Capítulo 14.

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Maratón de Seldrum (1/3):

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Maratón de Seldrum (1/3):

     El equipo había partido nuevamente apenas salió el sol. Cian ofreció llevarlos a ambos una parte del viaje volando, para así acortar el tiempo o evitar posibles peligros que surgieran en el camino. Aun que siempre fue una chica con una gran fuerza sobrehumana, eso no significa que no pudiese cansarse al cabo de un rato.

     No se detuvieron durante horas. Según el nuevo mapa, estaban a días de llegar a su destino y habían varios caminos para dirigirse allí, algunos más ajetreados que otros. Llegar hacia Augán no era cosa fácil, desde hacía años el reino se encontraba en una guerra. Cuando la reina Annela desapareció del trono sin dejar rastro, las cosas se descontrolaron. La población terminó enterándose de lo ocurrido e exigió respuestas, mismas que nunca les llegaron con claridad, dando pie al surgimiento de rumores: un asesinato, una traición, un secuestro. Pero si las cosas no iban ya peor para los ciudadanos, los problemas aumentaron con la llegada de Favio al poder absoluto: más quejas, hambre y muertes.

     Por otro lado, el desierto tampoco era una opción rentable para el equipo. Las temperaturas por ese lado eran agobiantes, y sin un transporte adecuado o la suficiente agua, podían llegar a volverse cadáveres nuevos para el cementerio bajo la arena. Eligieron el camino restante: rodear Augán e ir por el bosque. No había un sendero marcado en el mapa para aquel recorrido, así que tuvieron que confiar en su orientación.

     Pasó mucho tiempo...y mucho mas tiempo. El cansancio comenzaba a hacerse notable mientras ahora atravesaban territorio salvaje a pie. Todos permanecen en silencio mientras caminan, sumergidos en sus pensamientos. Debajo de los ojos de Eleonora, ya pueden verse unas pequeñas ojeras por no dormir. La noche anterior su cerebro no dejaba de pensar; si no eran sus dudas acerca de la identidad de Rumshum, era la incertidumbre por descubrir Seldrum.

     De repente, unos arbustos se mueven bruscamente. Hasta ahora, no habían tenido ningún problema con respecto al viaje, pero aquel sonido los regresaba a la realidad, totalmente alertas y despabilados.

Cian: Oigan —susurra— escucho algo extraño..

Rumshum: Ah, igual yo.

     Se escuchan mas fuertes.

Eleonora: Debería ir a ver —responde desenfundando su espada.

Cian: ¿Qué?, ¿piensas ir sola?

Eleonora: No creo que sea algo peligroso de todos modos.

     El humano niega con la cabeza.

Rumshum: Sabemos que eres una chica valiente Eleo, pero de todos modos estamos jodidos si desapareces sin oportunidad de gritar antes —recrimina mientras prepara su ballesta.

     La elfa ya estaba acostumbrándose a la simple actuación de Rumshum, aquella de "Todo lo que he dicho o hecho antes, realmente nunca pasó. Todo esta bien". Sin embargo, le sigue sorprendiendo su facilidad para aparentar estar relajado o despreocupado, cuando está segura de que si él tuviese la oportunidad, ya la hubiese abandonado en el trayecto. O más aún, asesinado para su colección.

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