⚠️Capítulo 3 Primer día de clase.⚠️

3.7K 151 80
                                        

Fuimos dando un paseo y nos paramos en un restaurante y me invitó a un té de burbujas. Nos dimos un paseo en el parque y fuimos hablando de más cosas.

- ¿Tienes hermanos? - me preguntó.

Justo esa pregunta es la que odiaba que me preguntase todo el mundo.

- Tenía - contesté dolida.

Antes de entrar a la mansión Stefan me advirtió que tuviera cuidado al entrar porque había un pequeño escalón, pero no me di cuenta y acabé tropezándome, me habría caído de no haber sido porque Stefan estaba a mi lado y me sujetó entrelazando sus brazos con los míos. Entonces me besó. Con mi pie cerré la puerta de entrada y nos besamos apasionadamente durante un rato. Se veía que Stefan lo estaba disfrutando tanto como yo.

Cuando nos separamos le abracé y comenté.

- Te pareces mucho a mi hermano, jejeje - comenté con una tierna sonrisa.

- Pero no puedes serlo, yo lo vi morir - añadí con pena.

Él me volvió a pegar a él y me volvió a besar.

- Lo siento, eso tuvo que ser muy doloroso - dijo abrazándome.

- Oye, ¿te apetece quedarte a dormir hoy en mi casa? - me preguntó cambiando de tema.

- Vale - contesté sonriendo para llamar a Jenna y decírselo.

Al cabo de un rato le dije.

- Me puedo quedar - le dije.

- Bien, oye, ¿te apetece dar un paseo por el bosque? - me preguntó midiendo sus palabras.

Fue algo extraño pero noté que necesitaba urgentemente ir al bosque, como si hubiera algo de allí que necesitaba hacer o coger para vivir.

Aún así respondí con normalidad.

- Vale - contesté cogiéndole la mano.

Dimos un paseo por el bosque hasta que me pidió cerrar los ojos. No entendí por qué me pidió eso, sin embargo yo los cerré y cuando los volví a abrir me asusté un poco al ver que tenía sangre en sus labios.

- ¿Estás bien? tienes sangre en tus labios - le pregunté preocupada.

- Sí, tranquila, no es nada - contestó relamiéndose los labios.

- Es muy bonita esta zona - dije observando los animales las plantas y todo lo que yo era. La naturaleza.

- Sí - contestó sentándose conmigo en un tronco caído de un árbol.

- Mejor será que volvamos a casa pronto, es peligroso estar fuera muy tarde - me dijo al cabo de un rato dándome la mano.

- Bueno, ¿dónde quieres dormir? ¿conmigo o tú sola? - me preguntó provocando que me sonrojara cuando estábamos de nuevo en casa.

Siempre me pasaba eso, en el amor era así, me sonrojaba con casi todo y era culpa del entrenamiento de diosa, por culpa del arduo trabajo que tuve que hacer para entrenarme jamás tuve tiempo para salir con alguien que no supiera que era diosa y me tuviera miedo. Así que en el aspecto del amor era más inocente por así decirlo, aunque hubiera visto cosas que hicieran llorar a una persona adulta por irónico que pareciera, jajaja.

- Si no te importa prefiero quedarme a dormir contigo - contesté sonrojada sin saber muy bien qué responder.

Él me cogió la mano y me dijo.

- Está bien - me dijo besándome con una sonrisa.

Todo esto era nuevo para mí, lo de estar en una relación con alguien que no supiera que era diosa y me tuviera miedo.

Luna Salvatore [1] (editando y corrigiendo) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora