era real. La vi parada enfrente mío, con gotas de agua aún recorriendo su cuerpo. - ¿Qué haces acá?
- No tengo sueño.. - Susurré. En realidad, estaba acá por otra cosa. - Así que me duché. - Ligeramente se sacudió el pelo para atrás. Mi pija se paró al instante. - Pero me despertó más todavía. - Admitió y soltó una risita, haciéndome sonreír a mi también, aunque por dentro estaba más caliente que nunca. - ¿Tenes algo para dormir?
《Yo, entre tus piernas.》- pensé.
- Busca en la cocina. - Asintió y caminó hacia el pequeño espacio de la cocina. Abrió los estantes de madera y relamí mis labios al ver la perfecta vista que tenía enfrente. Su culo perfecto y redondo, empapado y envuelto en una toalla, con el pelo llegandole a la cintura. Las ganas de cojermela en ese mismo instante se hicieron presentes, en la cocina o en el lugar que fuera. Estaba erecto. Excitado. Y tenía que meter la pija en algún lugar porque sino me iba a explotar.
Lucía me calentaba de manera increíble, con tan sólo mirarla. El tan sólo hecho de pensar que la tenía únicamente para mi pero que hasta este momento nunca habíamos hecho nada me calentaba aún más, me gustaba, me excitaba de infinitas maneras. La quiero para mi. Mía. Rozandole el cuerpo. Tocarselo. Tocarlo todo, hasta el último milímetro. Abrirle esas hermosas piernas y saciarla hasta escucharla gritar mi nombre.Encontré en una caja unos somníferos que hasta yo misma tomaba cuando tenía insomnio. Pero cuando intenté bajarlos del estante, ya tenía las manos de Valentín tomando mi cintura, haciendo que un gemido saliera de mis labios.
- Tengo algo que te va hacer dormir mejor.. - Susurró en mi oído, haciéndome estremecer.
- ¿Qué? - Preguntó ella ahora con la voz debilitada, y me parece que por fin iba a llegar el momento que más esperé. Soltó la caja de somníferos y los dejó caer al suelo. La volteé para poder mirarla.
- Yo. - Dijo él ahora besándome los labios, juntando nuestros cuerpos con sus manos, mientras que poco a poco sentía crecer su erección contra mi vientre. Otro gemido salió de mi boca al sentirlo. Me separé apenas y bajé la mirada, estaba re caliente. Mis manos bajaron por su torso hasta llegar al borde de su remera, tocando su cintura por debajo de la misma.
- Agarralo. - Me rogó él con la voz ronca. Cedí y acaricié la punta de su pija. Primero lo hice suave, escuchando los leves gemidos roncos que Valentín soltaba. - Dios... te quiero cojer. - Dijo contra mis labios, volviendo a besarlos de una manera desesperada, mezclando su deliciosa y húmeda lengua con la mía. - Dale. - Le dije con una sonrisa en mis labios, aún tocandolo por arriba del pantalón.
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Ahora todo depende de ustedes si quieren que la siga... si llega a los 60 votos al toque publico lo que sigue, gracias x leer, espero que les guste 💞💞