Obsesión

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Richard (25 años)
Christopher (26 años)

Las letras en negrita son flashbacks.

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Despierto y siento un ardor en las muñecas y en los tobillos, no sé donde estoy y trató de recordar que pasó pero me es imposible.

Escucho una voz pero no entiendo que dice.

En mi campo de visión aparece un chico que se me hace familiar pero no sé en donde lo vi antes.

Empiezo a escuchar con mas claridad...

- ... así que cuando te vi inconsciente decidí traerte, pero debía asegurarme de que no te escapes cuando despiertes y entonces te até a la cama. - termina de decir con una sonrisa espelusnante.

Quiero creer que este chico sólo me encontró después de algún fatídico accidente que me dejó mal y decidió traerme a su ¿casa?, pero sé que estoy equivocado porque sino no estaría atado.

- ¿Quién eres?- necesito sacarme la duda.

- Oh cariño, deberías reconocer al amor de tu vida, tu futuro esposo y si quieres podemos tener hijos.

Me vienen varias imágenes a la mente, pero en ninguna está él, hay una chica, se me hace más claro todo, hasta que lo recuerdo.

(- Hola, Rich.

- ¿Quién es? - grito concentrado en los documentos que me dejó mi secretaria.

- Deberías reconocer al amor de tu vida, futura esposa y madre de tus hijos.- bufa molesta)

Son las mismas palabras que dijo ella pero ¿porque?

- De verdad no me recuerdas. Trabajo en tu empresa hace 5 años, secretario de finanzas, pensé que me recordarías porque mi área de trabajo está frente a tu puerta.

Lo miro un poco confundido, aún no recuerdo que fue lo que me pasó y tampoco lo recuerdo a él.

- Si, ya veo que soy muy insignificante como para siquiera notar que existo.

- Perdón, no recuerdo mucho.

- Te voy a  refrescar la memoria soy el pobre chico que tu padre secuestró y como "disculpas" me ofreciste el cargo de secretario, sólo porque me tenías lástima.

Empiezo a recordar y noto que sus ojos son los mismos que vi cuando arrestaron a mi padre, sólo que ahora ya no tienen la tristeza impregnada en ellos, ahora sólo hay un vacío que me molesta porque él es tan hermoso que no se merece esto.

- ¿Chris? ¿Porque haces esto?

- ¡Por tu culpa! Hace tanto tiempo que llevábamos acostandonos y pensaste que no me nacería algún sentimiento, pero tampoco te importó porque hace un mes te compronetiste.

- Yo nunca dije o hice algo para que te ilusiones.

- Claro que si, idiota. Me salvaste de tu padre y luego te acostaste conmigo haciéndome creer que me querías.

- Nunca hice algo para que creyeras que sentía algo por ti.

- Oh verás como hago algo para que te quedes siempre a mi lado. - se sube sobre mi cuerpo y empieza a restregarse en mi entrepierna.

Mi pene parece feliz de volver a sentirlo y en unos segundos lo siento tan duro que duele.

No lo voy a negar, estar dentro de él son pequeños placeres que he estado extrañando.

- Te apuesto a que con esa zorra ni siquiera se te para.

Claro que no, ni con ella ni con ninguna mujer, pero mamá está obsesionada con que me case y le de nietos que no le importa.

Baja mi pantalón hasta mis rodillas y se quita toda la ropa, vuelve a su posición anterior y siento como va acomodando mi polla en su entrada, mentiría si dijera que no lo necesito.

Poco a poco voy sintiendo lo cálido de su interior y como sus paredes me aprietan.

No puedo evitar lanzar un gruñido de satisfacción y levantar la cadera para entrar por completo en él.

- No seas impaciente.

Reprime y noto que saca un látigo.

- Me gusta ser el sumiso, pero poder dominante y escucharte rogar me pone mucho.

- Oh diablos, muévete.

Se levanta sólo un poco para dejarse caer de nuevo y repite la acción unas cuantas veces muy lento.

No me es suficiente para calmar mi libido y vuelvo a rogar por más, por primera vez hace caso a mis peticiones y siento como acelera un poco sus movimientos.

Cada vez que digo algo me golpea con el látigo y eso lo hace más excitante.

En este momento lleva un ritmo más rápido y fuerte que logra que roce su punto, ambos necesitamos más.

Cambia de posición, se gira y se impulsa con sus rodillas, usa sus manos para separar sus nalgas y puedo llegar más profundo, en cada estocada siento como la punta de mi pene llega a su próstata y gime haciéndome saber que lo está disfrutando.

No sé cuanto tiempo llevamos así pero siento un cosquilleo en la parte baja de mi abdomen y una presión en la base de mi pene que me avisa que estoy a punto de llegar.

Chris gime más fuerte cuando llega al orgasmo y todo su cuerpo se tensa haciendo que mi polla quede atrapada en su culo que me presiona hasta que todo mi semen lo llena.

Cae rendido a mi lado y se sube sobre mi poniendo su cabeza en mi pecho.

- Yo sé que esto no es tu culpa, también sé que tu mamá quiere nietos y cree que si te casas con ella los tendrá, pero ella no puede tener hijos y para lo único que te necesita es para salir del hueco donde vive.

- ¿Cómo sabes todo eso?

- Porque no estaría obsesionado contigo si no supiera todo sobre ti. Mi psicólogo dijo que estaba obsesionado cuando yo sólo estaba enamorado, ahora si puede decir que estoy obsesionado, hasta me hice un tratamiento para ser fértil y poder darte hijos.

- No sabía que eso era posible. - sinceramente no sabía que los hombres podían quedar embarazados.

- Yo tampoco y resulta que si hay hombres que dan a luz, son unos pocos y se llaman donceles, también investigué y puedo tratarme para llegar a ser uno de ellos.

- ¿Estás en un tratamiento?

- No, ya me hice el tratamiento y funcionó.

- ¿A qué te refieres?

- Tengo 7 semanas de embarazo. Yo creo que va a tener tus ojos, le pondremos Ricardo ¿o no? Bueno tenemos mucho tiempo para decidir.

- Lo tenías muy bien planeado...

- Sip, pero en mis planes no estaba secuestrarte y actuar como un psicópata. Sólo quería decírtelo, aunque a pesar de todo salió bien.

Voy a tener un hijo, no pienso casarme con esa loca, mi madre tendrá que aceptarlo y empezaré a hacer las cosas bien con Chris.

Smut oreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora