UN DISEÑADOR PARTICULAR [L.S]

Capítulo 7

"Debo volver a casa". Las palabras llenaron el espacio e interrumpieron los pensamientos de Harry. El calor de aquella mano abandonó su rostro y lo dejó sintiéndose nuevamente frío.

"Ohh...". Vaciló mientras se acomodaba correctamente en el asiento y miraba al hombre levantarse.

"Es tarde y tú te ves cansado"

Siguiendo sus pasos se levantó del sofá, el corazón le latía demasiado rápido de repente. "Entonces... ¿Nos vemos mañana?"

"Si aún me quieres ahí, sí". Louis metió su mano dentro del bolsillo de su pantalón sacando las llaves del vehículo.

"Lo hago, créeme que te necesitaré". Con una media sonrisa, Harry encaminó a Louis hacia la puerta.

"Ohh mierda, tu jersey". Louis se detuvo abruptamente y miro su cuerpo que aún tenía la prenda. "Te lo devolveré". Dijo tomando la tela.

"¡No!". Lo detuvo de inmediato. "Quédate con él, esta frío afuera, mañana puedes devolvérmelo". Brindándole una pequeña sonrisa, abrió la puerta saliendo al exterior, el frío de inmediato le golpeó el cuerpo.

"¿Estás seguro?". Nerviosamente se relamió los labios.

"Si, ahora entra al vehículo te vas a enfriar". Esbozando una sonrisa miró sus ojos cariñosos.

"Está bien, buenas noches Harry". El pequeño cuerpo del hombre avanzó un paso hacia adelante y estirando sus brazos rodeo su cuerpo cálidamente.

La sonrisa del empresario se amplió de inmediato y antes de que pudiera pensarlo dos veces, estableció con delicadeza una mano en la curva de su espalda y lo apegó más a él mientras respiraba el aroma frutal de su cabello.

"Buenas noches, Louis". No pretendió que su voz sonara tan profunda e íntima sobre el oído de Louis, pero lo hizo y pudo sentir en primera fila como el cuerpo presionado contra él se estremeció de los pies a la cabeza. La sorpresa lo recorrió de golpe ¿realmente había causado semejante reacción?, su cuerpo ansió poder sentirlo de nuevo y antes de que pudiera formular una nueva palabra, Louis se apartó evidenciando sus pómulos enrojecidos.

"A-Adiós". Soltó torpemente antes de girarse y meterse en su vehículo.

Con un dedo recorriendo sus labios, Harry intentó con todas sus fuerzas ocultar la sonrisa ladina que sorpresivamente se formó en sus labios mientras lo miraba partir, pero falló considerablemente, la sensación cálida que se albergaba en su estómago se sentía demasiado bien como para dar paso a otro tipo de reacción.

Finalmente luego de un minuto decidió entrar a casa, a aquél lugar frío y solo pero que aún albergaba el dulce aroma de Louis.

Esa noche se fue a la cama deseando no dormir solo nuevamente y el sabor agrio se acumuló en la boca de su estómago cuando se dio cuenta de que ya no solo deseaba el cuerpo de su pareja ahí, sino el de cualquier persona que quisiese estar con él. El haber estado solo tanto tiempo finalmente parecía tener consecuencias.

***

Los enormes ventanales celestialmente limpios y las amplias letras doradas que indicaban la ubicación de "Saint Laurent" llamaban por completo la atención de los transeúntes que recorrían la ciudad. Resoplando un poco, el empresario cruzó la calle y se abrió paso con lentitud dentro de la tienda.

"Señor Styles". Los ojos negros tras unas gafas oscuras llamaron su atención. "Es un placer tenerlo aquí"

Acostumbrado a este tipo de reconocimiento, asintió con cortesía. "Es un gusto para mí poder estar con ustedes". Los hoyuelos a cada lado de sus mejillas se ganaron el suspiro de más de una de las vendedoras.