Richard Sherman.

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Anectotas universitarias.

Actualidad.

- Ok niños les contaré una de mis historias en la Universidad- llame a mis hijos- vamos- los lleve al patio trasero.

- Papi será buena esta historia como la última- pregunto mi pequeña Avery.

- Si, pero ya pónganse cómodos, esta historia es antes de que conociera a su mamá- les aclaré antes de empezar.

Anectotas universitarias.

Estaba en mis últimos años de Universidad cuando conocí a una chica de tez blanca, cabello negro al igual que sus ojos.

La conocí, porque ella iba en mi clase de español, lo que fue increíble. Con el paso del tiempo nos fuimos haciendo buenos amigos y un tiempo después comenzamos a salir no como amigos.

Un día quedamos en vernos en el parque y para cuando llegue ya estaba ahi.

- Que hay mi negra- le dije haciendo ademanes con las manos.

- Sherman- ella reía- no se si caras que soy blanca- nos reímos juntos.

- Soy sordo, pero no ciego- volvimos a reír- entiendes eso mi negra- volví a molestar.

Río fuerte tomando su estómago.

- Me vas a matar de la risa- no paraba de reír.

- Lo se, lo se- dije sobando su cabello.

Con el tiempo nos fuimos queriendo más y más, pero llego el momento en el que tocó conocer a sus padres, ellos no aceptaban lo nuestro ya que soy un hombre de color y era lo único que no querían para su hija.

La relación se fue deteriorando, sus padres la obligaron a mudarse con ellos a Inglaterra, quede algo destrozado por su partida, pero tenía que seguir. Y bueno al final conocí a la madre de mis hijos, mujer que amo con todo mi ser.

Actualidad.

- Fin de la anectota niños- sólo me miraban con cara de aburrimiento.

- Que aburrido papi- dijo mi pequeña Avery.

- Hasta yo me aburri- salió al patio mi amada esposa.

- como no se trataba de ti- le reproche.

- Richard- me llamo- ya cállate- todos reímos.

Quien diría que le contaría estas cosas a mis hijos, si me lo hubieran dicho años atrás no lo hubiera creído.

- Papi amas a mamá?- pregunto mi pequeña y mi esposa sólo me miraba.

Hablé en lenguaje de señas, sólo ella puede entenderlo. Sonrio de manera tierna.

- Papá que le dijiste- pregunto curioso mi hijo mayor.

- Siempre te he amado- volví a repetir, aún haciendo señas.

La vida quita y también da, no se si es así el refrán, bueno como sea, soy más que feliz ahora. :)

One shots NFL (Quaterback's y más) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora