3. Reunidos Al Fin. (E)

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Derry, 1989:

El agua llenaba las alcantarillas, por un momento parecía que aquellos cilindros iban a estallar.

La entrada de la alcantarilla, que se encontraba en los baldíos, explotó debido a la gran cantidad de agua que salió de ahí.

Se podían ver los cuerpos en estado de descomposición, flotando en el agua, la cual estaba cubierta de desperdicios.

Entre el agua y todos esos cuerpos, Henry Bowers salió de la superficie, tomando una gran bocanada de aire. El joven había sido arrastrado por la corriente de agua, después de que Mike lo empujó y cayó al pozo.

Henry regresó a su casa, con la vista baja. El chico estaba cubierto de sangre y apestaba. Al llegar, vio que se encontraban las autoridades y la morgue. Habían encontrado el cuerpo de su padre, desangrándose.

Uno de los oficiales miró hacia atrás y vio que ahí estaba el chico, caminando con paso lento.

Dios mío — murmuró el oficial al ver al chico — . Muchachos, el imbécil tiene valor. Eso lo admito — les dijo y se acercó a él — . ¡Hasta ahí, Bowers!

-— No... No... No pueden... — susurró Bowers y dejó de caminar.

¡De rodillas! — ordenó el oficial al joven.

¡Tengo que matar a todos! ¡Mierda! — masculló Henry y cayó de rodillas — ¡Tengo que matar a todos! ¡Déjenme! ¡Pudrete! — le gritó al oficial.

El hombre, al escuchar eso, soltó un golpe en la cara del chico. El chico forcejeaba con los otros oficiales para poder soltarse de su agarre, pero era imposible.

¡Henry Bowers! ¡Estás arrestado por el homicidio de Óscar Bowers! ¡¿Lo entiendes bien, imbécil?! — exclamó el oficial — Tienes derecho a un abogado. Tienes derecho a guardar silencio. Todo lo que digas puede ser usado en tu contra en un tribunal.

El joven no le hacía ni el más mínimo caso. Lo único que hacía era mirar hacia arriba y ver que un globo rojo flotaba en el cielo.

(...)

Derry, 2016:

Desde ese día, Bowers se había vuelto loco y fue internado en un hospital psiquiátrico, donde permaneció 27 años adentro.

Ya se había olvidado de los problemas que había tenido en el pasado, pero tenía la esperanza de que algún día Pennywise regresaría. Mientras estaba sentado en una de las mesas, miró por la ventana y vio que ahí estaba un globo rojo, flotando.

El hombre se levantó de su asiento y se acercó más a la ventana. Al ver que era real, comenzó a reír locamente y se acercó a la ventana para después colgarse en ella. Los demás pacientes también imitaron su acción.

— ¡¡Bowers!! — lo llamó uno de los enfermeros.

Uno de ellos se acercó a Bowers y lo sacó del lugar para llevarlo a su habitación. Los dos caminaron por el largo pasillo blanco del psiquiátrico para ir a la habitación de Bowers, quien saludaba al globo que todavía flotaba.

— Hoy necesitas clozafina extra, ¿verdad? ¡Quédate en tu habitación! — ordenó el enfermero y cerró la puerta.

Al entrar, el hombre vio que el globo había desaparecido e hizo una mueca. Empezó a escuchar unos ruidos extraños debajo de la cama. Se acercó lentamente y levantó la sábana para después encontrar un globo atascado.

It: Chapter TwoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora