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❄️

Jade Williams

— ¡Hijo de perra! — Mamá azotó la puerta.

Mamá y papá están peleando de nuevo.

Es la tercera vez esta semana.

— ¡Eres una zorra! ¡De nuevo te veo hablando con el vecino, ya fue suficiente! — Venía detrás de mamá, tiró cosa tras cosa mientras yo observaba desde la escalera cuidadosamente.

— ¡Ya me tienes harta Alfred! ¡No puedo dar un paso por qué te pones neurótico!

— ¡Así soy yo Elisa!, Siempre lo he sido y así me amas lo sabes — Suavizó pero mamá no baja la guardia.

No siempre pelean, solo desde hace unos meses hacia acá.

— ¡Maldito bipolar de mierda!.

Mamá venía hacia arriba, rápidamente subí a mi habitación y cerré la puerta.

Las lágrimas comenzaban a salir, recorrían mis mejillas y mis ojos azules se tornaba color turquesa. Sollozaba bajo pues no quería que supieran que me afecta más de lo que creen.

Mis padres me aman, lo sé pero a veces siento que por culpa mía pelean de esa manera. Mis padres me tuvieron muy jóvenes, no hablamos del tema pero sospecho que fuí yo la razón de su matrimonio, mamá me tuvo a los 18, era muy joven.

Papá es muy explosivo, hasta cierto punto bipolar, y eso no lo tolera mamá, papá es muy joven también, es cariñoso, sin embargo muy celoso, un poco posesivo.

Mamá por otro lado es muy equilibrada y trabajadora, tiene su carácter y muy directa, sus actitudes no encajaban pero aún así decidieron casarse, ¿Aún piensan que fue el amor lo que los unió?

Los gritos cesaron y por fin pude respirar bien.

— Tengo que salir de aquí, necesito tomar aire.

Tomé mi bolso, limpié mis lágrimas y salí de casa rumbo a un parque.

Suspiré y me senté en una banca a procesar todo, está pelea fue bastante fuerte, dijeron cosas horribles uno del otro, soy fuerte pero no indestructible.

Estaba en un mar de pensamientos cuando una pelota de básquet rodó hasta mis pies, tenía mi cara algo hinchada y los ojos rojos, no quería voltear pero alguien se acercó.

— Disculpa, ¿Me darías mi balón? — Dijo dulcemente una voz, una voz muy conocida.

Tomé la pelota entre mis manos y se la dí cabizbaja, odio que las personas me vean llorar, soy una persona de carácter fuerte sin embargo con temas delicados no soy tan fuerte, espero no me reconozca.

El tomó la pelota y rozó su mano con la mía, las quité pero el me sujetó una de mis manos y la estrechó con la suya.

— Jade, ¿Todo en orden?.

Jason...supo quién era, rayos y yo que no quería que me notara.

— Si... todo bien — Dije indiferente.

— Digamos que te creo — Mire de reojo y colocó el balón en su cintura sujetándolo con su brazo — Entonces...¿Por qué no me miras? — sentía su mirada.

Poco a poco levanté la mirada, ya no lloraba pero si tenía algo mojadas las mejillas y la nariz un poco roja.

Odio que me mire en estos momentos y más por qué se trata de el.

Waiting for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora