Paremos un momento, sólo para aclarar un par de cosas... ¿Un nuevo Hawk Moth?, ¿Dos akumatizados en una noche?, ¿Personas que apoyan a los superhéroes y quienes están resentidos con ellos?, para esto, una breve clase de historia:
Luego de derrotar al primer Hawk Moth, su miraculous desapareció un tiempo, sí, nuestros héroes habían perdido un miraculous y ésto no deja dormir a Ladybug, de nuevo, un guardián perdía un miraculous y a pesar de que hubo paz por algunos años, el terror volvió más fuerte que nunca, alguien había obtenido el poder y conocimiento suficiente para dominar el miraculous de la mariposa mejor de lo que Gabriel Agreste había hecho. Ahora, el nuevo Hawk Moth tenía la habilidad de enviar más de un akuma a la vez, un ser de sangre fría cuyo único fin era eliminar a Ladybug, Chat Noir y al resto de los portadores de miraculous, no le importaría cobrar vidas inocentes para lograr su cometido... Y ya había comenzado, los desastres provocados por sus akumas, habían traído consecuencias y algunas personas perdieron la vida, lamentablemente, en accidentes que ni siquiera el "Miraculous Ladybug" podía corregir, pues nada más inevitable hay en éste mundo que la muerte y nada más preciado que una vida.
Así, las familias y cercanos de los fallecidos comenzaron a ver a los héroes de diferente manera, sí, eran los únicos que podían enfrentar a Hawk Moth, pero pensaban que los miraculous no deberían existir, quizá, se habría evitado tanta masacre de haberlos destruido en algún punto de la historia.
—¡HARTOS!, ¡ESTAMOS HARTOS DE ELLOS Y DE QUE PARÍS SE HAYA VUELTO EL ESCENARIO DE SU RIDÍCULO ESPECTÁCULO!, ¡¿HASTA CUÁNDO VAMOS A SOPORTAR ÉSTA INJUSTICIA?!— Se escuchaba desde el estéreo de un auto de junto.
—Ok, gracias, No necesitamos escuchar eso por ahora...— Admitió cerrando la ventana, un jóven policía al volante, harto de esperar en medio de un "embotellamiento" y apenado con su impaciente comandante en el asiento del copiloto.
La comandante no respondió pero opinaba lo mismo, era gratificante escuchar al menos a alguien tratando de alzar la voz en una estación de radio perdida, sin embargo, alarmar y difundir el pánico y la ira no solucionaría nada en esos momentos, aunque no quisiera admitirlo, eran los mismos superhéroes quienes podían solucionarlo y dar esperanza a los ciudadanos, «Viper... ¿Lograste escapar?, Te di tiempo suficiente, pero conociendote, pudiste volver...¿En dónde diablos estás?, Los parisinos necesitan ver a Ladybug y su equipo completo y con la confianza que los caracteriza para no perder la fé... Yo... Necesito saber que te encuentras bien...» Pensaba mirando por la ventana, buscando en los tejados alguna señal, un destello azul... ó la estúpida sonrisa de aquél chico.
—Espero... Que el señor Viperion y los demás se encuentren bien— Interrumpió el joven, notando la preocupación de su superior, —Fue... Impactante... Ver a uno de ellos tan cerca, nunca había tenido la oportunidad...— Carraspeó, recordando lastimosamente la escena en la azotea, se sentía tonto, la comandante tenía derecho a ver y estar con quien quisiera... Pero no podía evitar sentir un nudo en el estómago.
—No es lo que usted se imagina... Yo no trabajo ni me relaciono con superhéroes, si es lo que ha escuchado por ahí—.
—No tiene de qué preocuparse, hay... Algunos rumores en la estación y no me gusta nada la forma en la que hablan sobre usted...Pero yo no creeré en nada que no confirme mi comandante... Y a menos que usted quiera hablar al respecto, solo me resta decir que puede quedarse tranquila, no es necesario que le explique nada a un extraño—.
La comandante se sorprendió y sonrió agradecida, ambos se miraron y por un instante, su compañía le pareció agradable, parecía un buen chico, pero no podía permitir que él lo supiera, como su superior, debía tener mano firme con los nuevos, así que decidió contactar a Catherine por medio de radio, —Catherine, necesito un reporte de la situación... Un reporte decente por favor—
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"Encuentro prodigioso"
RomanceTe conozco desde siempre, vecinos y amigos desde pequeños. Fue lamentable... Que aquél día me encontraras en una situación tan vergonzosa. Hoy daría lo que fuera para regresar el tiempo y corregirlo... Quizá, el tiempo y la mentira habrían tenido pi...