One shots NFL (Quaterback's y más)

Clay Matthews.

El término de la pre- temporada Hace que Clay este muchísimo más tiempo en casa, todos los días  desde que está en casa son divertidos, dice unas ocurrencias tremendas y me pregunto de donde saca tanta tontería para hablar.

- Cielo, cielo, cielo- me sacó de mis pensamientos- se arruinó la rosca del bombillo del pasillo de arriba, lo voy a cambiar- que malas ideas se le ocurren.

- Clay eres futbolista, no electricista- llame su atención.

- Hay mujer!- dijo alterado- ni que fuera tan difícil- empezó a caminar a la segunda planta.

Lo seguí de muy cerca, para ver que hacía. Sacó una pequeña escalera del closet donde guardamos herramientas y cosas así.

- Me puedes pasar el destornillador por favor- dijo Clay señalando la caja de herramientas, me acerqué y se lo pase.

Estaba muy concentrado arreglando esa mentada rosca, desvíe la mirada unos segundo y ya había fuego en la rosca.

- CLAY!!- le grite fuerte mientras el trataba de apagar la pequeña llama al igual que él- QUE DEMONIOS HACES, YA DEJA ESO!- grite nuevamente y se bajó y trajo el extintor a los segundos había apagado la pequeña llama.

- Rayos- dijo riendo- no se que fue lo que pasó, pensé que lo estaba haciendo bien- se encogió de hombros.

- Llamaré a Juancho- y salí a hablar con el vecino que es muy amable y nos ayudó con la pequeña situación.

- Gracias, Juancho- nos despedimos de él.

Cuando cerré la puerta sólo entre cerré mis ojos y mire mal a Clay. El resto de la tarde se la paso haciendo otras cosas en el patio trasero. A la tarde siguiente, como es de costumbre leo unas cuantas horas.

Estaba con el libro que empecé hace unos días y Clay se acercó haciendo señas de que no hiciera ruido, sólo lo mire extrañada y sin saber que pasaba. Tomo un libro de la mesa y lo lanzó con fuerza a las puertas de vidrio que daban al patio trasero.

- Clay que haces!- le grite y se asustó.

- Que no ves esa mosca de ahi- me señaló la mosca que estaba a metros lejos de donde pego el libro.

- Ya viste donde esta- suspire cansada- casi quiebras el vidrio- le reclame- pareces niño chiquito Clay- lo regañe y me miraba con una carita- ya tienes 33 añotes no 2- y no decía nada.

- Hay perdón!- se levantó disparado del sofá y se fue a matar la mentada mosca.

Cerré los ojos y suspire. Al menos no es un viejo amargado, pero se comporta como un niño, pero así lo amo. Y pensar que en la Universidad lo rechazaba porque disque no me gustaban los rubios, que cosas no?

Pero ya que!

Lo hecho, hecho esta.

Mire con ternura como intentaba matar aquella mosca, hasta que por fin, después de 5 minutos de persecución la pudo matarla. Me reí mentalmente de él, puede ser un niño aveces, pero cuando es debido se comporta como un hombre maduro y por éso lo amo tanto y como no amarlo, si es todo lo que una mujer pide y más 😉.