George Kittel.

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Estaba en casa muy tranquilo, en mi sofa y algo me hizo querer ir al lugar de trabajo de mi amada novia, camine por la casa y baje al sótano, abrí la puerta y vi sus guitarras, camine por la habitación y algo que venía con furia hacia mi hizo que me agachara.

- Hey nena calma- me burle.

- No me sale la canción George- dijo desanimada.

- Porque no tocas algo de piano para mi- le anime, es buena con los instrumentos, como el piano, guitarras clásicas y eléctricas, baterías y flautas, sus brazos llenos de tinata la hacen hermosa, toda ella lo es. Caminamos a la parte alta de la casa y entramos a la biblioteca que tenemos ya que es fanática de leer.

 Caminamos a la parte alta de la casa  y entramos a la biblioteca que tenemos ya que es fanática de leer

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Me acomode en una silla cerca de ella y empezó a entonar To Die For- Sam Smith. Su magnífica voz llenaba toda la estancia, cerré mis ojos para poder disfrutar su melodíosa voz.

Al terminar la canción nuestras miradas se cruzaron y ambos sonreimos tímidos, como la primera vez que nos vimos.

- Quiero que cantes esa canción que tanto amas- le sonreí.

Empezó a entonar A Thousand Years- Christina Perri. Sonreí al verla con los ojos cerrados, sentí mi cuerpo estremecer al escuchar aquella canción salir de sus labios.

No es la mujer perfecta, no siempre dice cosas románticas, esta tatuada, grita, llora, es petulante de vez en cuando también es masoquista, altanera y bueno suele decir malas palabras, pero así la amo.

Terminó la canción y la bese en los labios, correspondió gustosa.

- Que bueno que te conocí en aquel bar- dije a unos cuantos centímetros de sus labios- gracias por defenderme de aquellos matones- reí y volví a besarla.

- TE AMO KITTEL!!- grito muy fuerte y sonreí.

- TE AMO HUNTER!!- grite con fuerza al igual que ella.

La bese nuevamente mientras reíamos.

- Me acostumbré a tus besos y a ti- me hice el romántico.

- Me leíste la mente- dijo riendo.

- Yo lo pensé- bromee.

- Pero tu lo dijiste- se río completando la frase.

En la noche Leonor ira a toca al bar en el que trabaja como es de costumbre, de vez en cuando voy a ver como toca con su banda, creo que es magnífica y su voz es perfecta, aunque aveces le salga cantar como hombre, lo que es algo chistoso ya que ni a mi me sale la voz tan aguda como la de ella.

La noche llego y decidí acompañarla al trabajo, no quería estar solo, solin, solito en casa. La noche iba de maravilla hasta que las botellas empezaron a volar por todos lados, los chicos de la banda se bajaron a pelear con el público.

En mi caso.... bueno sólo aleje lo más que podía, vi a Leonor golpeando al un tipo bastante grande. Que mujer. Seguido me busco con la mira, se hecho a reír y corrió a mi posición.

- Hay que irnos de acá!- grito, tomo mi mano y salimos riendo.

- Eso fue intenso- reí.

- Viste como golpee a ese gordo- reímos al unísono.

- Si que lo vi- empezamos a caminar tomados de las manos y subimos al auto.

Llegamos a casa y nos preparamos para dormir, Leo se acostó en mi pecho y en menos de 10 minutos se quedó dormida, me encanta escuchar su respiración calmada. Y no tarde en dormir como un pequeño bebé.

One shots NFL (Quaterback's y más) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora