Nick envió el mensaje y apagó el móvil. Después se repantingó en el asiento y siguió mirando al vacío mientras vaciaba su vaso de whisky. Había visto las llamadas de Diana, pero había hecho lo mismo que ella, rechazarlas. Pero antes de apagar su teléfono, había tenido la consideración de mandarle aquel mensaje. Ahora sólo quería ahogarse en alcohol, pasar página, y para ello tenía que sacársela de encima lo antes posible. Por eso estaba allí, a muchos kilómetros de distancia. Una vez que empezó a escapar, no miró hacia donde iba, hasta que se encontró en Houston. Paró en un club de carretera, y ahí esperó a que abrieran. Entró, pidió su bebida, y se quedó mirando a las strippers mientras se balanceaban delante de él. Intentó dejarse llevar, se llevó a una al reservado, pero nada, no consiguió despertar a su "amigo".
No supo cuanto tiempo estuvo allí, bebiendo y compadeciéndose de sí mismo, hasta que el encargado le instó a abandonar el local, era hora de cerrar. Se metió en el coche y se quedó dormido.
Diana llegó al trabajo tan puntual como siempre, su rostro no mostraba ninguna emoción, pero estaba preocupada. Nick no había contestado a sus llamadas, y nadie lo localizaba. Si tantas ganas tenía de hablar con ella, ¿Por qué no lo hacía?. El despacho de Nick estaba vacío, y su móvil seguía a pagado. Ya que no podía hacer otra cosa, se centró en el trabajo, repasó su correo electrónico y vio el mensaje de Nick. "Cómo ya he visto que te has "recuperado" tan rápido, espero que me dejes hacer lo mismo. Que sigas pasándotelo bien." No acababa de entenderlo, ¿Pues no parecía que la estaba mandando a paseo?. Una llamada la devolvió al despacho. Tenía que solucionar unos problemas de transporte en Europa, así que decidió adelantar su vuelo. Llamó a la compañía y consiguió los enlaces para salir ese mismo día. Antes de salir de la oficina miró hacia el despacho de Nick, seguía igual de vacío. No era propio de él no ir a trabajar. Al salir de la oficina, encontró a Boby en su hora del café.
- ¿Se va ya, señorita Livingston?.- Ella le sonrió agradecía. Pese a lo ocurrido, él quería mantener esa fingida cortesía con su superior.
- Sí, tengo que adelantar mi viaje. ¿Podríamos hablar un segundo?.- Boby asintió y se apartaron del resto. – Nick no ha venido a trabajar hoy. Podrías....- él sonrió y asintió.
- No te preocupes, cuidaré de él.-
- Gracias.-
Se alejó con el corazón encogido, no quería irse sin aclarar las cosas, pero no tenía más remedio.
Nick apareció en la oficina a la hora de comer. Tenía el pelo húmedo, pero sus ojos cantaban a la legua que no había dormido mucho. Boby intentó acercarse, pero su mirada asesina era clara, "no te acerques".
Diana llamó a la oficina en varias ocasiones, pero Nick nunca cogía el teléfono, así que se limitó a informar sobre su viaje a otro empleado de la oficina. Si él quería tiempo, pues bien, se lo daría. Le daría todo el tiempo que necesitara, y más. Alargaría su viaje todo lo posible. Sólo tenía pensado acudir a la feria del lujo en Mónaco, exponer allí y volar a Arabia Saudí donde Alí Iben Sied la esperaba para asentar su franquicia allí. Pero visto como estaba el panorama, adelantaría sus viajes a las otras dos franquicias que tenía en mente estudiar e instalar. Tardaría lo suficiente para darle su tiempo, y además ella misma se ocuparía en el trabajo, y evitaría pensar en él, porque la dolía hacerlo.
Arto de que su amigo le esquivara, Boby había preparado una encerrona para poder hablar con él. Le había costado convencer a Jack, pero cuando se hubo explicado, su amigo comprendió que Nick tenía que alejarse de aquel círculo destructivo en el que se había metido. Estaba seguro que se emborrachaba después del trabajo hasta caer redondo, y después se levantaba, se duchaba y acudía al trabajo. Así habían pasado ya cuatro semanas, y no tenía pintas de cambiar. "Se le pasará" pensó en un principio, pero no lo parecía. Era la primera vez que lo veía tan destrozado por culpa de una mujer. Levantó la vista del menú, y miró por el cristal de la cafetería. Vio a Jack y Nick caminar hacia la entrada, y se escondió tras el menú para que no lo vieran.
Nick se sentó en una mesa junto al ventanal, y Jack se sentó a su lado. En otras circunstancias Nick se habría dado cuenta, pero no vio la encerrona hasta que Boby se sentó en frente de ellos.
- Esto tiene que acabar, Nick.- el aludido apretó la mandíbula y miro alternativamente a sus dos amigos.
- Genial, ahora tendré que estrangularos a los dos.- por primera vez que recordara, Boby sacó un genio duro que no era propio de él.
- Oh, ¡Cállate de una vez y déjate ayudar!.- Jack y Nick callaron por la inusual brusquedad de la voz de su amigo, y antes de que se les pasara el efecto éste continuó. – Le conté a Diana que os vi en el aeropuerto y que yo mismo saqué mis propias conclusiones. Le dije que tú no la traicionaste, y me creyó.- Nick le miró con rabia, recordar la traición de Diana le seguía envenenando.
- Ella no tardó en acostarse con otro.- aquella noticia sorprendió a los otros dos. – Así que ahora sepa la verdad ya no me importa.- La camarera se acercó a ellos con jovialidad.
- ¡Vaya, Boby!, ¿dónde has dejado hoy a la amiguita del otro día?.- Boby intentó despedirla con prisa, aunque ella no tenía la culpa.
- Me mandó a paseo, Mildred. ¿Nos traes café?.- ella asintió
- Enseguida, Boby. Ah, y si quieres un consejo. A las mujeres no nos parece romántico que nos inviten a café un sábado a las 7 de la mañana. Y mucho menos si nos hacen pagar.- los otros dos le miraron.
- Diana no me dejó pagar, pero eso no viene a hora al caso. Lo que...-
- Un momento.- le interrumpió Nick.- Diana se fue el lunes siguiente a... bueno, a la movida. ¿Cuándo has desayunado tu con ella aquí?.- Boby le encaró.
- Llevo tratando de decírtelo todo este maldito tiempo, pero tú, cabronazo, no me has dejado.- Nick lo cogió por el cuello de la camisa.
- Explícate.-
- Cuando los dos os fuisteis a buscarla, yo me quedé a esperarla en el coche, y a eso de las 6 y media apareció. Después vinimos a tomarnos un café y a charlar. Te llamamos pero no nos cogiste el teléfono. Si hubierass contestado...- Nick lo zarandeó con fuerza.
- ¡Mientes!, el sábado de madrugada estaba revolcándose con otro en su apartamento. ¡ Yo los vi!.- Jack se sonrojó súbitamente.
- Así que el del portazo fuiste tú.- no era una pregunta, sino una confirmación. Jack sintió la mirada acusadora de sus amigos sobre sí mismo.- Vale, éramos Esmeralda y yo. Estábamos en el apartamento de Diana en Beaumont. Se nos fue un poco de las manos lo de la búsqueda, teníamos las llaves y... ¡pero como salga algo de esto de aquí os corto las pelotas!, ¿entendido?.- Nick comprendió entonces el error en el que se había metido, y se derrumbó en el asiento.
- Todo este tiempo, creía que me la había pegado con otro por despecho.- Boby entendió entonces por qué había estado así todo ese tiempo.
- Aún puedes arreglarlo, habla con ella.- Nick lo miró derrotado y enfadado consigo mismo.
- No lo entiendes, estas semanas nos ha estado enviando su trabajo por correo electrónico. Pedía nuevos diseños, enviaba especificaciones... Intentó hablar conmigo, pero yo la mandé a la mierda sin ninguna cortesía.-
- Tienes que aclararle lo que ocurrió, tiene que saber que tu comportamiento tenía una causa justificada.-
- Ojalá no sea demasiado tarde.-
- ¿Tarde?, nunca es tarde.- Inquirió Jack.
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El Club de las Damas 01- Volvemos al campo de caza
RomantizmLa presa más difícil de atrapar es el hombre, pero si eres una buena cazadora, conseguirás atrapar la pieza que deseas. Tu no entras en el Club de las Damas, ellas te invitan a entrar, y cuando lo hacen, tus objetivos en la vida cambian. Antes sólo...