Capítulo dieciséis.
Valentín;
Después de esa noche no quise amanecer con ella, verla despertar, ni mucho menos besarla deseandole que tenga un buen día. Tenía miedo. ¿Miedo alguien como yo? Que había pasado por las peores cosas de la vida, que había enfrentado los golpes más bajos y las experiencias más feas... ¿yo?. Sí, es lo más estúpido que pensé, pero no había una gran verdad como esa.
Valentín Oliva tenía miedo. De ella. De Lucía. De lo bien que me había sentido anoche. De lo increíble que había sido cojer con ella. De lo bueno que estuvo poder tocarla, besarla, sentirla... estar en su cuerpo por pequeños minutos. Escucharla gemir, respirar, pidiéndome por más. De lo hermosa que es. Además de tener ese terrible orto y unas buenas tetas, preciosas caderas y demás, es muy bonita. Tan sutil. Tan sencilla. Con un increíble carácter. Con unos ojos preciosos. Con una sonrisa increíble. No. No podía ser cierto... no puedo creer que fuera la primera vez que pensaba todo esto de una mujer. Me reí en mi lugar. Hacía muchísimo frío. Me abracé a mi mismo. Cómo me hubiera gustado que sea ella quien me estuviera dando este abrazo. Respiré hondo y marqué el número de uno de mis compañeros en este teléfono público, al mismo tiempo que cerraba la puerta de la cabina telefónica para hablar con más privacidad.
- ¿Hola?. - Me contestó él. La voz de Dani no había cambiado en nada.
- Soy Valentín. - Afirmé.
- No te había conocido. - Admitió Dani aclarando su garganta. - Estuve intentando contactarte toda la fucking semana, ¿sabes?... tengo que hablar con vos.
- Bueno, estamos hablando. - Le respondí seco, dándole a entender que me dijera ya mismo lo que tenía para decirme. Se hizo un silencio entre los dos, yo esperé que Dani empezara a hablar para contarme. Lo conocía de hace rato y definitivamente algo le pasaba en este momento.
- Vas a decir que soy un pelotudo. - Habló por fin, pero sin despejar mis dudas aún.
- La puta madre Daniel. Dejé a Lucía sola. ¿Me podes decir de una vez? - Le exigí frustrado.
- Está bien. - Susurró nervioso. - Tengo toda la plata de mi secuestrada. - Empezó a contar. - No quedó nada más en sus cuentas, absolutamente nada. - Continuó.
- Ajá... - Dije como diciendo que siguiera hablando.
- Pero no puedo hacer más... - Dijo y me terminó de confundir por completo. - ¿A qué te referís? - Pregunté sin entender, efectivamente.
- No me pidas que la mate. - Dijo él, entonces al instante comprendí lo que pasaba.
- Yo tam...
- No puedo Valen. - Admitió. - Se me hace imposible. Yo sé que nunca fallé en todo esto, pero no puedo con ella.
- ¿Por qué? - Ahora sí no entendía nada.
- Me enamoré.
💥💥💥
Maratón 3/????
Yo sé que tardo un tok en escribir y subirlos pero se me complica xq vivo ocupada 😭 hago lo que puedo
Enseguida subo la continuación, gracias x leer y votar 💞
Y a los que no votan ojalá tengan piojos
