Bueno no sé si habrán leído "seduceme" de labbradzab pero si no lo hicieron, no entiendo que están esperando, pásense por su perfil, tiene muy buenas historias.
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Llevo cinco rondas de esto que no me acuerdo que es.Veo al chico de lentes con el que me engañaba Erick.
Debería olvidarme de él.
Debo admitir que el chico es lindo, pero de todas maneras no tenía el derecho de engañarme.
Creo que se llamaba Cristian, bueno, al parecer también tenemos en común la manera de intentar olvidar nuestras penas, porque muy sobrio no lo veo y no creo que esté consciente de lo que está haciendo.
Camina hacia la pista de baile y consigue llegar a tropezones.
Empieza a bailar y es muy sensual, la mayoría de personas tiene su atención en él, un tipo un poco más alto que yo se acomoda detrás de Cristian intentando restregarse "disimuladamente" contra este.
Apenas es consciente de que hay un idiota detrás de él y trata de alejarse pero el imbécil es insistente.
No sé como diablos llegué hasta aquí, pero acabo de golpear al idiota y gritar que nadie tiene derecho a acercarse a mi novio.
Lo tomo de la cintura y nos guio hacia mi auto, en cuanto llegamos, enciendo el motor y avanzó con dirección a mi casa.
Dejo mi auto en el garage y lo ayudo a bajar, se tambalea entre mis brazos antes de vomitar sobre mi.
Me veo obligado a darle un baño y de paso uno para mi también.
Ver su cuerpo desnudo es una tentación pero logro contenerme.
Le pongo un boxer y lo dejo dormir así. Hago lo mismo conmigo y me voy al sofá a intentar dormir.
Diez minutos después estoy seguro que no podré dormir así que voy a la cocina por un vaso de leche caliente.
Me siento en una de las sillas a esperar que se caliente la leche y caigo en cuenta de que tengo a un chico endemoniadamente sexy en mi cama.
Recuerdo su cuerpo en la ducha, y sus sensuales movimientos a la hora de bailar. Diablos, ahora tengo una erección.
Escucho pasos en la escalera y luego de unos segundos una silueta perfecta viene hacia mi.
No estoy seguro de que esté consciente de lo que hace pero tambaleandose llega hacia mi y se sienta a horcajadas sobre mi duro pene, que me envía una corriente de placer por todo el cuerpo.
- ¿Tú eres mi salvador? - arrastra un poco las palabras pero logro comprenderlo.
- Si quieres llamarlo así no tengo problema...
- Nunca he sido el pasivo pero creo que podría dejar que me la metas- da un pequeño salto que a mi pene le gusta tanto que se pone más duro.
- N-no hagas eso de nuevo.
- ¿Qué cosa? ¿Esto? - vuelve a saltar y está vez hace que mi miembro quede justo entre sus nalgas.- Uhmm es tan grande...- se muerde el labio y no lo pienso dos veces, me lanzo a su boca y comienzo un beso más que necesitado.
No estoy tan ebrio pero tampoco estoy muy consciente de lo que estoy a punto de hacer.
Meto mis manos dentro del boxer que trae puesto y aprieto una de sus nalgas mientras mi otra mano sigue su recorrido hasta llegar a su virginal entrada, paso un dedo por los bordes y noto como se le tensa todo el cuerpo.
Hago presión con mi dedo pero es difícil, puedo imaginar como le dolerá si no lo preparo bien.
Sigue meciendose sobre mi regazo, ensalivo uno de mis dedos y vuelvo a su entrada para intentar abrirlo un poco.
Juego un rato con dos dedos dentro de él mientras mi boca chupa y muerde sus pezones.
Me vuelve a besar y se separa de mi para arrodillarse entre mis piernas.
Baja mi boxer lo suficiente para que mi polla salga, me mira a los ojos y pasa su lengua despacio por la cabeza de mi pene.
La vista es tan erótica.
Vuelve a pasar su lengua pero esta vez desde la base delineando una de las venas.
Poco a poco introduce mi miembro en su boca, cada vez que baja introduce un poco más, asta que tengo mi pene en el fondo de su garganta.
Sufre algunas arcadas antes de levantarse y volver a sentarse en mi regazo.
Levanta un poco sus caderas, con una mano toma mi pene alineandolo con su entrada y se deja caer de a poco.
Su interior me envuelve y es tan estrecho que duele un poco, suelta unos pocos quejidos mientras se va acostumbrando pero no para hasta que me tiene muy dentro de si mismo.
Se abraza a mi cuello moviendo sus caderas en círculos y ya siento un tirón en la parte baja de mi abdomen, mi orgasmo está cerca pero quiero que lleguemos juntos así que trato de controlarlo y posponerlo.
Siento como se va levantando hasta que sólo la punta de mi polla sigue dentro de él, pero no tarda mucho para volver a meter todo mi falo en su apretado agujero.
Hasta ahora me he dejado hacer pero ya quiero tomar el control.
Lo agarro de la cintura y lo cargo, logro pararme y lo giro haciendo que quede de espaldas a mi, se arrodilla en la silla y apoya sus brazos en el respaldar.
Dejo un beso en su hombro y con ayuda de mi mano me vuelvo a alinear para penetrarlo de nuevo.
Siento la calidez de sus paredes y empiezo a embestirlo como si de un animal en celo se tratara.
Jadeos roncos escapan de mi garganta y son acompañados por sus agudos gemidos.
Aprieta más mi miembro entre sus paredes y siento que voy a estallar.
- Lléname con tu semen. Lo quiero todo adentro.
Su súplica me hace perder la razón, es tan placentero escucharlo decir cosas así.
Siento que ya no voy a poder aguantar y noto que de está masturbando.
Hilos blancos salen de su pene disparados hacia la silla en la que está.
Su ano se contrae con cada chorro de semen que expulsa y me obliga a llegar al orgasmo más placentero que he tenido en toda mi vida.
Mi semen sale de su interior y baja por sus piernas.
Lo llevo de vuelta a mi cama y saco una toalla del baño para limpiarnos, una vez listos dejo la toalla en el cesto de ropa sucia y me acuesto a su lado.
En unos minutos ya estoy sucumbiendo al sueño pero antes de quedarme profundamente dormido siento como se abraza a mi.