Devil.

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-5-

¿Te ha pasado que has sufrido de un momento verdaderamente vergonzoso? ¿No? Pues yo sí, y justo ahora estoy pagando por ello. Tengo que decirlo...

Te maldigo estúpida renacuajo que en algún momento llegué a llamar amiga. Ya te puedes pudrir en el infierno.

Les diré por qué: Esa enana, se puede ir al infierno por haber escrito en uno de mis cuadernos del colegio algo sobre Ángel -mi antiguo amor platónico- eran puras boberías como: "el ángel estrellado" -un apodo que tal vez explique más tarde- "pipi" -otra larga historia- etc.

Como sea, continuando con la historia este es un cuaderno que use en mi último año de colegio y como nunca lo termine, decidí usarlo en la universidad. Hasta ahí, todo tranquilo, todo normal.

He de aclarar que mi sueño siempre fue estudiar literatura en la universidad de las artes, pero mis padres no me apoyaron, tenía que cambiarme de ciudad y la carrera no era mucho de su agrado. En fin, quise medicina, pero terminé estudiando ingeniería, algo irónico tomando en cuenta que los números y yo nunca nunca nos hemos llevado bien, pero no entraré en detalles.

Mi mejor amigo, si entro a estudiar medicina y otra compañera de clase también lo logró (sí, la envidia corría por mis venas cada que los veía con el uniforme) con tal, que todos los miércoles Kevin y yo nos reuníamos aquí, en la facultad de medicina y... no adivinaras con quien me encontré, sí, aquel ser con el que desperdicié mi tiempo y energía, una terrible y mísera tragedia.

El hecho es, que él y yo no nos llevamos bien, pero eso es lo de menos, aquí lo importante es... Que el vio eso escrito en mi cuaderno y también vio... Mi poema de la frustración; mi poema del rencor; del despecho.

Dime, Dios ¿qué te he hecho yo para merecer tantas tragedias absurdas como esta en mi vida? ¿O es que te caigo mal? Porque déjame decirte que no serias el primero, pero aun así ¡el resto de la multitud no me complica tanto la vida!

¿Cómo vio mi poema? Se preguntarán ustedes y la respuesta es muy interesante, de hecho. he de mencionarles que los mejores amigos en realidad no existen. No confíen en tal etiqueta, porque en definitiva son peor que tus enemigos.

Kevin y yo estábamos sentados en una banca, le estaba enseñando los ejercicios que recibí en clase de álgebra esta mañana, cuando aparece una página que no había visto en un largo tiempo y hubiera preferido que siguiera así. Un par de burradas que Luanna siempre solía decir, estaban escritas en ese papel, Kevin lo leyó, levantó su mirada y me observo fijamente echándose a reír.

—Tu poema es muy lindo, eh. — lanzó otra risotada.

Le arranqué la hoja de la mano y leí el "poema".

Eres un ángel celestial,
Sin duda el más bruto animal.

—Esto no es un poema, es una frase. Una pendejada que escribí cuando era pendeja.

¿Lo leyeron? Mi poema de la venganza; de la frustración; del rencor; del despecho. O bueno... un verso sin esfuerzo. Y ósea, no lo escribí porque el tipo no me dio chance, no vayan a creer eso. Lo escribí porque el tipo era un completo imbécil que no apreciaba mis esfuerzos de acercamientos. Solo imagina que te acercas y quedas de cara con una pared. Ahora imagina que te sucede durante tres años, que fue lo que duro mi estupidez por aquel molesto ser.

—Sí, se nota lo pendeja que estabas.

Quise ahorcarlo en ese instante, pero dicen que amistad sin bullying no es amistad, así que...

Y justo entonces apareció, así de la nada. Como si lo hubiéramos invocado. Kevin se asustó, ¡yo me asuste! Y en medio del susto, solté la hoja... y cayó justo a sus pies. Todo paso tan rápido y al mismo tiempo tan lento. Él levantó la hoja y empezó a leer, Kevin y yo solo agachamos la mirada. Ósea ¡No inventes! ¿Quién carajos lee las cosas de los demás? Además de imbécil, no tiene un poquito de respeto hacia la privacidad de los demás.

—¿El diablo? ¿Quién es el diablo?

Kevin y yo lo miramos con sorpresa.

—¿De qué hablas? —pregunté, entonces él empezó a leer...

"Qué decepcionante resultaste ser,
Cada una de mis expectativas llegaste a romper.
Tal vez no me quise dar cuenta,
Que estaba cegada por esta enamorada faceta.
Creí ver en ti todos los colores,
Pero acabaste siendo el mayor fracaso de mis amores.
No volveré a tomar otra decisión amorosa en lo que me quede de vida.
Y he de admitir que estaré más que feliz con tu partida."

Procedió a darle la vuelta a la hoja ¡Maldita sea! ¿Cómo se me pudo olvidar que escribí un poema al reverso de la hoja? Ese sí es el poema del despecho.

—¿Se trata de mí? —preguntó finalmente pipi, digo Ángel.

Ay, solo quiero que me maten. Eso es todo. 

Trozos De Papel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora