》𝐄𝐧𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨《ᵐᵃᵗˢᵠᵘᵃʳᵉ

》𝐏𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐨《

•Higher - Rihanna•

-En serio, ¿Te lo comiste?- La cara de desilusión en mi acompañante era eminente, aunque no podía divisar, en su totalidad, sus ojos podía distinguir una falta de brillo en ellos.

-Capaz, y sabes que no vas a poder hacerme cambiar de opinión.- Las palabras se me mezclaban, y estaba casi seguro que esta oración había salido de mi con un ritmo estúpidamente lento.

-Creí que ya habíamos tenido esta discusión, pero bueno. Hace lo que quieras, Matías.- Sofía reposo ambos brazos en su cintura, y ya no se veía desilusionada. Más bien enojada.

En mi cabeza se presento un recuerdo, la madrugada de un sábado nos había atrapado juntos. Los dos nos encontrábamos arropados en mi cama. En el canilla nos encontramos con él. Y aunque yo intente evitar todo tipo de pensamientos deprimentes en ese momento, estos me invadieron en cuanto apoye mi cabeza en la comodidad de mi cama. Maure, quien cargaba con unos tragos de más, me observo con esa mirada protectora. Hablamos, durante varias horas, no sé exactamente cuántas, pero en mi cerebro todas estas pasaron volando, y llegamos a la conclusión de que yo no me merecía a un estúpido.

Sin embargo, las migrañas que cargaba me hacían ver las cosas un poco extrañas. Tampoco voy a negar que esos vasos de fernet no le hicieran un favor a la situación que ahora estaba afrontando. Pero yo no me arrepentía de haberme restregado con el que fue mi ex, muchísimo menos de haberle admitido que aun lo amaba. A pesar de que, hace varias semanas, este se había tomado la molestia de decirme que lo nuestro ya no funcionaria, que necesitaba un tiempo, el cual tenía un rostro femenino, un gran cuerpo y, por supuesto, muchas cosas que a mí me faltaban.

-¿No pensas decir absolutamente nada mas?- La voz de la pelinegra en frente mío resonó de una forma violenta en mi interior. Estaba enfurecida.

A diferencia de ella, yo estaba entre mareado y caliente, para que mentir, Rodrigo siempre sabía en donde atacar cuando de mí se trataba. Este me susurro que deseaba estar a mi lado una vez más, que aquel mes le sirvió para aclarar todo. El me extrañaba, lo podía ver en sus amarronados orbes, lo sentía. No importaba que tan "enfiestado" estuviera yo en ese preciso instante, mucho menos él.

Inconscientemente coloque la cabeza hacia abajo, lance todo. La calentura, la emoción, la ansiedad, el enojo de mi mejor amiga, la pesadez de saber que esta estaba decepcionada de mí, la felicidad de que volvería con mi amado corazoncito y por alguna extraña razón todo esto olía fuertemente a coca-cola rancia.

-¡La recalcada concha de tu madre, Matías!- El grito de la pelinegra se hizo oír y vi como su silueta desapareció de entre la gente,supongo que esta iría en busca de agua.

°.⋆☪⋆.°

Mi plan es terminar de reescribir esto. Una vez hecho eso, ir publicando todos los capítulos, juntos con los nuevos progresivamente. Por lo tanto, me voy a tomar todo el tiempo del mundo.