UN DISEÑADOR PARTICULAR [L.S]

Capítulo 22

"Me encanta tu olor". Harry besó los desnudos hombros de Louis, mientras que una de sus manos arrastraba una esponja mojada por los brazos del niño entre medio de sus piernas. Ambos estaban dentro del jacuzzi por lo que Louis se acomodó aún más contra su pecho. "Eso fue lo primero que me llamó la atención de ti"

El diseñador giró la cabeza, sus ojos azules luciendo aún más amplios que la distancia. "¿Qu-qué?"

Harry dejó ir la esponja y con su mano mojada le ahuecó el rostro. "Lo que escuchaste, cada vez que nos acercábamos tu aroma me volvía loco y créeme, tu perfume no tiene nada que ver"

Louis sonrió, movió su cuerpo encima de Harry y sentándose encima de sus muslos lo abrazó por el cuello. "¿Entonces no te era indiferente al principio?"

Negó. "Desde el principio te encontré atractivo". Sus manos se deslizaron hacia su firme trasero. Louis emanó un tierno sonidito de felicidad.

"Tú tampoco eras indiferente para mí". El diseñador movió su boca hacia un sector de su cuello, hacia ese lado que sabía que lo volvía loco. Sus labios besaron su piel una y otra vez. "Pero ya lo sabes, cierto?"

Harry ronroneó y sus manos fueron a dar en la cintura y trasero del niño cuando comenzó a balancearse con sensualidad. "Creo tener una idea". Consiguió articular por sobre la ola de calor que lo consumía, su miembro endurecido estaba siendo trabajado de la mejor forma bajo las mejillas de su pareja.

Louis sonrió y arrastró la boca a lo largo de su cuerpo hasta conseguir que sus labios estuvieran juntos nuevamente.

Lo que sucedió a continuación fue maravilloso, siempre lo era cuando sus cuerpos sincronizaban, cuando con una simple mirada o toque lograban saber lo que el otro necesitaba.

Jadeando sobre los labios rojos e hinchados de su niño, Harry quitó los dedos dentro de Louis y gimió cuando el hombre empujó hacia abajo provocando que sus mejillas se entreabrieran para su miembro excitado. La incitación era clara.

"¿Es-estás seguro?". Logró pronunciar entre jadeos mientras sus manos recorrían con delicadeza cada parte del cuerpo de Louis, si estaba iba a ser la primera vez que harían el amor sin ningún látex de por medio quería que Louis se sintiera aún más querido y deseado.

"S-si". Louis jadeó sobre su boca y con un solo movimiento de sus caderas logró hacer que la punta de su miembro comenzara a entrar.

Harry cerró los ojos automáticamente, sus labios entreabiertos comenzaron a vociferar gemidos que fueron imposibles de controlar, la sensación era increíble, sentía que ardía por dentro. Conectando nuevamente sus labios, Harry lo abrazó por completo cuando sintió que tocó fondo. El diseñador lloriqueó y apretó sus uñas cortas contra la piel de su hombro.

Intentando aliviarlo de cualquier dolor, Harry recorrió con su mano la piel suave de sus muslos y espalda, sabía perfecto cómo le encantaba cuando lo hacía. Removiéndose contra su cuerpo, Louis gimoteó y apartó sus labios, sus ojos se abrieron rápidamente revelando un color de ojos que estuvo lejos de ser azul. Sonriendo, Harry levantó su mano derecha y con delicadeza delineó sus labios rosas.

"¿Estás bien?". Preguntó mientras se inclinaba hacia aquella boca exquisita, con sus dientes chupó y tiró de su labio inferior. Louis no hizo más que un sonido complacido, su cuerpo cayó hacia adelante y su rostro se plantó en el hueco de su cuello, lentamente comenzó a rodar sus caderas proporcionando el más asombroso placer.

Los movimientos a partir de ahí fueron lentos y fluidos, solamente el sonido de sus cuerpos chocando ante el agua y el de sus gemidos involuntarios llenaron la habitación.