Prologo

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—Sabes, él es perfecto —Shoto pudo sentir como la inquietud se abrió paso por todo su cuerpo, no tuvo que mirar hacia un lado para saber que Touya se había relamido los labios, mientras profesaba con un agudo destello en los ojos, algo que reconoció como peligroso, aun así Shoto trato de mantener el temple, y seguir mirando en dirección de la arena, ahí en medio de ella, dos cuerpos se encontraban en pleno combate dentro del dojo familiar.

Bakugo defiende como ataca, y aunque es la primera vez que su padre y él se enfrentan de esa forma, pudo reconocer que Bakugo lo había estudiado bien, demasiado bien como para esquivar sus ataques perfectamente, y su padre también pareció reconocerlo cuando se dio cuenta que la práctica empezó a tornarse en serio. Shoto, sin quererlo, se vio así mismo envuelto en un hechizo, mientras observo como los brazos de Bakugo se contrajeron hacia el frente para proteger su rostro y tórax, rápidamente Bakugo uso su rodilla para marcar algo de distancia cuando su padre arremetió con un puñetazo directo.

La reacción es rápida, mucho más perspicaz y amplia que la de cualquier otro hombre que allá visto antes. No era como lida que seguía confiando demasiado en sus piernas. Y que al último instante lograba escapar del golpe.

No.

Bakugo lee los movimientos y los memoriza. Hasta que en algún punto él mismo los usa y los mejora añadiendo su propio estilo.

Su estilo es, de alguna forma la base de la formación disciplinada, aunque no parecen estar en el marco de las artes marciales del propio Ojiro Mashirao, sin embargo pudo notar ahí, debajo de los movimientos aparentemente vistosos de lo que logra comprender como Capoeira -que intuye fue cosa de Ashido-, que hay un estricto cálculo en cada uno de sus ataques, los cuales están causando un efecto en su padre quien vio el desplante como demasiado esfuerzo para lo que es.

Como resultado eso termino con Bakugo golpeando el rostro de su padre con el pie.

Un error.

Un error que Shoto sabía que Bakugo nunca dejaría pasar; el simple hecho de menospreciarlo y no verlo como lo que es; una amenaza.

Los labios de Shoto tiraron hacia arriba tratando de dibujar una sonrisa en su rostro al ver la expresión de escepticismo de su padre. Sin embargo estos rápidamente cayeron hacia abajo cuando escucho el vitoreo de la persona que estaba sentado a un asiento de él.

Touya alzo el brazo derecho al aire, mientras con la mano izquierda trato de formar una especie de altavoz para intensificar su ya de por si fuerte e irritante voz.

—¡Eso muñeca! —lanzo un par de silbidos antes de que la mirada de Bakugo regresara a la banca donde minutos atrás estaba sentado junto a ellos dos.

Bakugo frunció el entrecejo, aún más de lo que ya estaba fruncido, un golpe vino de la derecha por parte de su padre y Shoto casi cerró los ojos ante el recuerdo yuxtaponiéndose a la realidad.

Su padre Enji Todoroki; alias Endeavor, nunca ha perdonado a ninguno de sus oponentes, aún menos si este se distrae por tonterías.

Shoto pudo sentir la inquietud formándose en su estómago, como el recuerdo de la patada que le dio su padre en los viejos años de entrenamiento; sus huesos retumbaron hasta que se dio cuenta que estaba en el piso, y todo giraba a su alrededor, la voz de su padre resonó con fuerza, mientras escucho el coro; "levántate, no deberías ser tan débil" y lo hizo, el pequeño Shoto lo hizo, porque sabía que debía hacerlo o sería peor, pero cuando se levantó solo cayó una vez más, mientras dejó escapar su desayuno de esa mañana a través del vomitó manchando el piso reluciente del dojo. Shoto pudo sentir la mirada sobre él, como su padre lo miro desde arriba y pudo reconocer esa mirada de decepción y...

Ignición 【TodoBaku】【DabiBaku】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora