"Únete a mí"

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Y así dejamos a Viperion y Ladybug discutiendo detrás de nosotros, me sostuve de Karim, rodeándolo con mis brazos, me llevó a un sitio donde un automóvil nos esperaba.

Las horas pasaron, no pregunte mucho, no podía dejar de pensar en la acción de Viper... ¿Realmente hizo todo eso para que pudiese escapar?... ¿Por qué?, ¿Por qué sigues arriesgando tanto por alguien...como yo?.

Con eso en mi mente, me quedé dormida un buen tramo del camino, al despertar, me encontraba recargada en el hombro de Karim, con una manta que me cubría muy bien... A pesar de que siempre actúa despreocupado y de manera improvisada, parecía que esta vez se había esforzado planeando el escape.

«Karim... Confío en tí, sé que no te tomarías tantas molestias por nada...»

💛 Me aferré más a su brazo, pude sentir las cicatrices más notorias, acaricié un poco su mano, tenía miedo pero entonces me rodeó con su brazo, entonces me hizo sentir que no había nada que temer, él jamás permitiría que me reuniera con alguien en quien no confía... él jamás permitiría que me lastimaran. 💛

—Buenos días, ¿Pudiste descansar?—.

Negué con la cabeza, imagino que mi cara lucía graciosa, pues se rió un poco.

—Tenía tiempo sin ver esa expresión en tu rostro, tienes miedo—.

Me limité a encogerme de hombros y hacer una mueca aún más extraña, no es fácil admitirlo, pero solo un verdadero amigo reconoce cuando necesitas escucharlo.

—Bueno, ya no falta mucho... Podrás descansar una vez que lleguemos; Geo te ha preparado una habitación, cocinaré algo delicioso para cuando despiertes y...—

¿Descansar?, ¿Quién pensaría en descansar ahora?, ¿Por qué hablaba como si yo entendiera lo que está pasando y esto fuera un viaje de placer?... de nuevo leyó mi rostro; se estiró, refunfuñó y retomó la conversación.

—Claro, querrás verlo enseguida y aclarar las cosas ó no podrás quedarte tranquila... Eres muy inquieta—.

Quise tratar de sacarle más información pero se burlaba diciendo que solo Em tenía derecho a responder y que eso ya era mucho decir... Me sentía como una niña preguntando si llegaríamos pronto una y otra vez y eso parecía entretenerlo mucho, seguí el juego un rato más, era mi forma de calmar mis nervios por la incertidumbre.

Al llegar y abrir la puerta pude percibir un aire húmedo y salado, estábamos cerca de la costa... Aparcamos frente a una casa blanca, con un jardín de césped recién cortado y bien cuidado, a lo lejos, había una colina con una banca, al borde del precipicio... Ahí se encontraba sentado Em... Vivo, con el viento ondeando la coleta de su cabello, me daba la espalda mirando al mar.

—¿Qué esperas?, Estabas ansiosa por recibir respuestas—.

Karim se acercó a acariciar mi cabello y me miró por unos segundos.

—Anda, ambos llevan mucho tiempo esperando por esto— dijo antes de mirar hacia el cielo, intentando ocultar un par de lágrimas que se le habían escapado.

—¿Karim estás... llorando?—, respondí con preocupación, pero lo negó e insistió en que me apresurara.

Toda la situación era muy extraña, mientras me dirigía hacia la colina, miré a mi alrededor y conforme avanzaba vi que no estábamos solos, un chico de cabello negro y largo miraba desde la entrada, por alguna razón llevó sus manos a su pecho y soltó un suspiro; más allá en el jardín un par de niños pelirrojos jugueteaban, pero pararon de reír cuando me vieron pasar... Todos actuaban de la misma manera, pero mis pasos no se detuvieron hasta que me encontré cara a cara con él...

"Encuentro prodigioso"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora