》𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞《

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• Greenlight - Lorde

En lo que esperaban el taxi podía ver a su mejor amiga colocarse glitter sobre sus pómulos. Ninguno de los dos había llegado a tiempo al alistarse, por lo tanto tomaron todo lo que necesitarían para esa noche y salieron a la avenida a la espera de un automovil que los salvara.

Ni siquiera se molesto en que la pelinegra frenara al vehículo, esta estaba sumida en sus pensamientos, por tanto levanto el brazo señalándole al masculino que necesitaban de su servicio. Y tras tomar del codo a la femenina que se encontraba a su lado, subieron al medio de transporte, le dicto la dirección al conductor y emprendieron camino a su destino.

Podía escuchar sus pensamientos, estos no se acallaban en cuanto a todo lo que llevaba sucediendo las últimos días, la llamada que llego, lo dejo destrozado, había dado el paso final para que todo terminara. Sin embargo, algo en el gritaba entre sollozos lo mucho que extrañaba al castaño, en verdad lo hacía. A pesar de ello, detestaba el hecho de que su relación se comprendiera de eso, de terminar y volver, un ciclo el cual no tenia comienzo, ni mucho menos final o un destino determinado.

Los últimos días, especialmente en las noches, lloraba y se lamentaba en el recuerdo de todo aquello que fueron o no llegaron a ser, entre miles de idealizaciones y realidades, incluso en algunas que nunca existieron. Culpaba a la maldita costumbre, falacias, existiendo el amor que tenia por el pelimarron que alguna vez se encontró a su lado.

La sensación de sentirse observado lo saco por completo de sus pensamientos, Sofia colocaba su mirar sobre él, expectante. Analizándolo detenidamente, casi comprendiendo su dolor.

Cabe destacar que logro abandonar su pozo de la tristeza, gracias a que cierta pelinegra irrumpió en su hogar por la tarde. Con ella se asomaron dos entradas de un joda la cual, según las palabras ajenas, era la sobresaliente de entre todas, a la cual tenían que ir sin faltas. Conocia a Maure, todas las fiestas eran las mejores, más aun cuando en estas existía cierto respeto a la diversidad, que ellos acarreaban con su presencia. La cuestión era que la de menor estatura irrumpió a la fuerza en el domicilio familiar, e invento una excusa para su madre, diciéndole que él se quedaría a dormir en la casa de la chica.

Los dos salieron por la puerta de la residencia Candia cuando el reloj marco las seis, la chica lo arrastro de la mano hacia la casa ajena. Y una vez allí, la progenitora de su amiga les ofreció un mate, el cual aceptaron gustosamente. Entre risas la de mayor edad, nombro las entradas que su hija cargaba en la mano, les pregunto directamente si asistirían, pero en cuanto el, intento formar cualquier tipo de monosílabo, su intima coloco una respuesta afirmativa, acompañada de una aclaración sobre lo bien que le vendría dejar su estado pseudo-depresivo para acompañarla. Y en cuanto la mirada de esta se poso en el, esa misma que utilizaba solo en las situaciones especificas, no pudo decir que no.

Ahora se encontraba con la misma, deslizándole el artículo de maquillaje tanto en sus ojos como en las zonas altas de su propio rostro. No le molestaba su cercanía, ella era casi su hermana, por no decir que lo era. Se conocían de sobra como para comprender que tal escena nunca sería interpretada de manera errónea.

Faltaban algunas cuadras para llegar a su dirección, y la de orbes marrones tomo su mano, confirmándole su teoría de que esta en verdad conectaba con su aura apenada. Mientras lo sostenía de manera protectora, dejaba suaves caricias, de esas que susurraban miles de palabras de contención, de comprensión.

-Escucha Mati, se que todo cada vez se está peor. Pero quiero que te des un momento para vivir esto y dejar de pensar en alguien que no se preocupa por vos.- un suspiro escapo de sus labios, casi en respuesta de lo escuchado. -En alguien que no te valora como vos alguna vez lo hiciste con el- Eso le demostraba lo valiosa que era, lo tolerante que llegaba a ser en situaciones así, en cuanto le hacía ver la parte menos oscura de todo.

》𝐄𝐧𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨《ᵐᵃᵗˢᵠᵘᵃʳᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora