02

205 9 0
                                    


❄️


“Zorra....zorra....zorra....”

Esas palabras daban vueltas y vueltas en mi cabeza.

¿Cómo fue capaz de llamarme de esa manera?

Se nota que no me conoce, no, si! Eso es no me conoce, no se cómo por qué tuvo los huevos de llamarme de esa manera.

Ahora mismo mi YO estaba en una disputa si entre pegarle una buena bofetada de ambos lados, o darle una patada en los huevos.

Estaba muy enojada y me puse a pensar que la única manera en la que no le di una patada fue por qué estaba ebrio, lo sé, me escuché muy sanguinaria al principio pero me rehusó a darle la golpiza de su vida solo por unas copas de más, digamos que, el karate es una disciplina, no es cualquier juego quien lo domine está obligado a usarlo de una buena forma de lo contrario va contra sus principios.

— ¿Que.....fue lo que me dijiste? — Dije algo atónita mientras me levantaba sobre del chico que aún estaba tirado en el césped del patio delantero de los Evans.

— Dije que eras una zorra...como todas las demás JA! Pensé que eras diferente Madison Davis — Dijo alargando sus palabras por el efecto al alcohol.

— Escucha, Grandullon no suelo ser conflictiva, pero te estás excediendo ¿Okey? — Me levanté por completo y seria di un paso adelante demostrando que no tenía miedo.

— Vaya Vaya~ el Gnomo tiene agallas — a este punto ya comenzaba a colmar mi paciencia.

Con su gigante manos me hizo hacía atrás con brusquedad, dolió lo admito pero trate de tranquilizarme.

— ¡Eh! ¡No me toques! Te lo advierto

— ¡JA! ¿Y que puede hacerme una pringa de 1.60 como tú? — Dijo arrogante.

— No me subestimes

— Ah, y ¿Por qué no? ¿Que me harás? ¿Golpearme? ¿Eh? — Me empujó haciendo me caer de nuevo al suelo

— Basta hasta aquí llegaste — Tomé impulso y di una patada en el aire justo en su nuca ahora haciéndolo caer a el, ojo por ojo.

Mantuve mi postura mientras escuchaba sus quejidos desde al suelo.

Tome su brazo y aplique una llave

Esta bien creo que me excedi un poco con lo segundo que su amigo, Lucas, tuvo que interferir para que no continuará.

— ¡Eh! ¡Eh! Tranquila pequeña — Me tomó por todo el torso evitando cualquier movimiento brusco.

— Espera!!, Dejo darle su merecido — Dije aún con esa intención aunque si lo ven de otro punto parecía una comedia y no un conflicto.

— Peque, déjalo el....no vale la pena — Rió haciendo enojar a su amigo quien estaba un adolorido en el suelo.

— ¿Pero que es lo que comes pequeña rata? — Iba a darle otra patada pero en lo huevos cuando Lucas intervino, no quería golpearlo así que me detuve.

Waiting for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora