Capítulo 4: El tormentoso campamento

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*** Una vez terminado la cena... ***

Brutacio: oye bonita, por curiosidad ¿Qué hacías antes de venir a Berk?

Miriam: bueno, muchas cosas Brutacio, veras, antes asaltaba piratas y...

Brutacio: ¡yo quería ser pirata! ¿O era limpiador de peces? Pero cómo, espera ¿Qué dije? ¿Cómo de qué?

Brutilda: OW... bruto (le da un puñetazo)

Brutacio: HEY ¡ya recuerdo! (Brutilda golpea su frente, frustrada)

Astrid: ¿Y que más hiciste Miriam?

Miriam: también me dedicaba a cuidar a los enfermos de una isla cercana, pero eso fue hace un par de años por lo que aprendí un poco de primeros auxilios y... ya saben lo demás

Patán: pues me gustaría estar enfermo (comentó Patán acercándose un poco más a Miriam)

Brutilda: ella no mencionó que trabajaba al cuidado de bestias, Patán

*** Ante la astuta respuesta todos empezaron a reírse ***

Patapez: JAJAJA preciosa y graciosa (se refirió mirando a Brutilda)

Brutilda (algo nerviosa y levemente sonrojada): EMM... y... que más hiciste, niña (dijo está tratando de eludir la mirada del vikingo rubio y robusto)

Miriam: viajar, es a lo que me he dedicado mayormente hasta el día de hoy, o ayer JEJE. Aunque admito que ha llegado a ser muy agotador

Brutacio: ¿Y no necesitas a alguien que te acompañe en otros viajes más? (dijo inclinándose hacia Miriam que se encontraba sentada en una piedra)

Hipo y Astrid: ¡NO! (Astrid reaccionó alejando a Brutacio)

Astrid: aléjate, ella no llegó a esta isla para ser conquistada y menos ser premio de alguno de ustedes, tarados

Hipo: vamos chicos, yo que ustedes la escucho

Astrid (sonrojada): ¿Eh?

Patán: EMMM... como que había escuchado esas palabras antes

Brutilda: pobre chica

Miriam: ¿Eh?

Brutacio: JA, lo dicen los "soldaditos del amor"

*** Tales palabras hicieron que Hipo y Astrid se sonrojaran y se separen un poco ***

Brutilda: y sucede que los "Soldaditos del Amor" requieren de privacidad para hacer sus cosas

Astrid: ¡Brutilda! (solo la observó molesta, pero evidentemente sonrojada, tanto o más que Hipo)

Hipo (sonrojado): bueno ¡ya basta!

Miriam: oigan chicos, cambiando este incómodo tema, como que me dio sueño (sonrió nerviosa), creo ya es hora de descansar

Patán (acercándose a Miriam): bueno en este caso linda, ya que vendrás a mi casa mañana (poniendo su brazo alrededor de la cintura de Miriam) realmente estaba pensando que podríamos comer juntos, lado a lado por supuesto y créeme que no te arrepentirás del postre (se dijo haciendo un gesto muy sugerente hacia el mismo)

Miriam (toma la mano del vikingo pelinegro, torciéndola en el proceso): solo escúchame Patán, jamás, JAMÁS... (Dijo con un susurro amenazante) vuelvas a tocarme de ese modo. En otros lugares te puede costar caro así que cuídate ¿sí?

Patán (adolorido): ¡AHHH! ok, ok, ¡solo suéltame por favor! (ella lo suelta) solo... quiero decirte una cosa más

Miriam: que no sea patético y atrevido por favor

El Hallazgo SecretoWhere stories live. Discover now