Nick supervisaba la maniobra de embalaje con tensión. Había protegido la embarcación y la habían afianzado con mucho cuidado. Introducirla en el contenedor había llevado su tiempo, pero por fin estaba hecho. Ahora el tráiler lo llevaría al puerto, y lo embarcarían en el carguero rumbo a otro continente. Cuando se puso a medir la lancha fuera borda, para comprobar si podían meterla allí dentro, se sorprendió de lo ajustadas que eran las medidas. Con las protecciones, la embarcación encajaba perfectamente. Diana había hecho sus deberes cuando le exigió aquellas especificaciones. Ahora lo entendía. ¿Por qué no le dijo desde un principio que las medidas que exigía tenían aquel propósito?, hacer que el transporte fuera más fácil cuando viajara al extranjero. Ya se había dado cuenta de que las decisiones que tomaba tenían un porqué. Al principio las acataba porque no tenía más remedio, ahora estaba convencido de que tenían un por qué. Parecía que todo lo que hacía ella era así, una cuestión de confianza.
Nick se giró para volver a las oficinas, en el aparcamiento había mucho del personal, contemplando la maniobra, pendientes de si se necesitaba ayuda y la mayoría por curiosidad. Boby le gritó a su amigo.
- Eh, Nick, esta noche hay que celebrarlo. ¿Tomamos algo donde siempre?.- Nick sonrió pletórico, si, necesitaba celebrarlo. Había estado en tensión hasta que la máquina dejó de ser su responsabilidad, y necesitaba una pequeña recompensa. Diana lo miraba unos metros detrás de Boby, y le sonreía de esa manera que le encantaba, sólo a él.
- A las ocho, Boby, vamos a quemar el local.- Diana se giró asintiendo, sabía que se encontrarían “casualmente “ allí.
- Llamaré a Jack, seguro que se apunta. Noche de chicos, ¡Por fín!.- Boby se giró hacia la nave dando saltitos feliz. Hacía mucho tiempo que no salían los tres de nuevo juntos.
Boby bebía su cerveza con calma, su mente no estaba concentrada en las chicas que abarrotaban el local esta noche. Él y Nick esperaba hacía rato a Jack, que se entretenía en la barra pidiendo su cerveza, charlando animadamente con una morena que conocía muy bien. Aquella Esmeralda le tocaba el brazo con una complicidad que le enervaba. Había algo entre aquellos dos, estaba claro. No estaba enfadado con ellos por que tuvieran entretenimiento femenino, lo que le resquemaba era que eran amigos, y que ninguno de los dos le habían dicho nada. ¡Joder!, se contaban todo, con pelos y señales. Él mismo había perdido la virginidad tres veces, la suya y la de sus dos amigos. Pero ahora, parecía que ya no eran los de antes, habían cambiado, le estaban dejando de lado, y eso no le gustaba. Cuando Jack volvió a la mesa junto a ellos, Boby no pudo morderse la lengua más, siempre se contaban todo, sentara como sentara, eran amigos.
- No te cortes, tráete a tu novia la joyita aquí, así por lo menos no me sentiré excluido.- Jack perdió su sonrisa afable.
- Yo no tengo novia.- Boby se tensó.
- Ya, ahora es cuando me dices que no estás saliendo con Esmeralda. Y tú, - apuntó a Nick con su cerveza, - Tú no te estás beneficiando a la jefa.- Nick no podía creer lo que su amigo había dicho en voz alta, lo sabía, y estaba enfadado. Pero lo que realmente le heló la sangre fue escuchar una voz acusadora a su espalda.
- ¡Se lo has dicho!.- Diana lo miraba con fuego en los ojos.
- Diana, yo no…- intentó defenderse.
- Me lo prometiste.- ella se giró y salió disparada del local. Nick intentó alcanzarla, pero antes miró a Boby y lo fulminó con la mirada.
- Ya hablaremos,… si no te mato antes.- y se giró sin esperar, sin escuchar su respuesta.
- Sí, eso amigo. Si aún te acuerdas de cómo se habla con los amigos.-
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El Club de las Damas 01- Volvemos al campo de caza
RomanceLa presa más difícil de atrapar es el hombre, pero si eres una buena cazadora, conseguirás atrapar la pieza que deseas. Tu no entras en el Club de las Damas, ellas te invitan a entrar, y cuando lo hacen, tus objetivos en la vida cambian. Antes sólo...