Lejos [TodoBaku]

Cuando Algo Cambia

(la hiSTORIA ES TODOBAKU GENTE, pero para que todo salga como tengo planeado necesito incorporar el tododeku, no me juzguen la historia por un inicio, luego las cosas se ponen buenas, lo prometo ;◇;)

Viernes.

La atención del bicolor no se desvió cuando escuchó los clásicos gritos del rubio en el salón de clases por milésima vez en el día, jodidamente molesto, fue lo único que Todoroki se permitió pensar antes de volver a su interminable tarea. El rubio era una de las pocas personas que lo lograban sacar de su carácter tranquilo y sereno, de todas formas no era nada por lo que preocuparse.

— Trabajo en parejas — sentenció Present Mic, su profesor de Inglés. Vaya conveniencia, su corazón se aceleró ligeramente en que le podría tocar con Midoriya, el pecoso lo hacía querer morir de amor.

Y como si le hubieran dado un descanso de sus pensamientos, le tocó con su adorado peliverde. Su corazón dio lo que a él le pareció un latido realmente ruidoso cuando el peliverde sonrió emocionado

Rápidamente se encontraba planeando el proyecto junto a su amigo, su corazón cayó rápidamente al suelo cuando el peliverde dijo que alguien le gustaba, Todoroki inevitablemente agravó su dolor preguntando quién era, el peliverde dijo que no era lugar para decirle aún y su charla se quedó hasta ahí

El resto del día se le hizo eterno a Todoroki, pero esperó sereno hasta llegar a la oscuridad de su habitación para romper en silenciosos sollozos, su corazón estaba roto. Él necesitaba saber quién podía ser el responsable de desestabilizar al peliverde.

Marcó el número de Midoriya cuán rápido pudo en su celular, cada tono que pasaba sin responder ponía al bicolor aún más nervioso.

— ¿Hola? ¿Pasa algo, Todoroki? — Tantas cosas pasaban, fue lo que estuvo tentado a pronunciar. Se limitó a seguir el plan mental improvisado que había elaborado sin mucho cuidado.

— ¿Entonces? ¿Puedo saber quién te trae tan enamorado o no? — Dijo el bicolor con un tono alegre, el peliverde sacaba lo mejor de él aún cuando estaba hecho pedazos, él tenía ganas de estar feliz para ver la sonrisa en los labios de Midoriya.

— A-ah, si, eso... Uhm, esto, yo... — El peliverde tomó aire profundamente para no ahogarse con sus balbuceos — E-esKacchan — dijo el peliverde a un ritmo nervioso y apresurado, hasta al otro lado la línea Todoroki podía imaginar el sonrojo en la cara de su amigo. Estaba celoso.

— Bakugo. —dijo Todoroki en un tono más frío de lo que pensó que sería. — ¿qué tiene de encantador aquella bomba de gritos? — Preguntó sin darse cuenta de que, estaba empezando algo que nunca sería capaz de terminar.

— Su mirar... Tras todo ese enojo, cada vez que esta calmado, veo como se siente solo pero asustado. Él es probablemente una de las personas con las tristezas más grandes que conozco — Dijo el peliverde sin saber realmente el porqué de las tan profundas emociones del rubio.

— Su mirar... — repitió en un susurro casi incomprensible, estaba decidido a examinar de pies a cabeza a aquél rubio tan molesto para entender porqué se había ganado algo que él no fue capaz

— ¡Nos vemos Todoroki! Tengo que ir a cenar, hablamos luego — pronunció el peliverde, el bicolor dio un adiós y seguido la llamada terminó. Aquella noche Todoroki durmió impaciente por empezar a estudiar la mirada de Bakugo.

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Lunes.

Cuando despertó se fue casi corriendo, al llegar a clases lo vio, su ceño típicamente fruncido pero tenía su mirada fija en un libro, no había nadie más en el salón. Todoroki cayó en cuenta de la hora, aún faltaba una hora para el inicio de las clases, ¿Desde cuándo Bakugo llegaba temprano?

El rubio no había caído en cuenta de la presencia del contrario, y cuando habló el bicolor dio un pequeño salto del susto, salió de la sala un poco para que el rubio no lo notase.

— Ah, en veinte minutos debería estar llegando el mitad-mitad o alguien más, debería irme a menos que quiera que sepan de esta mierda —Dicho esto, el rubio cerró su libro y lo guardo bajo su pupitre y tomó su mochila, los pasos inminentes hicieron reaccionar a Todoroki quien se apresuró a esconderse. ¿De qué estaba hablando el rubio?.

Cuando el bicolor volvió a ir al salón fue menos cuidadoso, hasta accidentalmente hizo caer uno de sus libros al estar pensando en otras cosas. No debía husmear en cosas de los demás, él sabía perfectamente eso. Aunque el rubio era la persona que le robó el corazón a Midoriya, al menos quería saber que estaba leyendo. En un suspiro, revisó el escritorio del rubio, se sentía culpable.

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Ola, volví a decidirme a escribir

¿Que libro irá a encontrarse Todoroki? 👀
se lo que estás pensando y no, Bakugo no tiene porno ni relacionados bajo su escritorio JEJDKDF