Este lugar era mágico, el paisaje era rosado y sus tonalidades, sólo aqui existían árboles de comida. Los árboles mas llamativos eran los de pizza, mayonesa, es mas existía un río de gaseosa transparente, era al parecer todo hecho de comida.
Axel:
Existían pequeñas personitas regordetas, que cuando querían correr rodaban. Con tanta comida a mi alredor era realmente difícil no comer algo, así que decidí comer cupcakes de un árbol llenos de ellos, estaban deliciosos, pero no me llene con eso, me comí 2 o 3 mas, pero cuando vi me había comido todo lo que estaba en el árbol, algo choco a mis tobillos, era una de esas personitas regordetas que vino hacia mi rodando, me dijo que el Gran Señor quería hablar conmigo, por fin conocería a alguien normal, bueno eso creía.
Lo tuve que seguir, por lo menos 10 minutos o más, llegamos a un castillo enorme, enorme parecía de cristal, pero en realidad era de azúcar cristalizada, adentro era muy elegante al estilo barroco, realmente hermoso, casi al finalizar la enorme sala, había una habitación enorme, con dos tronos, uno donde hacia un señor gordo, alto, un poco narizón, blanco, cabello castaño, y ojos azules, y en el otro lado, una mujer, pelirroja, alta, piernas largas, cara fina, ojos celestes nariz respingada, y un gran cuerpo, era hermosa!, me preguntaron que que hacia hay? Y cómo habia llegado tan lejos, que la mayoría de hombres se habia quedado en la en la envidia o la desesperación, pero yo no, así que me invitaron a cenar.
- Axel y los dos personajes conversaban de muchas cosas, hasta que el le preguntaron porque estaba aquí? Cual era su razón? , el simplemente no recordó.
Axel sabia que estaba buscando a una tal Valeria pero sabía porque. Le dijeron que pronto la encontraría, ya que faltaban pocas dimensiones. Mientras el señor y Axel hablaban, la pelirroja no dejo de clavar la mirada en Axel, el no era feo que digamos, era moreno de ojos marrones muy claros, cabello negro, nariz respingada y quijada firme, pero igual no creo que era motivo de que lo mirara así.
Llegó lo noche y lo invitaron a dormir, en una cama muy suave.
Era media noche y Axel no podía dormir. De pronto, entraron a su cuarto, muy despacio, el levanto la mirada y era la mujer pelirroja, ella rápidamente lo calló le dijo que no gritara.
Greta: me llamo Greta Caetano Murga, estoy aquí desde hace demasiado tiempo que estoy aquí, también pase todo lo que tu as pasado hasta ahora, pero me quede aquí porque el maldito ese a quien llaman el "Gran Señor" me hizo suya, ahora estoy condenada a vivir por la eternidad en esta dimensión, a menos que otra persona me saque o me despose.
-Axel quedó perplejo, estúpido por así decirlo.