Lover «JunHao»

04

-Tengo que alejarme de Minghao.- soltó Jun de pronto. Jeonghan, quien se encontraba tras él preparando la cena, dió un respingo de sorpresa a la vez que Seungcheol abría los ojos de sobremanera totalmente sorprendido. 

El joven matrimonio lo había invitado a cenar para compartir una agradable velada con su mejor amigo, y ponerse al tanto de lo que había ocurrido durante su ausencia debido a la luna de miel. O eso le habían dicho a él, la realidad es que solo querían saber si avanzó su relación con el chico del café. 

-¿A qué se debe eso?- preguntó el mayor viendo como su esposo apuntaba por detrás a Jun como si fuera a apuñalarlo.

-A que me gusta, tan simple como eso. Y prefiero alejarme antes de que me haga daño.- se notaba muy seguro con lo que decía. Jeonghan cambió su mirada amenazante a una de pena.- No quiero arriesgarme a perder otra vez. 

-¿Y qué pasa si te arriesgas y ganas? Minghao realmente se ve como alguien dulce. No todas las personas que conozcan van a hacerte daño Jun. Además, tener un corazón roto es parte de crecer. Te guste o no, el amor no es fácil para nadie. La clave es simplemente no pensarlo demasiado, nunca puedes hacerlo con los sentimientos.- Jeonghan miró a su esposo con dulzura para luego negar con la cabeza, ese hombre era muy racional. 

-Cheol ven a ocuparte de la cena cariño.- indicó, a lo que el mayor rápidamente obedeció. 

-Creo que esa es tu batiseñal de "la cagaste y es mi turno".- se burló Jun a lo que el mayor lo miró mal.

-Empecemos por lo primero y principal, ¿qué es lo que te pasa con Minghao?- fue lo primero que le dijo Jeonghan cuando tomó el lugar de su esposo.- Tómate tu tiempo para pensarlo. 

-Es que en realidad no lo sé.- confesó.- Me gusta estar con él. Me gusta verlo, escucharlo, porque ciertamente es muy inteligente. Me gusta como frunce su nariz cuando no entiende, la forma en que sus ojos se achican aún más cuando sonríe, la forma en que arruga la boca cuando algo le disgusta. Me gusta la facilidad que tiene para romper mis bloques y hacerme entrar en una conversación casual cuando trato de ser profesional al enseñarle. Me gusta su dinamismo y energía, sin importar si es muy temprano en la mañana o muy tarde en la noche. 

-Por lo que dices él parece todo lo opuesto a ti...- Jeonghan miraba con asombro como la expresión de Jun había cambiado drásticamente al comenzar a nombrar todo lo que le gustaba del menor.

-Él es todo lo contrario a mi y esa es la parte más fascinante.- la sonrisa de Jun lo delataba totalmente. Eso que él quería disfrazar como una simple atracción era un total enamoramiento, pero sus amigos sabían que al señalarle aquello él se cerraría nuevamente, así que solo lo dejarían fluir. 

-Mi consejo es que dejes las cosas fluir, Jun, déjalo ser y ve a donde te lleva todo esto. Puedes llevarte una grata sorpresa, realmente. 

-¿Y qué pasa si me doy la cabeza contra la pared y estallo en pedazos nuevamente?

-Estaremos aquí para ayudarte a juntarlos, nuevamente.- le respondió cálidamente. 

El resto de la velada transcurrió tranquilamente, con los tres amigos recordando divertidas anécdotas de la adolescencia. 

Al regresar a su hogar, Jun no pudo dormir pensando en todos los pros y contras que tenía si decidía avanzar o no con el chico del café. 

La mañana siguiente al pasar por su café, Jun trató a Minghao de forma diferente, tanto, que fue evidente para todos allí, no solo para el menor. Como si tratara de demostrar algo, como si quisiera decirle algo sin decirlo realmente. 

Claro que el menor le quitó importancia, alegando que solo eran delirios de su cabeza de enamorado. 

Junhui era incapaz de concretar una oración en su clase sin equivocarse o distraerse, cosa que alarmó a sus alumnos porque era muy raro en él. Se excusó diciendo que eran problemas personales que lo angustiaban, así que se limitó a dictarles las bases para un trabajo domiciliario y finalizó sus clases anticipadamente.