UN DISEÑADOR PARTICULAR [L.S]

Capítulo 26

"Louis...". Harry pronunció por medio de un suspiro. "Después de que le envíe un mensaje la última vez estoy seguro que no hará nada para molestarnos, la conozco, tiene suficiente orgullo como para no querer volver a involucrarse conmigo"

El hombre delante de él sacudió la cabeza sin saber qué creer.

"Lou...". Acariciando su rostro, se acercó y plantó un tierno beso en sus labios. "Y si llegara a hacer algo, te aseguro, te juro que no volveré con ella, estoy demasiado loco por ti"

Una débil sonrisa quería poseer los labios del diseñador.

"En todo caso, para qué querría a alguien más si tengo al novio más precioso de la tierra?". Pronunció buscando que por fin sonriera.

Louis lo hizo, sonriendo, levantó su mano libre y acariciándole una de sus mejillas, le besó los labios. "Te quiero demasiado Harry". Sus ojos azules eran un completo libro abierto, estaba intentando hacerle saber cuánto realmente lo hacía, que por eso tenía miedo.

Suspirando contra su boca se apegó más a él. "Igual yo, no tienes ni idea de cuánto te quiero". Rodeándolo con sus dos brazos, lo apegó completamente contra su pecho, quería que supiera lo mucho que ese te quiero significaba para él.

Internamente comenzaba a pensar que aquella palabra ya no era suficiente para describir lo que realmente estaba sintiendo por él.

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Se despidieron de Francia días más tarde y sintiéndose un poco tristes, el momento de llegar a casa había llegado. Sus largas vacaciones finalmente tuvieron su término.

"Hogar dulce hogar". Louis encendió las luces de su casa y arrastró las maletas a través de la sala.

"Debo reconocer que es bueno volver a ver un lugar familiar". Harry dejó las últimas maletas de su novio en el piso.

"Así es". Elevando sus brazos, Louis estiró su cuerpo. "¿Realmente compré tantas cosas?". Preguntó con sus ojos puestos en las maletas.

"Lo hiciste". Sonrió antes de que una llamada entrara en su celular. Sacando el móvil del bolsillo verificó la llamada, se trataba de uno de los miembros de su seguridad. "Albert qué sucede". Respondió.

"Señor lo llamo para comunicarle que la señorita Cassandra se encuentra en su casa en este momento"

Harry se quedó estático, sabía que esto pasaría, pero no tan rápido, no el día que recién llegaba al país, ella debió de haber investigado qué día regresaría a casa.

"Está bien, gracias por la información". Sin más cortó la llamada.

"¿Está todo bien?". Louis se acercó a él, conocía demasiado bien sus expresiones para saber que algo estaba sucediendo.

"Algo". Suspirando, tomó su mano y lo encaminó hacia el sofá. "Siéntate conmigo un minuto, debo hablar contigo"

Asintiendo el hombre se acomodó a su lado. "¿Qué pasa, quién te llamó?"

"Mi hombre de seguridad". Confesó acariciándole la mano. "Me llamó para informarme que Cassandra está en la casa"

El rostro de Louis perdió color, sus manos se volvieron completamente frías. Harry se la levantó y la besó en su intento de tranquilizarlo.

"Lo lamento, no pensé que ella estaría aquí cuando volviéramos"

Louis suspiró cansadamente. "¿Y ahora qué, qué vas a hacer, vas a correr a sus brazos?". Su ceja delgada y preciosa se enarcó.