UN DISEÑADOR PARTICULAR [L.S]

Capítulo 14

Harry apagó el motor de su vehículo y lo abandonó para caminar cansadamente hacia la casa en remodelación, tenía una reunión con el nuevo diseñador que le había delegado Louis... Louis, el corazón le dolía al solo recordarlo, se iban a cumplir dos semanas desde que lo vio por última vez.

Los días habían transcurrido con demasiada rapidez y él se aferró a la idea de que su estado anímico mejoraría en algún momento, pero no lo hizo, más bien empeoró considerablemente hasta el punto de no poder soportarse ni así mismo ¿cómo una persona en tan corto tiempo podía haberse metido tan profundamente dentro de él? ¿cómo podía extrañarlo tanto?... esa era la verdad, lo extrañaba, le hacía falta su voz calmada, sus ojos resplandecientes, su aroma refrescante y el calor que transmitía...pero era más fácil pensar que lo extrañaba a pronunciarlo y hacerse cargo, por que cómo podía enfrentarse a la realidad de que extrañaba más al hombre que a su futura esposa? Era inconcebible.

Suspirando cansadamente, Harry metió sus largas piernas en la casa mirando todo detalladamente, las salas ya comenzaban a llenarse de muebles, no estaban tan lejos de terminar su futuro hogar... hogar, aún se sentía vacía esa palabra.

"Señor Styles"

Se giró hacia el hombre joven que ya había conocido con anterioridad.

"Buenas tardes". Dijo estrechándole la mano. "¿Llego a tiempo?"

"Por supuesto". Aseguró el hombre. "¿Le importaría seguirme por aquí? quiero mostrarle las dudas que surgieron hoy". El diseñador se movió fuera de la sala principal. "Sé que usted con el señor Tomlinson previamente establecieron una idea para este sector de la casa, pero él me pidió que lo volviera a confirmar con usted en caso de variaciones"

La garganta se le cerró aún más. "No hay problema"

El hombre asintió y se dispuso a exponer las ideas para aquél sector de la casa, Harry por su parte batalló por dentro, se esforzaba por prestarle atención, pero algo dentro de él se negaba a hacerlo, parecía como si el entusiasmo por aquél lugar hubiese sido drenado de su cuerpo. Quizás era la fatiga en su estómago la que lo provocaba. Se obligó a pensar que era eso y no el resultado de sus constantes cuestionamientos sobre el compromiso que estaba a punto de asumir.

Salió de esa casa con mucho más pensamientos dándole vuelta la cabeza y antes de que pudiera darse cuenta de donde iba, condujo hacia una pequeña cafetería, hacia aquella que había visitado solo una vez.

Sus ojos se cerraron completamente cuando se sentó en el mismo sofá que hace tiempo atrás había estado con Louis. Suspirando abatido, ingirió un pequeño sorbo de aquel café que esa vez había cautivado su paladar... los recuerdos golpearon su memoria.

«Me alegra haberte traído, es uno de mis lugares preferidos» Le había dicho Louis mientras se llevaba un pequeño pedazo de magdalena a la boca.

Harry tragó duro cuando se dio cuenta que recordaba todos los detalles, él inconscientemente ya había comenzado a notar al hombre ese día y ahora podía verlo.

Con los ojos abatidos, levantó la cabeza y se quedó un largo periodo mirando hacia la puerta, reconocía lo que estaba haciendo, él había conducido hacia ese lugar con la esperanza de volver a ver al hombre. Patético.

"Estás tan mal". Se dijo a sí mismo antes de tomar su celular y marcar, se estaba volviendo loco, necesitaba hablar con alguien.

"Harry, amigo". La voz conocida llenó la línea.

"Hey Conall"

"Ya extrañaba tu voz, me tienes abandonado"

Harry suspiró. "Lo lamento he estado bastante ocupado"