D i e c i o c h o.

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Viernes.

Antes de que fueras a la cafetería te atajè para que no huyeras de nuevo.

Te pregunte que te estaba sucediendo. No dijiste nada.

Solo comenzaste a llorar y me abrasaste.

Ahogabas tus sollozos en mi camisa.

Era una sensación reconfortante para ambos.

El abrazarte...

lo que daría por volverlo a hacer.


Corona de flores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora