Ignición 【TodoBaku】【DabiBaku】

III

Paredes blancas, una tras otra.

Sus ojos acariciaron con repulsión el prístino color.

Tan limpio.

Tan impoluto.

Tan inadecuado para lo que se alberga dentro.

Los pasos de Touya resonaron en el piso, mientras el silencio empezó a perderse entre los pasillos. Como de costumbre los pisos relucían creando un efecto fantasma en su sombra cuando la luz entro a través de las ventanas, Touya observo la sombra que formo su mano, mientras jugueteaba con las paredes, las yemas de sus dedos abrazaron el frio y por un momento pudo ver más de una sombra reflejada en ellas.

El brío se cernió en sus ojos, maravillado ante la compañía que siempre tiene cerca. Después de todo nunca había necesitado a nadie más que así mismo.

Touya Todoroki fue un completo idiota al aferrarse patéticamente a los vínculos. Cuando debió saberlo desde un principio.

«—Serás un gran héroe, Touya. Tu poder es único e inigualable. Estás destinado a la grandeza, tú me sobrepasaras a mí y a ese hombre.»

Escucho una vez.

Y para sus males, las palabras le siguieron en un eco ensordecedor sin poder detenerse. Mientras la carne que funge como suya y se quema en cada llamarada, y el viejo altar se burla de él -porque nadie había esperado que regresara y fácilmente había sido reemplazado-.

Touya debió saberlo, pero eso ya no importaba porque Dabi lo sabe;

Los héroes siempre han sido monstruos que aplastaron el sentimentalismo debajo de sus pies. Es lo primero que aprendió ante ojos fríos y mirada cruda, los puños de su padre se cierran con fuerza y la furia centella en sus ojos, mientras sus labios forman una línea recta y firme que se deslizan hacia abajo ante el descontento.

Él no podrá alcanzar el sueño para el que fue creado, él solo fue una falla más, algo fácil de reemplazar.

«¡Mírame! ¡Mírame! ¡Mírame! ¡Mírame! ¡Mírame!»

Su padre.

No.

El héroe Endeavor no tiene tiempo para él.

No para seres imperfectos.

Errores.

Sus dedos bailaron sobre la puerta gris, a simple vista parece una puerta normal, o al menos eso es lo que quiere aparentar. Después de todo Touya sabía que la puerta tiene un sistema de reconocimiento, una vez que se entra, la puerta se cerrara hasta que el propio Dr. Edogawa la abra al colocar su mano en la perilla. También sabe que hay cámaras monitoreando cada centímetro del complejo, además de las que se muestran visiblemente en los pasillos; hay cámaras ocultas. Cuando Dabi se encontró en ese lugar por tres años le dio suficiente tiempo como para localizar cada una de ellas, si bien las visitas mensuales eran aburridas siempre encontraba una nueva incorporación que le hacía erizar la piel.

Desde que el centro de rehabilitación entro en funcionamiento muchos villanos trataron de entrar en el, usando la excusa de reintegración, muchos, intentaron escapar pensando que sería más fácil.

Por supuesto que no lo fue.

Porque bajo esa fachada de buena voluntad el centro tiene gruesos muros que podrían sobrevivir a cualquier tipo de terremoto o desastre natural, dijeron que era una forma de mantener protegidos a sus internos.

No querían que nadie saliera.

Dabi no pudo evitar reír ante aquel insulso chiste, son villanos, no pueden proteger el mal del propio mal, porque son su misma encarnación y querer erradicarla de ellos es matar una parte de sí mismos.