El bosque sabe tu nombre.

Aradia

Capitulo 8

- Narrador -

Después de la rebelión

Donde se libro una batalla de traición, y hipocresía, donde nacieron dioses... Demonios... Magia, donde se olvidaron personas, pero ellos... no los olvidaron a ustedes.

Desde de las sombras, una niña observaba como todo se perdía... como perdían. Ver a ángeles caer del cielo de una guerrera perdida.

Un gran golpe causó un temblor en toda la tierra después de ver como diversas figuras caían del cielo.

Después de el silencio se podían escuchar pequeñas pisadas corriendo rápidamente asía el cráter en el suelo, donde golpeó uno de los ángeles, respirando con dificultad.

- ¡Lucifer! - Un pequeño cuerpo se arrodillo aun lado del ángel.

- Aradia... - El ángel en el suelo dijo con voz cansada - Vete de aquí... Regresa al cielo.

- Lucifer, cállate, puedo ser una niña aún pero se que, ahí - Dice ella viendo en dirección al cielo - no es a donde quiero pertenecer - Regresa su vista a el ángel en el suelo.

- Hermana... El me castigará por esto - Dijo viendo con pesadez el cielo - A mi y a los demás ángeles.

Aradia levanto la mirada para ver a los demás ángeles que como su hermano habían sido expulsados del cielo con sus grandes alas blancas.

- Aradia... Mírame - Pidió su hermano.

La niña negó fuertemente con su cabeza aguantando las lágrimas.

- Por favor, mírame - Volvió a pedir el ángel.

- No te quiero perder - Dijo la niña entre dientes.

- Siempre voy a estar contigo Aradia, siempre voy a volver a ti - Dice el ángel tomando la mano de la niña.

- Me lo prestes? - Apretando la mano de su hermano con fuerza.

- Te lo prometo - Dice con firmeza.

Antes de poder seguir hablado de un rayo de luz baja la figura de un hombre vestido de blanco que no aparenta más de unos 50 años con una prominente barba.

- ¡Lucifer! ¡Tenemos que irnos!.

La niña trata de mover al ángel inútil mente del suelo antes de que el hombre que camina lentamente asía ellos llegue.

- Lucifer, por favor, ayúdame, tenemos que irnos - Dice ella ya con lágrimas en sus ojos.

- Aradia, tienes mucho poder dentro de ti - Dijo Lucifer poniendo una sobre en corazón de la niña - Compártelo con los que creas dignos de el...

- Lucifer... No... No me hagas esto, lo prometiste - Es lo último que le dice a su hermano antes de que el hombre llegue a ellos.

- En tu intento por querer ser Dios provocaste una guerra... - Dice el hombre tranquilamente.

- Yo nunca intentaría ser como tu - Dice el ángel tratando de levantarse - Soy mejor que tu... - Con una sonrisa, esta vez de rodillas.

- Solo causaste muerte y destrucción.

- Traje libertad de tus cadenas a los que me siguieron - El ángel replica con orgullo en su voz.

- Tu, y los demás no podrán regresar al cielo... ¡Nunca! - El hombre decreta con fuerza - No podrán vivir en la tierra.

- ¿Y que harás? ¿Matarnos?.

- No, todos ustedes - Dice el hombre viendo a los demás ángeles ya de pie - Desde ahora son ángeles caídos, deshonras, desgracias de mi creación aberraciones... Demonios y así serán marcados.