Sombras Liberadas | CHRISERICK

Capitulo 4

Abrí mis ojos y lo primero que visualice fue a Cristopher en una esquina de la habitación.

- Hola – Saludo

- Hola – Sonreí

Avanzo dejándome el desayuno en la cama, un juego de naranja que se veía delicioso más unas cuantas tostadas.

- Gracias

- No es nada

- Comerás conmigo?

- No, ya comí, vengo de hacer un poco de ejercicio

Asentí comiendo un poco de la tostada, todo se veía apetitoso pero aún está con la memoria borrosa, no recordaba nada de aquella noche pasada.

- Por qué estoy aquí Christopher?

- Estás aquí por qué soy incapaz de dejarte solo Erick

- No lo hagas – Conteste inconciente

- Erick...

- Por qué me enviaste ese libro?

- Quería pedirte una disculpa, fui descortés contigo en la cafetería, creí que había sido una buena manera

- Mmm ok

- No quiero un romance Erick, mis gustos son las peculiares, si te lo explico no lo entenderías

Baje la mirada, algo se había removido dentro de mí, algo que no podría decifrar.

- Iluminame – Dije levantando mi mirada, chocando con esos bellos ojos color miel

Acaricio mi rostro como aquella vez fuera de la cafetería, posó uno de sus dedos en mis labios provocando que los entreabriera, me sentía atraído, aquellas maripositas en el estómago las cuales suelen hablar estaban dentro de mí.

Podía sentirlo, podía sentir como su rostro estaba en frente de mí, tanto así que estaba seguro que daría mi primer beso con aquel bello hombre pero mis deseos y pensamientos fueron derrumbados al ver cómo se alejaba de mí, levantándose de la cama entrando al baño.

- Idiota – Susurré para mí

Tome un conjunto el cual estaba en una de las sillas que se encontraba en la habitación, al parecer aquel individuo era todo un experto en moda.

Al estar más que listo, lo busque por el amplio departamento después de un tiempo entre a una de las oficinas, encontrandome a un Christopher frente a una computadora.

- Te ves hermoso

- Mmm sí, tienes buen gusto

- Que harás al rato?

- Trabajaré en la ferretería hasta las 7 pm

- Le diré a Clarence que te busque – Dijo

Asentí, aquella frase provoco una sonrisa de mi parte.

- Me encantaría morder ese labio – Comenzó a tocar de ellos

- Y a mí me encantaria que lo hicieras

- No voy a tocarte Erick, hasta que tenga tu consentimiento por escrito

- Que? – Pregunté totalmente confundido

- Te lo explico luego, te llevo a casa

Y una vez más odiaba esa actitud de él, de siempre dejarme con la duda, de nunca entender sus referencias.

Caminamos hacia el elevador entrando en el, estaba nervioso nada salía bien estar dentro de un elevador junto a esa persona la cual deseas.

Ví como Christopher presionó un botón provocando que las puertas se cerrarán, mordí mi labio inferior de alguna manera debía controlar aquellos nervios.