Estas son pequeñas historias de jugadores de NFL tanto Quaterback's como defensivos, receptores y runing back, etc espero les gusten. La mayoría de mis protagonistas son fotógrafas, por fa tenganme compasión.
+🔞 por advertencia.
No puede ser maldito Mitchell Trubisky, vete al jodido infierno tu y tus amiguitos, ahora si que estoy furiosa.
- Amelia- gritaron- por favor para- frene en seco y me di la vuelta de mala gana.
- Mira Mitch no estoy para seguir aguantando tus estupideces bien- afirme lo molesta que estaba.
- Lo lamentó, sabes que no quería decir lo de tu tía- se excusó.
- Ahora toda la puta Universidad sabe que mi tía es una mujer con muchos gatos y ahora me dicen a mi la loca de los gatos- quería golpear la cara de Mitchell.
- Debes admitir que es chistoso- se río de mi en mi cara.
- Vete al mismísimo infierno Mitch- di media vuelta y me fui.
Pasaron las semana y lo de los gatos ya había se había terminado lo que es bueno para mi y bueno para la integridad física de Mitch.
Mitchell hace unos días me mencionó sobre empezar a jugar en las ligas mayores no preste importancia ya que siempre alardea sobre lo buen QB que es, por ese motivo casi no presto atención, hasta que me dijo que asistiría al Draf de este año, lo que realmente me sorprendió.
- Me vas a desear suerte?- tomo mi mano, lo que se me hizo extraño ya que él nunca hacia eso.
- Suerte Mitch- y lo abrase, una corriente paso por mi cuerpo.
- Gracias- sonrío feliz- espero termines la carrera y suerte para ti también- dejo un beso en mi frente, empezó a caminar a la salida, no podía dejar que se fuera así.
- Trubisky!- grite, volteó a verme y corrí a sus brazos- te voy a extrañar- me separe- ve y conquista al mundo- lo alente.
- También te extrañare- sonrió algo triste- más la peleas que tenemos- sonrió más grande.
- Ya vete Trubisky- lo empuje- adios- me despedí con la mano, copio mi gesto para luego irse.
Ya han pasado han pasado 3 años aproximadamente y estoy en Chicago para ver jugar á Mitch creo que el no me recuerda o tal vez si, estoy emocionada por verlo, mi primo movió muchas de sus influencias para poder estar en la banca con el equipo.
Llego la hora, todos empezaban a salir y no cabía de la emoción, cuál será su reacción, pensé.
Ya todos habían salido, no lograba ver a Mitchell por ningún lado, di la vuelta y ahí estaba.
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Mi corazón y pulsaciones se aceleraron. Creo y pienso que en algún momento en la Universidad sentí algo por él, pero no estaba muy segura ahora si que lo estoy, todo este tiempo lo he apoyado en silencio, siempre quiero que gane y bueno hoy no es la excepción.
Puso su casco, dio media vuelta, me miro extrañado.
- Hola Mitch- sonreí.
- Amelia- y en ese momento supe que no me olvidó.
Las cosas sucedieron rápido, un abrazo largo pero corto a la vez, cuanto tiempo, pero poco estábamos felices de vernos y lo demostramos en el abrazo, llego el momento de empezar a jugar.
- Tengo que jugar- dijo viendo hacia el campo- no te irás verdad- tenía miedo de perderme acaso?
- Aquí estaré- le prometí y así era- ya no iré a ningún lado Mitch- sonrió y se fue corriendo.
La vida se encarga se dar segundas oportunidades y esta es la nuestra o eso siento yo y creo que él también lo siente para tener amor hay que dar un salto de fe dijo alguien no hace mucho y yo di ese paso.
