07.

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La noche en Seúl había caído, hacia un poco de viento, pero era lo suficiente como para estar tranquilo y sin preocuparse si podrías pescar un resfriado.

Esta tarde me encargue de buscar entre todos los recibos del día, para ser exactos el ultimo, para corroborar que la libreta era del chico, y en efecto, era de él.

Keok me ayudo a buscarlo, afirmando que tal vez se trataba de mi príncipe azul, me explico de nuevo el cuento de la cenicienta cuando la princesa pierde su zapatilla, solo que esta vez era al revés, que no era una zapatilla sino una libreta roja, y que yo era su ¿príncipe?, osea que el seria ¿cenicienta?, en fin.

Mañana tengo que verlo en el café, muy pocas veces la he visitado, ya que es como el starbucks de Seúl, aunque la mayoría quiere tomar uno de sus cafés, yo paso. La única vez que he ido es cuando Keok me mando a comprar unos para nuestra comida, y al ver cuanto pagaría por ello valore cada sorbo que le daba.

Rode en mi cama, para ver a lo lejos el sobre que había dejado encima del escritorio.

Estuve tan cerca de trabajar en una de las compañías mas importantes en tecnología, pero no lo logre, si hubiera visto el cartel antes, probablemente mi historia sería otra ahora, pero creo que vendrán oportunidades mejores, de eso estoy segura.

-Mañana será un día mejor-

.........

-Llevo todo, llaves, cartera e identificaciones. Lista-

Salí con mi uniforme, no del todo, la casaca la llevaba en mi pequeña mochila de plástico con efecto tornasol, no quiero que le suceda algo, manchándola con café, aveces puedo ser torpe.

-Nos vemos padres, LOS QUIERO-

-Pero aun es temprano-

Salí rumbo a la cafetería, esta vez mi ruta era distinta en tanto tiempo, ni siquiera me había percatado de cuantas tiendas existían a su alrededor. Ropa, perfumes, tiendas de cosméticos, todo.

Al estar al frente de la cafetería mire a través del gran ventanal, en el local se miraban algunas personas, aun no era la hora de entrada a los trabajos exactamente a las 9:00 comenzaba el caos, todas las personas llegarían a formarse para entrar y pedir un café para llevar.

Insegura entre en el lugar, mire de un lado a otro, tratando de recordar el rostro del chico de la empresa pero.....

-¡¡Hey!!-

En una mesa un cuanto lejos de la entrada, vi al chico..... Seok Jin, sentado con un traje color negro ¿Siempre usara traje?

Me acerque a la mesa, me senté al frente de él, tecleo algo en su celular para después fijar su vista en mi

-Hola, Buenos días-

-Buenos días Seok Jin-

Su pantalla de teléfono se encendió.

-Lo siento es que...-

-No te preocupes-

Mire la cafetería, ambiente hogareño, ni siquiera e había detenido a respirar el dulce aroma a café, podía escuchar el sonido de la televisión al otro lado del local, ademas la planta alta estaba decorada con un barandal color blanco con decoraciones de las típicas hojas que caen de los arboles en esta época del año, naranjas, amarillas y cafés.

A pesar de todo, el lugar en el que estábamos sentado mostraba a las espaldas de Seok Jin un gran librero de madero casi repleto de libros.

-Lo lamento una vez mas, es mi trabajo, pero ¿Qué deseas?, Café, Capuccino, Amaricano-

Cartas Cada Tarde de Otoño. (Imagina con Jin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora