Este capitulo transcurre al mismo tiempo que el anterior
-JD- Caliope picó a JD con el dedo en costado para despertarlo -...JD-
-humm-
-JD, despierta-
-humm déjame dormir-
Caliope bufó y acto seguido lo golpeó con la almohada en la cara. JD dio un brinco sorprendido que casi lo saca de la cama. -o genial estas despierto-
JD la miró, sentada en la cama apoyada contra el cabecero y los brazos cruzados y una sonrisa ladeada como si el solo se hubiera despertado de la nada. Se frotó el rostro con frustración - bien, estoy despierto. Habla-
-he estado pensando,la reina ocra quería ceder parte de su territorio a los selatrop, no?-
-si, y?-
-Las personas, las multitudes sobre todo, pueden ser muy egoístas.. como pensaba contentar a la gente? como pretendía evitar cosas como el racismo? como pensaba evitar NUESTRO problema aquí?-
-no lo se cariño- JD se frotó el ojo con el dorso de la mano y suspiró suavemente.
-deberíamos preguntarle-
-okey, mañana primera hora deberíamos salir de aquí. Durmamos lo que podamos ahora-
-Claro que no! vamos! ahora!- Caliope se levantó y encendió la luz, JD se tapó con el edredón gruñendo como un niño que no quiere ir a clase.
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La Flecha aterrizó junto al palacio ocra. Todos contuvieron el aliento al ver como unas enormes lenguas de fuego se alzaban sobre los torreones formando un enorme incendio en todo el palacio.
JD corrió dentro seguido de Draco, para sacar a las personas que pudiese haber dentro ayudándose de sus poderes. Caliope se frenó a si misma en la puerta de su nave. Sin poderes. No podía confiar que su instinto de auto conservación la protegiera siempre, sobretodo porque tendía a ignorarlo. Volvió a entrar con una idea en mente.
Una vez en la sala de control puso las armas frontales en modo rallo congelante y apunto al cielo. Las nubes se congelaron al instante y comenzó a nevar apagando lentamente el incendio y aliviando el trabajo que JD estaba haciendo desde dentro. Des pues fue a ayudar con los heridos.
Un rato después, mientras Caliope vendaba un brazo quemado, JD llegó cubierto de ceniza, pálido como si hubiera visto un fantasma y con cara de funeral. Cuando hicieron contacto visual, y sin una sola palabra, Caliope supo que habría uno... un funeral al que ella no quería asistir. Cuando se acercó JD la abrazó y besó su frente, puso una mano en sus hombros y la guió por los destrozados pasillos del castillo.
Al llegar al destino Caliope vio las bigas derruidas sobre una persona que respiraba con dificultad. Cubrió su boca con sus manos para contener un grito y apretó sus ojos con fuerza dejando escapar las primeras lagrimas. Se quedó así unos segundos y luego suspiró de forma entrecortada. Caminó un pasó a la vez y se agachó para tomar la mano de la moribunda reina ocra.
-Sin lagrimas niña, eres una reina- su voz sonaba grabe y carrasposa, aun así seguía despertando en Caliope un instinto que decía que pusiera las espalda recta y levantara la barbilla -toma- con una mano temblorosa le dio un medallón dorado con el símbolo de la realeza ocra del tamaño de la tapa de un bote de conservas -dáselo a un verdadero rey, a una verdadera reina -respiró de forma forzada- confió en que elegirás bien a mi heredero-
Caliope volvió a sollozar -esto no esta bien, no es justo. Tu eres una gran reina, una gran profesora... yo siempre te he necesitado para ser una buena reina, todavía tengo mucho que aprender de ti-
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kidge y allulans
FanfictionTras la muerte de Allura los paladines no tienen mas remedio que seguir a delante y rehacer sus vidas, las cuales quedaran patas arriba una vez mas con la llegada de los Altair, unos jinetes de dragones capaces de viajar entre los mundos de las seri...